sábado, 10 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 4

PUESTO NÚMERO 70
Inglaterra vs. Camerún (1 de julio de 1990)



Camerún: N'Kono; Tataw, Kundé, Massing, Ebwellé; Libiih, Maboang (Milla), Pagal, Mfédé (Ekéké); Omam-Biyik, Makanaky. DT: Nepomniachi.
Inglaterra: Shilton; Parker, Walker, Wright, Butcher (Steven), Pearce; Waddle, Platt, Gascoigne, Barnes (Beardsley); Lineker. DT: Robson.

Otro partido de Camerún en Italia 90. Tras vencer a Colombia en octavos, los africanos se toparon con Inglaterra, en lo que fue el único partido de cuartos de final de este Mundial que tuvo más de un gol. La apertura del marcador llegó a los 25 minutos, cuando Platt apareció solo en el área para cabecear al gol un gran centro de Pearce. Parecía que no habría lugar para la sorpresa. Para jugar el segundo tiempo ingresó el ya veterano Milla, y cambió a Camerún. Tanto que lo dieron vuelta.

A los 16, Kundé de penal venció a Shilton y lo empató. Cabe aclarar que la falta fue sobre Milla. Y a los 20, Ekéké (que había ingresado tres minutos antes) armó una pared con Milla y quedó mano a mano con el arquero, y lo venció. Los cameruneses pasaban al frente, bajo la sorpresa de toda Nápoles. Inglaterra comenzó la búsqueda desesperada del empate, y cuando parecía que sería imposible, una torpeza de la defensa africana provocó un penal. Iban 37 del complemento cuando Lineker igualó el encuentro desde los 12 pasos. Camerún casi lo gana con un remate de afuera del área de Omam-Biyik, pero Shilton la sacó sin mayores problemas de todos modos.

Ya en el suplementario, Camerún fue mucho mejor, y dispuso de tres ocasiones muy claras para anotas, pero Shilton en dos ocasiones y Wright en otra lo evitaron. Y a los 15 del primer tiempo, un pase filtrado dejó en soledad a Lineker, que corrió en soledad y enfrentó al arquero, siendo derribando por este. El forro (?) de Codesal cobró penal, y el propio Lineker marcó el 3-2. Camerún no pudo más, y se rindió. Hasta allí llegó la sensación del Mundial. Los ingleses terminarían cuartos en esta Copa del Mundo, cayendo en semis ante los alemanes, y ante los italianos en el partido por el tercer puesto.

PUESTO NÚMERO 69
Alemania Occidental vs. Argentina (8 de julio de 1990)



Alemania Occidental: Illgner; Berthold (Reuter), Buchwald, Augenthaler, Kohler, Brehme; Häßler, Matthäus, Littbarski; Völler, Klinsmann. DT: Beckenbauer.
Argentina: Goycochea; Serrizuela, Simón, Ruggeri (Monzón); Basualdo, Burruchaga (Calderón), Lorenzo, Troglio, Sensini; Maradona, Dezotti. DT: Bilardo.

La final de 1990 es recordada como una de las más feas, pero dejó mucha tela para cortar. Argentina llegó a duras penas a la final, pasando por penales los cuartos de final y las semis, y con muchas bajas por sanciones y lesiones. Alemania llegaba bien, recurriendo a los penales solo en semifinales. Al momento de los himnos, el argentino (que había eliminado a Italia en semifinales) fue silbado por todo el estadio, para la ira de Maradona.

En el encuentro decisivo, Argentina apostó a aguantar el partido, si salía una contra dale que va, y si no, todos con el culo para atrás. Los alemanes atacaban, pero no podían anotar. Hubo polémicas respecto a dos supuestos penales, uno por cada lado, que el árbitro Codesal no cobró. Pero si cobró uno sobre el final del partido, por una supuesta falta de Sensini a Klinsmann. Hasta el día de hoy se protesta. Pateó el ambidiestro Brehme (que años después dijo que no le pareció falta) con la zurda, venció a Goycochea, y marcó el 1-0 que sería definitivo. Esta fue la primera final con expulsados, los dos argentinos, Monzón y Dezzoti.

Fue hasta el momento la final con menor cantidad de goles. Alemania Occidental ganaba así su tercer Mundial, y Beckenbauer se convertía en el primer campeón como capitán y como DT (Zagallo ganó el Mundial como jugador y DT). No solo eso, sino que el bueno de Franz (?) se transformó en el primer hombre en ganar medallas de oro y de plata en Mundiales como jugador y como entrenador. Además, fue la primera vez que un europeo le podía ganar una final a un sudamericano. O sea, completo el asunto.

PUESTO NÚMERO 68
España vs. Francia (27 de junio de 2006)



España: Casillas; Sergio Ramos, Pablo, Puyol, Pernía; Xavi (Senna), Xabi Alonso, Cesc; Raúl (Luis García), Villa (Joaquín), Torres. DT: Aragonés.
Francia: Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira, Makélélé; Ribéry, Zidane, Malouda (Govou); Henry (Wiltord). DT: Domenech.

España había superado sin problemas la fase de grupos del Mundial 2006, mientras que Francia no hacía pie, aunque aún así avanzó a octavos. El destino (?) dijo que debían cruzarse. El gran Zidane había dicho que este era su último torneo, y que cuando terminara la participación francesa, él se retiraría. Claro, los medios españoles empezaron a titular “vamos a retirar a Zidane”, bien típico de esta gente, agrandados vaya uno a saber porque. A la hora de la verdad, Francia le pintó la cara a España, y el bueno de Zinadine la rompió.

Y eso que la Roja empezó ganando, gracias a un gol de Villa, de penal, a los 28 minutos. Pero la carrera de Zidane tenía mucho más para dar. Francia, en la primera clara, lo empató. Iban 41, cuando Ribery hizo una pared con Vieira, se rompió toda la defensa española, y “Scarface” se fue solo ante Casillas. Lo eludió y marcó. Durante todo el segundo tiempo se vió a una España apurada e imprecisa, que no generaba situaciones clara. Francia, en cambio, maneja bien el encuentro cuando la pelota pasaba por el 10, y dispuso de varias claras. Hasta que a los 38, Zidane metió un tiro libre al área, la peinó Xavi Alonso, y apareció por atrás, solo, Vieira, para cabecear y marcar el 2-1.

España se fue desesperada en busca del empate, dejó espacios, y lo vacunaron. Perdieron la pelota en la salida, le llegó a Wiltord, que tocó de primera para Zidane, que corrió 15 metros solo, y cuando le salió Puyol, le metió un enganche fascinante, para dejarlo en el camino y quedar solo ante Casillas. Obviamente fue gol. 3-1, y Francia a octavos. Y los diarios españoles quedaron en ridículo.

PUESTO NÚMERO 67
Argentina vs. Grecia (21 de junio de 1994)



Argentina: Islas; Cáceres, Sensini, Ruggeri, Chamot; Balbo (Mancuso), Redondo, Simeone, Maradona (Ortega); Caniggia, Batistuta. DT: Basile.
Grecia: Minou; Apostolakis, Kolitsidakis, Manolas, Kalitzakis; Nioplias, Tsalouchidis, Kofidis, Tsiantakis (Marangos); Saravakos, Machlas (Mitropoulos). DT: Panagoulias.

¿Que dejó este encuentro para la historia? La goleada de Argentina ese día nos legó algo que en ese momento no se sospechaba: el último gol de Maradona con la selección. Pero también ese día, Batistuta anotó su primer hat-trick por Mundiales, algo que pocos han logrado. Grecia era una selección debutante que poco pudo hacer, y que incluso usó sus tres arqueros en la primera fase. ¿Esto que tiene que ver? Nada, pero bueh.

La apertura del marcador fue a los 2 minutos, con Batistuta corriendo solo por 35 metros y definiendo tan mal que la pelota entró pidiendo permiso ante un arquero que esperaba cualquier otra cosa excepto ese pifie. Solo dos minutos de tu primer Mundial y ya estaba tan mal parada Grecia. A los 40, trepó Chamot por izquierda, se la dio a Batistuta, que dio media vuelta y de afuera del área la clavó en un ángulo. Golón, y antes de eso, Argentina podría haber metido más goles.

A los 15 del complemento, llegaría el gol de Maradona. ¿Para que explicarlo si lo conocemos todos? La clavó en el ángulo también, y salió a festejarlo a la cámara, en ese famoso festejo suyo. Estaba casi retirado, lo llamaron para que clasifique a la selección al Mundial. el más grande. Y habría tiempo para que a los 45, de penal, Batistuta volviera a anotar, aunque antes de eso, el mismo Batigol y Caniggia en tres ocasiones pudieron haber metido otro gol. Una paliza, que ilusionó al país. Luego pasó lo que pasó, pero eso lo leerán más adelante.

PUESTO NÚMERO 66
Alemania vs. Brasil (30 de junio de 2002)



Alemania: Kahn; Linke, Ramelow, Metzelder; Frings, Hamann, Jeremies (Asamoah), Bode (Ziege); Schneider; Klose (Bierhoff), Neuville. DT: Völler.
Brasil: Marcos; Lúcio, Edmílson, Roque Júnior; Cafu, Gilberto Silva, Kléberson, Roberto Carlos; Ronaldinho (Juninho); Rivaldo, Ronaldo (Denílson). DT: Scolari.

Sin dudas, el Mundial del 2002 fue muy raro. A la ya conocida (?) eliminación en primera fase de dos grandes candidatos como Argentina y Francia, hay que sumarle las campañas de Senegal, Corea del Sur (con los ayudínes incluídos) y Turquía. Pero la final no tuvo nada de raro, llegaron los dos mejores equipos, y fueron dos selecciones muy clásicas, Brasil y Alemania. La final comenzó con situaciones no tan claras, pero ambos equipos hacían el intento de buscar el partido (nada más y nada menos que la primera final del mundo del nuevo siglo). Pero a los 18 llegó la primera clara. Ronaldinho (que volvía al equipo tras perderse la semifinal por sanción) metió un genial pase dejando a Ronaldo cara a cara con Kahn, pero extrañamente el delantero al definir la tiró directamente afuera. A los 29, se dio una jugada muy parecida, Ronaldinho de nueva dejó en soledad a Ronaldo con otro gran pase, pero esta vez el 9 ni siquiera pudo dominar la pelota y le quedó al arquero.

Los europeos estaban mal en defensa, y se notó cuando a los 41, Kleberson recibió un pase desde mitad de cancha solo porque ningún alemán siquiera intentó cortarlo, pero igualmente el remate se fue afuera. En tiempo cumplido, el propio Kleberson estrelló un remate en el travesaño, mientras que a los 46, Ronaldo controló un remate fallido de Roberto Carlos en el punto penal, giró y remató, pero Kahn realizó una gran atajada. Parecía que el duelo entre las dos máximas figuras de la Copa iba a quedar para el portero germano. Alemania salió mejor a jugar el complemento. Un cabezazo de Jeremies salvado por un defensor en la línea al minuto y un tiro libre de Neuville al palo a los 3 fueron la muestra de que la actitud era otra.

Pero a los 21, Alemania perdió la pelota en la salida, la pelota le quedó a Rivaldo, que sacó un remate de media distancia. Parecía sencillo, pero Kahn no pudo retener, y le dejó el rebote servido a Ronaldo, que no falló. Brasil, en su peor momento, pasaba al frente en el marcador. Luego se dedicó a aguantar, y a los 33, lo liquidó, con otro gol de Ronaldo, que recibió un pase por lo bajo de Kleberson y la colocó contra el palo izquierdo de Kahn. Alemania apenas atinó a hacer algo, siendo la más clara un remate de Bierhoff a los 37 desviado por Marcos. El tiempo se consumió y Brasil finalmente ganó el encuentro, y por lo tanto, el Mundial, el quinto en su palmarés, siendo hasta el momento su última coronación en el torneo. Alemania, en tanto, inaguraría (?) una seguidilla exitosa, ya que desde este Mundial en tierras asiáticas, los germanos siempre jugaron los siete partidos de la Copa, siendo terceros en 2006 y 2010, y lamentablemente (?) campeones en 2014.

PUESTO NÚMERO 65
Unión Soviética vs. Bélgica (15 de junio de 1986)



Unión Soviética: Dasayev; Bezsonov, Demyanenko, Kuznetsov, Rats; Bal, Yaremchuk, Yakovenko (Yevtushenko), Zavarov (Rodionov), Aleinikov; Belanov. DT: Lobanovsky.
Bélgica: Pfaff; Gerets (Van Der Elst), Renquin, Grün (Clijsters), Vervoort; Demol, Vercauteren, Scifo, Ceulemans; Veyt, Claesen. DT: Thys.

El hermoso Mundial del 86 nos regaló un partidazo en octavos de final. Los soviéticos habían ganado el grupo C, mientras que los belgas fueron terceros en el B. Y se cruzaron. Y hubo siete goles. En este partido pasó algo poco usual no solo en Mundiales, sino en el fútbol en general: que un tipo meta tres goles y aún así no alcance. Y los goles arrancaron a los 27, cuando Belanov la clavó en el ángulo del segundo palo con un remate desde afuera del área. Tremendo bombazo. Pero no fue hasta los 11 del complemento que Bélgica no reaccionó. Ahí, ante un centro de Vervoort, apareció totalmente solo el gran Scifo, aprovechando la que no sería la única falla defensiva soviética. Marcó sin problemas el 1-1, y se puso bueno muchachos (?).

A los 25, Aleinikov llevaba la pelota en un contraataque, tres belgas lo rodearon, pero se olvidaron de Belanov. La pelota llegó a él, y definó ante Pfaff. Pero Bélgica empató rápidamente, a los 32, gracias a un pelotazo desde atrás de mitad de cancha de Rats, que le cayó servida a Ceulemans, ante la insólita falta de defensores de la URSS, ¡no estaban! Y así terminó el partido. Y allí, Bélgica aprovechó. A los 13 del primer suplementario, a la salida de un córner, Gerets metió el centro directo a la cabeza de Demol, que apareció por atrás de todos para marcar el 3-2. Y a los 5 del segundo complementario, los soviéticos se mandaron la cagada final.

Ceulemans la agarró por izquierda, tocó para Clijsters, que aparecía por el medio. Este tocá para Claesen, la devuelve Clijsters de cabeza, y los defensores se corrieron de la jugada (!), dejando que Claesen definiera y marcara el 4-2. Pero un minuto después, descontó la URSS, gracias a un penal de, oh, Belanov. Pero ya no hubo más tiempo, y a pesar de los tres goles del ariete comunista (?), Bélgica pasó a cuartos. Y como ya saben, llegaría hasta las semifinales, para caer ante la magia de Maradona.

PUESTO NÚMERO 64
Francia vs. Paraguay (28 de junio de 1998)



Francia: Barthez; Thuram, Blanc, Desailly; Lizarazu; Diomède (Guivarc'h), Deschamps, Petit (Boghossian), Djorkaeff; Trezeguet, Henry (Pirès). DT: Jacquet.
Paraguay: Chilavert; Arce, Gamarra, Ayala, Sarabia; Acuña, Enciso, Paredes (Caniza); Campos (Yegros), Benítez; Cardozo (Rojas). DT: Carpegiani.

Octavos de final de Francia 98, el local se cruzaba con Paraguay. El plan guaraní era claro, aguantar el partido. Los europeos contaron con no menos de 10 chances claras para anotar, pero si no era la mala puntería, era Chilavert, y sino la defensa paraguaya. Un partido impecable de los sudamericanos, que demostraron garra y coraje ante los embates franceses, que no contaban ese día con Zidane, suspendido. En el primer tiempo tuvieron chances Trezeguet (remate desviado), Diomède (mandó Chilavert al córner), Djorkaeff (remate desde afuera al segundo palo apenas desviado) y Henry (mano a mano al palo), mientras que en el complemento, probaron Desailly (cabezazo que atajó “Chila”), Djorkaeff de nuevo (tiro por arriba del travesaño desviado por un defensor) y Trezeguet (remate apenas afuera).

Nadie pudo con Paraguay. Llegó la hora del suplementario, y de la novedad de este Mundial, el gol de oro. Djorkaeff probó de tiro libre en el primer tiempo suplementario, pero Chilavert voló para mandarla al córner. El mismo jugador probó al comienzo del segundo tiempo, pero el arquero otra vez atajó. Y cuando parecía que todo se resolvería en los penales… Ayala despejó un centro malo de Boghossian, pero le cayó a Pirès. Este entró al área y metió un pase por arriba a Trezeguet, que estaba solo en el punto penal. El delantero se la bajó a Blanc, que fusiló a Chilavert, que esta vez nada pudo hacer.

Gol a los nueve minutos del segundo tiempo suplementario, gol de oro, y clasificación francesa a cuartos de final. Paraguay estuvo cerca de llegar a los penales, pero se quedó ahí. Tuvo un error y lo pagó caro. Fue la primera vez que se utilizó este sistema, y la única en Francia 98. Hubo tres en Corea-Japón. Para la Eurocopa 2004 (ganada brillantemente por Grecia) se probó el gol de plata, pero bueno, no gustó (?), y finalmente se abolió toda esa porquería.

PUESTO NÚMERO 63
Alemania vs. Inglaterra (27 de junio de 2010)



Alemania: Neuer; Lahm, Friedrich, Mertesacker, Boateng; Schweinsteiger, Khedira; Müller (Trochowski), Özil (Kießling), Podolski; Klose (Gómez). DT: Löw.
Inglaterra: James; Johnson (Wright-Phillips), Upson, Terry, A. Cole; Milner (J. Cole), Lampard, Barry, Gerrard; Defoe (Heskey), Rooney. DT: Capello.

Ya escribí sobre la venganza alemana ante Inglaterra. No, no tiene nada que ver con la Segunda Guerra Mundial (?), sino con la final del 66, partido que ya será reseñado más adelante. En la Copa del 70, los germanos eliminaron a los ingleses en un gran partido. Pero en 2010, en otro de los varios enfrentamientos, se dio una segunda venganza, esta vez utilizando la misma medicina con la que Inglaterra había “hecho trampa”. Octavos de final del Mundial de Sudáfrica, se cruzaban estos dos países en un verdadero clásico europeo. Y como casi siempre (?), Alemania arrancó mejor que su rival y lo plasmó en el marcador. A los 20 minutos, Neuer sacó del arco y le salió una asistencia para Klose (!), puesto que la zaga inglesa debe haber estado tomando el té. Ni Terry ni Upson estuvieron atentos, y Klose llegó para puntearla ante la salida de James. 1-0.

Y a los 32 llegaría el segundo tanto, tras una gran combinación alemana por derecha, dejó solo a Müller, ante la pasividad (otra vez) de la defensa inglesa. Cuando el androide (?) Müller iba a encarar a James, y antes de que Johnson llegara a cerrar, tocó a la izquierda, donde en total soledad apareció Podolski, que marcó el 2-0. Lo curioso aquí es lo mal que resuelve el arquero, pero bueh, la cosa es que Inglaterra descontaría cinco minutos después, para ponerse en partido. Y justamente un defensor fue, Upson, que cabeceó un centro de Gerrard, ante el quedo de la defensa alemana y la mala salida de Neuer. Dos minutos después, la polémica. Pelota para Defoe, pierde ante la marca pero le queda a Lampard en la puerta del área, le pega por arriba del arquero, el tiro da en el travesaño y pica claramente adentro. Era gol para todos, menos para la terna arbitral, que no convalidó la anotación. En el segundo tiempo el propio Lampard reventó el travesaño con un gran tiro libre. Y si, no era el día de Inglaterra.

Ambos equipos tuvieron varias chances menores, hasta que Alemania decidió liquidarlo. A los 22, de contraaaque, Schweinsteiger comandó, y antes de entrar al área, abrió a la derecha para Müller, que anotó el 3-1 ante la floja respuesta (otra vez) de James. Tres minutos después, en otra contra, Ozil corrió 45 metros con la pelota sin inconvenientes, y en vez de definir él, tocó al medio para el propio Müller, que marcó el definitivo 4-1. Ganó Alemania, y luego en cuartos volvería a meter cuatro goles, esta vez ante Argentina. Luego de este partido, la FIFA decidió hacer algo al respecto (?). En 2012, se decidió comenzar a trabajar con la tecnología en el fútbol, comenzando con pelotas con sensores que indiquen cuando la pelota cruzara toda la línea de gol. ¿Repetición de jugadas? Todavía no llegamos a eso.

PUESTO NÚMERO 62
Camerún-Colombia (23 de junio de 1990)



Camerún: N'Kono; Tataw, N'Dip, Onana, Ebwellé; M'Bouh, Kana-Biyik, Maboang, Mfédé (Milla); Omam-Biyik, Makanaky (Djonkep). DT: Nepomniachi.
Colombia: Higuita; Herrera, Perea, Escobar, Gi. Gómez; Ga. Gómez (Redín), Álvarez, Fajardo (Iguarán); Valderrama, Rincón, Estrada. DT: Maturana.

En Italia 90, Camerún era la novedad. Le había ganado a Argentina y había alcanzado los octavos de final. Colombia le había robado un punto sobre la hora a Alemania, y estaba armando el equipazo que, digamos la verdad, fracaso en Estados Unidos 94. Pero la base estaba. En lo que fue el partido en si, terminó 0-0, y no dejó mucha tela para cortar. Lo que si, para el segundo tiempo ingresó el ídolo Roger Milla en el equipo africano. Con el empate, era el momento de jugar alargue, para buscar al clasificado a la siguiente instancia.

El primer tiempo pasó sin pena y sin glora la verdad. Pero en el segundo, llegaron los goles, y particularmente, una jugada que pasó a la historia. Apenas comenzó, Milla metió un golazo. Recibió de Omam-Biyik, Perea quedó fuera de la jugada, el tristemente célebre Escobar quiso cortarlo yendo al piso, pero ni cerca estuvo. Milla entró al área, y de un zurdazo casi le arranca la cabeza a Higuita. Gol y 1-0.

Tres minutos después, el equipo cafetero estaba todo al ataque. Perea tocó para Higuita, que estaba parado casi en mitad de cancha. El arquero ya de por si no la frenó bien, y cuando Milla lo presionó, lo quiso eludir. Grave error. El delantero le ganó la pelota, corrió hasta la puerta del área, y pateó sin resistencia. 2-0 y chau picho. Hubo tiempo para el descuento, si, pero no alcanzó. El ingresado Redín definió al segundo palo a los 10 minutos tras una pared con *me pongo de pie* Valderrama, ante la inútil resistencia de N'Kono. Pero se acabó, y pasó Camerún. E Higuita se quiso tirar a un pozo.

PUESTO NÚMERO 61
Hungría-Alemania Occidental (20 de junio de 1954)



Hungría: Grosics; Buzánszky, Lóránt, Lantos; Bozsik; Zakariás, Tóth, Kocsis, Hidegkuti, Puskás, Czibor. DT: Sebes.
Alemania Occidental: Kwiatkowski; Kohlmeyer, Bauer, Posipal, Liebrich; Eckel, Mebus, Pfaff; Rahn, F. Walter, Herrmann. DT: Herberger.

El mejor equipo del mundo, Hungría, campeón olímpico e con un invicto de tres años, enfrentaba a Alemania Occidental, que volvía a los Mundiales tras el baneo en 1950 por los temitas acontecidos en la guerra (?). Y desde un primer momento, los húngaros decidieron no tener compasión. Solo iban tres minutos cuando llegó el primer gol. Tras un tiro de esquina, el arquero Kwiatkowski salió pero chocó con un compañero, y se la dejaron servida a Kocsis para meter el 1-0. A los 17, Puskás entró al área a pura potencia y sin inconvenientes puso el 2-0. Pero aún hay más (?), y a los 21, Kocsis metió el 3-0 rematando solo desde el punto del penal. Pero no todo estaba perdido, porque Pfaff descontó a los 25 definiendo bien un mano a mano. Hungria dispuso de cuatro chances para convertir, tiro al travesaño incluido, pero falló en todas, y así pasó el primer tiempo.

Bueno, el complemento sería distinto, ya que la efectividad sería más elevada, y en siete minutos, Hidegkuti con un remate desde afuera (tras mil rebotes) marcó el 4-1. Dos minutos después, cuando los germanos aún trataban de acomodarse, el mismo jugador puso el 5-1, tras recibir una habilitación que rompió la defensa alemana y que lo dejara cara a cara con Kwiatkowski, que absolutamente nada pudo hacer. Hungría seguía controlando el partido, e incluso el referí Ling omitió dos claros penales a su favor. Pero el sexto tanto llegaría irremediablemente. Y si (?). Iban 19 minutos cuando Kocsis se fue solo contra el arco, fácil 25 metros corriendo con pelota dominada, y sin inconvenientes, puso otro gol más. A los 30 minutos, Tóth entró por derecha y sorprendió al arquero rematando al primer palo, poniendo así el 7-1. Dos minutos después, Rahn alcanzaría otro descuento, aprovechando una mala salida del arquero Grosics y definiendo por encima de él.

Cuando los alemanes aprovecharon para ir por el empate (???), Kocsis marcó el 8-2 al minuto, aprovechando un desborde por izquierda de un compañero y el consiguiente centro atrás. Alemania alcanzaría otro descuento, por intermedio de Herrmann, en un gran contraataque, quedando dos germanos contra el arquero, que poco hizo ante eso. 8-3, y no hubo más tiempo. Hungría clasificó a cuartos. Alemania en cambio quedó condenada a tener que jugar un desempate ante Turquía, al que superó sin problemas ganando 7-0. Ambos equipos se cruzarían de nuevo en la final. La historia ya la conocemos, pero leerán más sobre dicho encuentro más adelante.

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