viernes, 16 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 10

PUESTO NÚMERO 10
Inglaterra vs. Alemania Occidental (30 de julio de 1966)



Inglaterra: Banks; Cohen, J. Charlton, Moore, Wilson; Ball, Stiles, B. Charlton, Peters; Hurst, Hunt. DT: Ramsey.
Alemania Occidental: Tilkowski; Höttges, Schulz, Weber, Schnellinger; Beckenbauer, Overath; Haller, Seeler, Held, Emmerich. DT: Schön.

La final del Mundial de 1966. Por un lado, Inglaterra, virgen (?) y local. Por el otro, Alemania Occidental, campeón en 1954. De fondo, todo lo vivido en la Segunda Guerra Mundial. Pero los europeos son muy civilizados (?). El camino de estos dos equipos no estuvo libre de polémica. Lo más notable fue en cuartos de final, cuando un árbitro alemán favoreció a Inglaterra ante Argentina, mientras que un referí inglés ayudó a Alemania ante Uruguay. Y sin contar que dejaron que a Brasil los molieran a patadas. En fin, hicieron bien su trabajo. La primera chance del partido fue un remate de Held que Banks sacó con la punta de los dedos. Igual, pronto llegó el gol alemán, por intermedio de Haller. Iban 12 minutos cuando Held metió la pelota al área, Haller le ganó a Wilson, remató y marcó el 1-0. La igualdad llegó seis minutos después, tras un pelotazo de 40 metros de Moore, que fue cabeceado por Hurst para anotar el 1-1. Luego, Emmerich capturó un rebote dentro del área, pero Banks atajó su tiro. Luego, Tilkowski sacó remates muy claros a Peters y Hunt. La final estaba buena señores (?). Pero en el complemento, la cosa arrancó mucho más trabada, sin situaciones de gol. Los alemanes probaban con centros y los ingleses intentaban entrar por el medio, sin éxito en ambos casos.

Hasta los 37 minutos, cuando a la salida de un córner, la pelota le llegó a Hurst, que remató al arco, su tiro pegó en Höttges, y le quedó servida a Peters, que anotó el 2-1. Parecía que estaba todo cocinado. Pero no. A los 44 llegó la igualdad. Tras un fallido tiro libre de Emmerich, la pelota le quedó a Held, que remató, se desvió en Schnellinger y le quedó a Weber, que empató el encuentro. Banks pidió mano de Schnellinger, pero no hubo caso, el gol valía y era tiempo de alargue. Inglaterra era mejor, Bobby Charlton en dos ocasiones tuvo la chance de convertir, pero Tilkowski y el palo se lo negaron. Pero a los 11, Ball por derecha metió un centro bajo, recibió Hurst, y de media vuelta remató. Su tiro dio en el travesaño, picó en la línea y fue sacada al córner por Weber. Pero el árbitro suizo Dienst no sabía que cobrar. Los ingleses pedían gol y los alemanes decían que era tiro de esquina. El referí fue hasta su asistente, Bahramov (de la URSS) y sin dudarlo dijo que era gol. Festejaba Inglaterra, que se ponía 3-2. ¿Realmente entró esa pelota? A simple vista, parece que no ingresa toda.

Toda Alemania fue en busca del empate, pero no solo no lo consiguió, sino que a los 15 del segundo tiempo suplementario, Hurst marcó de contra un golazo, clavandolá en el ángulo. 4-2 y final, Inglaterra era campeón por primera vez en la historia. Hurst se convirtió en el primer y hasta ahora único jugador en meter tres goles en una final del mundo. Con el paso del tiempo y el avance de las tecnologías, la jugada del tercer gol (el llamado “gol fantasma”) fue analizada muchas veces, y en todos los casos la conclusión es la misma: la pelota no ingresó toda, por lo que no era un gol válido. Se acusó a Bahramov de dar el gol a propósito en venganza por la eliminación de la Unión Soviética en semifinales a manos de Alemania. También se dijo que lo hizo para tomarse revancha de la invasión nazi a Stalingrado. Todas falacias. La cuestión es que Bahramov luego dijo que pensó que la pelota no había dado en el travesaño, sino que había entrado, pegado en la red y salido, o sea, que no importaba donde había picado, puesto que para él, estaba saliendo cuando eso pasó. O sea, no vio nada. Aún así, este señor, ya fallecido, fue una celebridad en su Azerbaiján natal, en incluso el estadio más grande del país lleva su nombre.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 9

PUESTO NÚMERO 20
Uruguay vs. Ghana (2 de julio de 2010)



Uruguay: Muslera; Pereira, Lugano (Scotti), Victorino, Fucile; Fernández (Lodeiro), Pérez, Arévalo Ríos, Cavani (Abreu); Suárez, Forlán. DT: Tábarez.
Ghana: Kingson; Paintsil, Vorsah, Mensah, Sarpei; Annan; Inkoom (Appiah), Asamoah, Boateng, Muntari (Adiyiah); Gyan. DT: Rajevac.

Cuatro equipos sudamericanos llegaron hasta los cuartos de final del Mundial 2010. Solo uno jugó semifinales. Uruguay no alcanzaba esta instancia desde 1970, mientras que Ghana llegaba por primera vez a esta instancia, e intentaría ser el primer africano en jugar semifinales, tras los “intentos fallidos” de Camerún en 1990 y de Senegal en 2002. A la hora del partido, los sudamericanos arrancaron mejor. Suárez tuvo dos muy claras, pero no pudo vencer a Kingson, que además tapó un cabezazo contra su propio arco de Mensah. Ghana contestó (?) con un remate de cabeza por parte de Vorsah que pasó muy cerca del ángulo de Muslera. Luego, de contra, Gyan remató apenas desviado tras una habilitación de Boateng. Este último probó de chilena tras centro de Inkoom, pero la tiró por arriba. A esta altura, Uruguay ya había perdido por lesión a su capitán, Lugano. Esto nada tuvo que ver con la apertura del marcador, a los 47 del primer tiempo. Gyan pivoteó para Muntari, y este sacó un remate de 35 metros, que venció a Muslera, que parece tener mucha responsabilidad, pero mirando la repetición, se ve que la pelota tomó una parábola increíble sobre el final del recorrido (algo que fue muy habitual en aquel Mundial).

Igual no pasó mucho para que llegara el empate. 10 minutos del segundo tiempo, y Forlán, de tiro libre, la clavó en el palo del arquero. Golazo. Nuevamente, la pelota “bailó” en el aire y complicó al arquero. Kingson después se redimió sacandolé a Suárez su tercera ocasión clara. El partido terminó, y era tiempo de alargue, donde no pasó nada hasta la última jugada. 16 minutos del segundo tiempo suplementario, tiro libre para Ghana. Centro al área, peinó Boateng y desacomodó a todos, Muslera salió y le sacó con lo justo la pelota de la cabeza a Mensah, pero le quedó en el área chica a Appiah. Este pateó, dio en Suárez, que estaba en la línea, y el rebote fue para Adiyiah, que cabeceó, pero su tiro fue atajado… por Suárez. Penal y expulsión para el delantero. Gyan se hizo cargo del penal. Se pateaba y se terminaba. Lo hacía y Ghana iba a semifinales. Pero su tiro dio en el travesaño y se fue afuera. Final del encuentro. Penales. Inolvidable la toma de la TV que muestra a Suárez yendo a los vestuarios festejando este remate desviado.

En la definición, Uruguay había metido tres de tres y Ghana hizo los propios con sus dos primeros tiros. Le tocó a Mensah, pero atajó Muslera. Pereira tenía la chance de dejar casi todo liquidado, pero la tiró por arriba del travesaño. Oportunidad para Ghana, remate de Adiyiah… pero volvió a atajar Muslera. Turno para Abreu, que si convertía, clasificaba a los sudamericanos a las semifinales por primera vez desde 1954. Y el “Loco” la picó. Ante la perplejidad de todos. Ganó Uruguay, y pasó de ronda (donde caería ante Holanda). Claro, la polémica por la acción de Suárez no se hizo esperar, pero bueno, es una acción del juego que fue correctamente sancionada. Si tienen bronca, hablen con Gyan.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 8

PUESTO NÚMERO 30
Argentina vs. Nigeria (25 de junio de 1994)



Argentina: Islas; Cáceres, Sensini (Díaz), Ruggeri, Chamot; Balbo (Mancuso), Redondo, Simeone, Maradona; Caniggia, Batistuta. DT: Basile.
Nigeria: Rufai; Eguavoen, Okechukwu, Nwanu, Emenalo; George, Oliseh (Okocha); Siasia (Adepoju), Yekini, Amunike, Amokachi. DT: Westerhof.

Fatídica tarde aquella para Argentina en Foxborough. No por el partido en si, sino por lo que vino después. Tanto la albiceleste como Nigeria (debutante en Copas del Mundo) habían ganado en el debut, y se veían las caras para intentar quedar a un paso de la clasificación. Los africanos arrancaron mejor, tanto así que a los ocho minutos abrieron el marcador, aprovechando que a la defensa argentina le dio paja marcar (?). Yekini corrió por el medio y habilitó muy bien a Siasia, que definió, ante la apurada y no muy buena salida de Islas, por encima del cuerpo del portero. Partido 0-1, y con el fresco recuerdo del papelón ante Camerún en 1990, bueno, las cosas no pintaban bien, aunque también es cierto que a los 12 minutos, le anularon un gol a Batistuta porque el árbitro Karlsson no dejó sacar un tiro libre rápido. También es cierto que un minuto después, Islas se redimió tapando un mano a mano ante Yekini.

Pero a los 21, llegó la igualdad. Tiro libre para Argentina, toma carrera Maradona, pero pasa por encima de la pelota y la deja en movimiento para el fierrazo de Batistuta. Este remata, floja atajada de Rufai, y le quedó servidita a Caniggia para mandarla a guardar. Y seis minutos después, llegaría tal vez uno de los goles más famosos de la selección en Mundiales. Karlsson cobra falta, Caniggia le grita a Maradona para que le de rápido el pase, el Diego lo hace, y el bueno de Claudio Paul la clavó en el segundo palo. Golazo, gracias a que esta vez Karlsson si dejó jugar rápido. A los 35 casi llega un golazo, tras toques entre Sensini, Maradona, Redondo y Balbo, el volante central remató y casi la clava. Recién sobre el final del primer tiempo intentó reaccionar Nigeria con un remate de lejos de Oliseh que contuvo Islas. En el complemento, los africanos no reaccionaban, y a los 31, tras gran jugada de Maradona, Redondo tuvo otra vez la chance de anotar, pero esta vez Rufai le atajó el tiro.

Cuando faltaba un minuto, Yekini quedó habilitado cara a cara por Islas, pero el arquero llegó antes, y de contra, Batistuta casi anota el tercero. El partido acabó y ganó Argentina. Maradona salió sorteado para el antidoping. Aquí es la famosa imagen de la enfermera yendo a buscar al capitán para que se haga el control. Días después, se supo que el exámen dio positivo en cinco sustancias. Maradona quedó afuera del Mundial y lo suspendieron por 15 meses. Este encuentro fue el último del 10 con la selección, que no se repuso del golpe. Perdió en la última fecha del grupo ante Bulgaria, y luego caería ante Rumania en octavos.

martes, 13 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 7

PUESTO NÚMERO 40
Argentina vs. Holanda (25 de junio de 1978)



Argentina: Fillol; Olguín, Galván, Passarella, Tarantini; Gallego, Ardiles (Larrosa); Kempes, Bertoni, Luque, Ortiz (Houseman). DT: Menotti.
Holanda: Jongbloed; Jansen (Suurbier), Krol, Brandts, Poortvliet; Neeskens, Haan, W. Van de Kerkhof; R. Van de Kerkhof, Rep (Nanninga), Rensenbrink. DT: Happel.

48 años después del Mundial de 1930, Argentina alcanzaba otra vez una final. Esta vez era local, y tras la hazaña lograda ante Perú, alcanzó el encuentro decisivo para enfrentarse ante Holanda, equipo subcampeón del mundo en 1974. El partido quizás no fue el mejor jugado, pero estuvo cargado de emociones. Y arrancó mejor Holanda, que casi abre el marcador con un cabezazo de Rep que se fue apenas afuera. Argentina intentó reaccionar, y dispuso de dos chances seguidas. Primero, un tiro libre traicionero (?) de Passarella que atajó Jongbloed; un minuto después, Luque entró con libertad al área y capturó un centro, pero increíblemente le erró al arco. A los 25, tras un centro desde la derecha, la zaga argentina se equivocó y le dejó servida la pelota a Rep en el punto penal, que fusiló a Fillol, pero el arquero se mandó la atajada de su vida, y la tiró afuera.

Y cuando nadie lo esperaba (?), apareció el gol. Ardiles trepó con la pelota, se la dio a Luque, y este tocó para Kempes, que a pura potencia se metió en el área y definió por abajo del portero. 1-0. Deliraba el Monumental. A los 44, Fillol volvió a lucirse, atajando un remate desde el área chica de Rensenbrink. En el complemento, Argentina estaba bien cerrada, pero cuando falló, llegó el empate. El ingresado Nanninga cabeceó un centro desde la derecha para anotar la igualdad a los 37 del complemento. El local se quedó, y casi lo pierde, puesto que a los 45 (!), un pelotazo desde mitad de cancha pasó la defensa, y le quedó a Rensenbrink, que anticipó la floja salida de Fillol. Pero la pelota dio en el palo. El famoso palo. La jugada no sale en el video que les dejo, por alguna razón, pero pueden verlo acá. Era momento de suplementario.

Allí, Argentina fue mejor, y anotó por dos. A los 15 del primer suplementario, Kempes nuevamente se llevó la pelota ante los holandeses, quedó cara a cara con Jongbloed, pero el arquero tapó como pudo el tiro. Ah, mas el rebote quedó vivo, y el Matador punteó la pelota antes de que los defensores rechazaran. Gol, 2-1. Holanda se vino abajo. A los 10 del segundo suplementario, Bertoni capturó un rebote en el área y definió prácticamente sin arquero. No hubo tiempo para más, y Argentina se consagró campeón del mundo por primera vez.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 6

PUESTO NÚMERO 50
Argentina-Alemania (3 de julio de 2010)



Argentina: Romero; Otamendi (Pastore), Demichelis, Burdisso, Heinze; Rodríguez, Mascherano, Di María (Agüero); Messi; Higuaín, Tevez. DT: Maradona.
Alemania: Neuer; Lahm, Mertesacker, Friedrich, Boateng (Jansen); Khedira (Kroos), Schweinsteiger; Müller (Trochowski), Özil, Podolski; Klose. DT: Löw.

En cuartos de final de Sudáfrica 2010 se volvían a cruzar Argentina y Alemania, en lo que era la revancha del duelo en la misma instancia del Mundial anterior, que había terminado con triunfo germano por penales. El resultado fue el mismo, pero con un marcador totalmente diferente: Argentina recibiría su peor goleada por Copas del Mundo desde 1974. Todo empezó mal, ya que a los tres minutos, Alemania pasó al frente en el marcador. Tras un tiro libre de Schweinsteiger, apareció solo Müller para desviar de cabeza la pelota y meterla adentro del arco. Luego, ambos equipos atacaron mucho.

Klose casi marca el segundo, pero la tiró arriba casi en soledad. También probó Podolski con un remate de lejos que se fue cerca. Antes de eso, Higuaín anotaba el empate, pero le cobraron offside a Tevez al comienzo de la jugada (dos metros adelantado). En el complemento, Argentina probó con remates de larga distancia de Di María (cerca del palo) y de Tevez (a las manos de Neuer), mientras que Romero le sacó un gol a Klose al anticiparle el centro. Pero con el correr de los minutos, la albiceleste se empezó a desacomodar atrás en busca del empate, y Alemania lo aprovechó, marcando el segundo a los 23, cuando Podolski entró solo en el área, y solo tuvo que tocar al medio para que esta vez si pudiera anotar Klose. A los 29, los alemanes liquidarían. Schweinsteiger entró sin problemas al área, dejó parado a Higuaín, llegó hasta el fondo y tocó atrás, para la entrada goleadora de Friedrich.

Argentina se desarmó todavía más, quedó sin ideas y sin defensas, y así terminó sufriendo el cuarto gol, a los 44, cuando Klose (solo, muy solo) remató de primera en el punto penal un centro de Özil. Resultado abultado por el trámite del partido, pero triunfo justo. Pasó Alemania, que finalmente sería tercera. En 2014, estos dos equipos volvieron a enfrentarse, pero esta vez en la final. Y como ya sabemos, nuevamente ganaron los alemanes, 1-0 con un gol sobre el final del segundo tiempo suplementario. A pesar de que en el historial manda Argentina (10 triunfos contra siete de Alemania, y cinco empates), si reducimos los enfrentamientos a solo los jugados en Mundiales, Alemania ganó cuatro encuentros, Argentina solo uno (la final del 86), y empataron dos veces.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 5

PUESTO NÚMERO 60
Italia vs. España (31 de mayo de 1934)



Italia: Combi; Allemandi, Monzeglio; Meazza, Monti, Pizziolo, Castellazzi; Schiavio, Guaita, Orsi, Ferrari. DT: Pozzo.
España: Zamora; Ciriaco, Quincoces, Regueiro; Muguerza, Cilaurren; Fede, Gorostiza, Iraragorri, Lafuente, Lángara. DT: García.

En la bella ciudad de Florencia (dicen que es linda, nunca fui, pero ¿que Florencia no es bella?), hace muchos años ya, Italia y España se dieron de lo lindo. Cuartos de final del Mundial de 1934. Los italianos debían ganar o ganar el torneo. Tras aplastar a Estados Unidos en octavos, era el turno de enfrentar a los ibéricos, que se habían cargado a Brasil. El encargado de impartir “justicia” fue el belga Baert, y las comillas están bien puestas. Lo que pegaron. Italia hizo lo que quiso, aunque eso no significa que España se destacó en el juego limpio. A los 29 minutos, el visitante se adelantó en el marcador. El autor del gol fue Regueiro, tras capturar una pelota viva (?) tras un disparo de Lafuente. Epa.

Los italianos fueron con todo a buscar la igualdad, no necesariamente haciendo cosas permitidas por el reglamento. Y alcanzaron su objetivo, a falta de un minuto para el descanso, con sus armas más utilizadas: centros y ayudas arbitrales (?). Pizziolo remató desde afuera del área, Zamora atajó pero dio rebote, allí fue cuando Schiavio le cometió una clara infracción al arquero y no lo dejó hacer nada ante el remate de Ferrari. El árbitro no solo no cobró falta, sino que convalidó el gol, claramente. Empate. En el segundo tiempo, se siguieron pegando, no generaban situaciones de gol, solo se pegaban, el fútbol que le gusta a la gente. El partido terminó, y de acuerdo con las reglas de la época, se debía jugar un partido desempate al día siguiente.

Tanta violencia hubo en el primer encuentro, que España tuvo que realizar siete cambios por lesión (!), incluido a su arquero Zamora, que terminó con dos costillas rotas. Italia “solo” tuvo cuatro lesionados de cara a este partido. La “revancha” fue arbitrada por el suizo Mercet, y lo suyo fue aún peor que lo de Baert. Los italianos pegaron todavía más, con total impunidad, y los españoles, casi con un equipo alternativo, poco pudieron hacer. Ganó Italia 1-0, con gol de Meazza en una jugada que, obviamente (?), no debió ser convalidada. ¿Porque? De un tiro de esquina vino el gol, cuando salió el arquero a cortar el centro, recibió una infracción que le cortó la carrera, permitiendo al italiano cabecear y anotar. Luego de este partido, Mercet fue suspendido de por vida para arbitrar internacionalmente. Pero el daño ya estaba hecho, Italia había pasado a semifinales.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 4

PUESTO NÚMERO 70
Inglaterra vs. Camerún (1 de julio de 1990)



Camerún: N'Kono; Tataw, Kundé, Massing, Ebwellé; Libiih, Maboang (Milla), Pagal, Mfédé (Ekéké); Omam-Biyik, Makanaky. DT: Nepomniachi.
Inglaterra: Shilton; Parker, Walker, Wright, Butcher (Steven), Pearce; Waddle, Platt, Gascoigne, Barnes (Beardsley); Lineker. DT: Robson.

Otro partido de Camerún en Italia 90. Tras vencer a Colombia en octavos, los africanos se toparon con Inglaterra, en lo que fue el único partido de cuartos de final de este Mundial que tuvo más de un gol. La apertura del marcador llegó a los 25 minutos, cuando Platt apareció solo en el área para cabecear al gol un gran centro de Pearce. Parecía que no habría lugar para la sorpresa. Para jugar el segundo tiempo ingresó el ya veterano Milla, y cambió a Camerún. Tanto que lo dieron vuelta.

A los 16, Kundé de penal venció a Shilton y lo empató. Cabe aclarar que la falta fue sobre Milla. Y a los 20, Ekéké (que había ingresado tres minutos antes) armó una pared con Milla y quedó mano a mano con el arquero, y lo venció. Los cameruneses pasaban al frente, bajo la sorpresa de toda Nápoles. Inglaterra comenzó la búsqueda desesperada del empate, y cuando parecía que sería imposible, una torpeza de la defensa africana provocó un penal. Iban 37 del complemento cuando Lineker igualó el encuentro desde los 12 pasos. Camerún casi lo gana con un remate de afuera del área de Omam-Biyik, pero Shilton la sacó sin mayores problemas de todos modos.

Ya en el suplementario, Camerún fue mucho mejor, y dispuso de tres ocasiones muy claras para anotas, pero Shilton en dos ocasiones y Wright en otra lo evitaron. Y a los 15 del primer tiempo, un pase filtrado dejó en soledad a Lineker, que corrió en soledad y enfrentó al arquero, siendo derribando por este. El forro (?) de Codesal cobró penal, y el propio Lineker marcó el 3-2. Camerún no pudo más, y se rindió. Hasta allí llegó la sensación del Mundial. Los ingleses terminarían cuartos en esta Copa del Mundo, cayendo en semis ante los alemanes, y ante los italianos en el partido por el tercer puesto.

viernes, 9 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 3

PUESTO NÚMERO 80
Argentina vs. Suecia (12 de junio de 2002)



Suecia: Hedman; Mellberg, Jakobsson, Mjällby, Lucic; Alexandersson, Svensson (Jonson), Linderoth, Svensson; Larsson (Ibrahimović), Allbäck (Andersson). DT: Lagerbäck-Söderberg.
Argentina: Cavallero; Chamot, Samuel, Pochettino; Zanetti, Almeyda (González), Sorín (Verón); Aimar; Ortega, Batistuta (Crespo), López. DT: Bielsa.

Argentina llegaba al Mundial del 2002 como máximo candidato tras una eliminatoria brillante. Pero ya en tierras asiáticas, y tras un triunfo ante Nigeria y una derrota ante Inglaterra, la clasificación estaba complicada. Necesitaba ganar en la tercera fecha. El rival Suecia, que con el empate llegaba a octavos. 13 minutos iban, cuando Aimar abrió a su derecha para Zanetti, este centró, y apareció Sorín para cabecear, pero Hedman tapó lo que era gol. Argentina manejaba la pelota, tenía las situaciones. Remates de Sorín, de López y de Sorín nuevamente eran la sucesión de chances del equipo de Bielsa. Pero el gol no llegaba, y los nervios comenzaban a correr. Cuando estaba por terminar el primer tiempo, se dio una insólita situación. El árbitro del encuentro, Bujsaim, expulsó a Caniggia, que estaba en el banco de suplentes, un hecho inédito por Copas del Mundo.

Ya en el complemento, se vio otro partido. Los suecos salieron a imponerse y a aprovechar los nervios argentinos. A pesar de que Batistuta tuvo la chance de abrir el marcador a los 7 del complemento (no llegó a cabecear el centro de Ortega), Suecia avisó a los 10 con un tiro libre de Svensson que se fue muy cerca del palo derecho de Cavallero. Y tres minutos después… Otro tiro libre, y esta vez Svensson afinó puntería. La colgó del ángulo. Golón. Encima, un minuto antes del 0-1, Bielsa hizo tal vez su cambio más polémico. Quedando eliminado en primera fase del Mundial, el DT hizo 9 por 9, sacó a Batistuta para poner a Crespo. Pero era todo de Suecia el partido. A los 30, Pocchetino, en su intento de despejar, casi hace un gol en contra, y eso no pasó solo porque Cavallero estaba parado en el lugar justo.

Argentina no generaba nada, y para colmo, a los 39, Andersson ganó por derecha, entró al área y remató de zurda; el arquero apenas rozó la pelota, y esta dio en el travesaño. Todo parecía perdido, pero de golpe, una pequeña ilusión. 42 minutos, falta sobre Ortega, penal. El propio “Burrito” pateó, pero el arquero atajó, mas Crespo capturó el rebote para igualar el partido. 1-1, pero era demasiado tarde. Terminó el partido, y Argentina quedó eliminada. Ni siquiera recibió una mano de Nigeria, que si ganaba por dos o más goles, dejaba afuera a Inglaterra (aunque en la realidad eso era imposible). La albiceleste consumió así su mayor papelón en la historia de los Mundiales, aún más que el que hizo en el 58.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 2

PUESTO NÚMERO 90
Francia vs. México (13 de junio de 1930)



Francia: Thépot; Mattler, Capelle; Chantrel, Villaplane, Delfour; Pinel, Laurent, Maschinot, Libérati, Langiller. DT: Caudron.
México: Bonfiglio; Garza Gutiérrez; M. Rosas; Amézcua, Sánchez F. Rosas; López, Ruíz, Mejía, Carreño, Pérez. DT: Luque de Serrallonga.

El primer partido del primer Mundial. El 13 de julio de 1930, comenzó la Copa del Mundo en Uruguay. En el ya extinto (?) estadio Pocitos, jugaron Francia y México. Los galos originalmente querían sumarse al boicot europeo a la competencia, pero Jules Rimet metió cuatro gritos y los hizo subir al barco para participar. Del partido no hay mucho para decir, fue un paseo de Francia. A los 19, Laurent anotó el primer gol en un Mundial. Antes de que terminara el primer tiempo, Langiller y Maschinot anotaron para el 3-0 parcial. Con amor propio, posiblemente (?), México llegó al descuento a los 25 del complemento, por intermedio de Carreño. Finalmente, cuando faltaban solo tres minutos para el final del encuentro, Maschinot anotó el 4-1 final.

Los más de 4.000 espectadores fueron testigos del comienzo de una locura, aunque en aquel entonces, ellos no lo sabían. Ninguno de los dos equipos pudo avanzar a semifinales, ya que sucumbieron ante la poderosa Argentina. Como curiosidad, el arquero francés, Thépot, se lesionó en el primer tiempo, y fue reemplazado por un jugador de campo, Chantrel, por lo que Francia jugó todo el partido con 10 jugadores.

Años después, el estadio fue tirado abajo para alargar una avenida (!). Entre 2002 y 2006, un arquitecto de apellido Benech se puso a buscar el lugar exacto donde estaba Pocitos, y a pesar de la falta de registros oficiales (!), encontró la ubicación. Que lindo. Se determinó que Pocitos estaba en el cruce de la calles Charrúa y Coronel Alegre, además de que se encontró el arco donde se convirtió el primer gol, en lo que era una casa particular. Ahora hay un monumento.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Los 100 partidos más inolvidables en Mundiales, parte 1

Que cosa maravillosa la Copa del Mundo. El evento máximo no solo del fútbol, sino de todo el deporte. La competencia más vista del planeta. Todos la desean. Claro, ser brasileño o alemán te da cierta ventaja (?), pero todos podrían obtenerla. Pero solo unos pocos privilegiados han podido ganarla. Hasta el momento, se han disputado 20 Mundiales, en los que se han jugado 836 partidos. Bastante poco viendoló así, ¿no? Pero en todo este tiempo, han sucedido eventos inolvidables.

Yo, humildemente (?), decidí armar la lista con los partidos más inolvidables. Originalmente la lista iba a ser de 50 encuentros, o esa era mi idea. Cuando armé el primer padrón (?), aquel lejano 15 de junio (!), tenía 64 partidos, y tras ayuda de algunos conocidos, alcancé la cifra de 72. "Bueno, fue, hago la lista de 100 entonces", pero cuando la terminé, tenía 104 partidos, algunos de ellos muy "meh", así que la reduje a 75. Cuando iba terminando, volví a investigar, y logré alcanzar la cifra de 100 partidos. El 4 de septiembre fue la fecha en que terminé de escribir sobre el centenar de "matchs". Y aquí estamos, comenzando a publicar. Casi tres meses, en los que reconozco que no escribí todas las noches, claro está. Pero me llevó tiempo. Así que espero que disfruten esto, proporcionalmente a como disfruté la investigación, y proporcionalmente a la inversa de lo que me hizo sufrir (?) al escribir.

La cosa será así. 10 entradas con 10 partidos cada una, una por día. Calma, todas están programadas (?), así que irán apareciendo incluso si me muero, si me duermo, si me olvido, si encuentro algo mejor para hacer, o todo junto.

PUESTO NÚMERO 100
Cuba vs. Rumania (9 de junio de 1938)



Cuba: Ayra; Chorens, Barquín; Berges, Rodríguez, Arias; Fernández, Sosa, Socorro, Magriñá, Tuñas. DT: Tapia.
Rumania: Szádowsky; Felecan, Bürger; Bărbulescu, Rasinaru, Raffinsky; Dobay, Moldoveanu, Baratky, Bogdan, Prassler. DT: Săvulescu/Rădulescu.

Empezamos con algo que elegí porque no puede pasar por alto para mi, y es la participación cubana en el Mundial de 1938. ¿Cómo llegaron a un Copa del Mundo? Porque sus seis rivales abandonaron la eliminatoria antes de competir. ¿Hubiese clasificado si esto no pasaba? Imposible saberlo, aunque cierto es que era un equipo fuerte en aquellos años en la región. Algo parecido le pasó a Indias Orientales Neerlandesas, todos sus rivales abandonaron y quedaron clasificados al Mundial, donde caería 0-6 ante Hungría. Cuba, por su parte, debía enfrentarse ante Rumania. Un equipo de nivel medio en Europa, pero que siguiendo la lógica de aquellos años, por ser de dicho continente era mejor que vos (salvo que fueses Uruguay y tal vez Argentina o Brasil). La cosa es que ambos equipos eran una incógnita el uno para el otro. Incluso, resultaba llamativo que Cuba solo llevó 15 jugadores al Mundial.

Bueno, como fuese, si esperan saber algo del partido, olvidensé. No hay registros fílmicos de los goles. Pero si les puedo decir que aquel 5 de junio de 1938, Cuba y Rumania jugaron un gran partido. Bindea abrió el marcador a los 35 del primer tiempo, pero un minuto antes de que terminara la etapa inicial, empató Socorro. A los 24 del complemento, Magriñá sorprendió a todos en Toulouse y puso al frente a Cuba. Pero cuando la hazaña estaba casi consumada Baratky igualó el encuentro. Iban 43 del segundo tiempo. Fueron al alargue. Socorro puso el 3-2 para los caribeños a los 13 del primer suplementario, pero al minuto del segundo, Dobay puso pardas. Empataron, así que tenían que jugar de nuevo cuatro días después. Los europeos presentaron seis cambios, mientras que Cuba solo uno. ¿Cual? Cambió el arquero. Pero el motivo no fue que Carvajales se había comido tres goles y le dejaba su lugar al suplente Ayra. No. Carvajales pidió no jugar para poder comentar el partido por radio (!). Un medio cubano iba a cubrir el encuentro, y el tipo prefirió estar en la cabina antes que en la cancha.

A la hora del partido, Dobay adelantó a Rumania a los 35 minutos de la etapa inicial, pero Cuba hizo lo suyo (?). A los 6 del complemento, empató Socorro, y a los 12, Fernández anotó el gol del triunfo. Cuba escribió su página más gloriosa en cuanto a lo futbolístico, habían ganado un partido en un Mundial. Avanzaron a cuartos, donde se toparon con Suecia. Tuvieron que viajar hasta Antibes, a más de 500 kilómetros. Para ese partido no hubo transmisión radial, así que Carvajales volvió al arco. La suerte fue distinta. Suecia ganó 8-0, y el sueño cubano acabó. ¿Si hubiese atajado Ayra? Posiblemente hubiese pasado algo muy parecido.