viernes, 8 de agosto de 2025

Torneo Regional 85/86, su verdadera historia (parte III): El nacimiento del Nacional B y el camino al presente

La creación de una nueva división

Recorte de Armenio campeón, autohomenaje (?).
Link a las partes I y II.

Bueno, entonces, ¿cómo se armó el primer Nacional B? Repasemos rápidamente. El 16 de noviembre de 1985 en reunión en Mendoza, la Unión de Clubes Argentinos (UCA) aprobó un proyecto para la nueva organización del fútbol argentino, que contaba con una primera y una segunda división nacional y en la tercera ya corría un campeonato al estilo del Regional, con la Primera B de AFA (que pasaba a ser tercera división para los directamente afiliados) integrandosé en las fases finales, aportando cuatro equipos más los 12 clasificados del interior, disputando estos los Zonales (el campeón de la B subiría directamente a la nueva segunda categoría).

La nueva divisional estaría integrada por 20 equipos. Siete saldrían del torneo del primer semestre de 1986 de la Primera B. Luego el interior tendría 12 plazas. La vigésima plaza, sin mucha sorpresa, le correspondería al equipo que descendería de Primera al finalizar la temporada 85/86. Bueno, ¿y qué provincias/ligas tendrían las plazas del interior? Por historia, convocatoria y estadios con capacidad de al menos 15 mil espectadores, las elegidas fueron Chaco, Córdoba, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán, en tanto que Neuquén y Río Negro deberían enfrentarse por la última plaza. El 23 de enero AFA aprobó el proyecto de la UCA, pero con la salvedad de que excluyó a Santiago del Estero y a Santa Fe para darles las plazas a Corrientes y a Buenos Aires (esta última saldría de un mini torneo entre los representantes de Bahía Blanca, Junín, Mar del Plata, Olavarría, Pergamino, San Nicolás y Tandil). El 3 de marzo AFA se retractó (?) y le devolvió la plaza a Santiago del Estero, pero sin sacarselá a nadie. Y para que no quede un torneo impar, agregaron un 22° al nuevo Nacional B: un octavo equipo de Primera B. AFA, de paso, había decidido que los otros siete disputarían junto al segundo peor promedio de Primera un reducido por un lugar en la máxima divisional, que pasaría a tener 20 clubes.

Ya hecha esta humilde introducción con data que estaba en el anterior post (?), procedemos a continuar. En todas las provincias el representante saldría de la liga de su capital, con puntuales excepciones. El caso más obvio es Buenos Aires, en donde directamente se excluyó a la liga de La Plata, en tanto que en La Pampa el representante de Santa Rosa debería enfrentar al de General Pico. Mientras tanto, en la plaza patagónica (del norte), Neuquén si clasificaría a un equipo de su capital, caso contrario de Río Negro, que obviaría a Viedma para directamente mandar a un equipo de la liga de Cipolletti, que claramente era la más fuerte de la provincia.

Ahora solo queda repasar caso por caso. 194 equipos compitieron por 19 lugares (no digo 22 porque excluí las dos ligas que eligieron a dedo y el descenso de Primera). Empezaremos primero por las ligas que compitieron por su propia cuenta para determinar a sus representantes:

  • Corrientes:
    • Participantes: 10 equipos (Boca Unidos, Deportivo Mandiyú, Ferroviario, Huracán Corrientes, Libertad, Mburucuyá -de Mburucuyá-, Rivadavia, San Benito, Sportivo Corrientes, Villa Raquel).
    • Formato y resolución: Dos zonas, que se disputaron a ida y vuelta. Clasificaron a la final los ganadores de cada una, que fueron Mandiyú y Boca Unidos, en donde el primero ganó los dos partidos por 2-1.
    • Clasificado al Nacional B: Deportivo Mandiyú.
  • Jujuy:
    • Participantes: 8 equipos (Altos Hornos Zapla -de Palpalá-, Atlético Cuyaya, El Cruce, Gimnasia y Esgrima, Juventud Celulosa, Luján, Policial y Talleres -de Perico-).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a una vuelta, clasificando seis a la siguiente instancia (Luján y El Cruce afuera). Los sobrevivientes (?) repitieron formato para determinar al clasificado, pero hubo empate en el primer lugar entre Gimnasia y Talleres. Cada uno ganó de visitante (1-0 Gimnasia, 3-0 Talleres, no corría la diferencia de gol), así que se disputó un tercer encuentro en cancha neutral. Tras igualar 1-1, el “Lobo” se impuso 3-1 por penales.
    • Clasificado al Nacional B: Gimnasia y Esgrima.
  • Mendoza:
    • Participantes: 12 equipos (Andes Talleres -de Godoy Cruz-, Argentino -de San José-, Atlético Palmira -de Palmira-, Centro Deportivo Rivadavia -de Junín-, Deportivo Maipú -de Maipú-, Gimnasia y Esgrima, Godoy Cruz Antonio Tomba -de Godoy Cruz-, Guaymallén -de Rodeo de la Cruz-, Huracán Las Heras -de Las Heras-, Independiente Rivadavia, Luján Sport Club -de Luján de Cuyo-, San Martín -de Gral. San Martín-).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a una vuelta, clasificando los cuatro primeros a semifinales. Allí, Deportivo Maipú e Independiente Rivadavia eliminaron en partido único a Gimnasia y Huracán, respectivamente. En la final, Maipú ganó 3-1. Cómo Rivadavia fue primero de la fase regular, se jugó un segundo partido, que también ganaría el “Botellero”, esta vez por 2-0.
    • Clasificado al Nacional B: Deportivo Maipú.
    • Anécdota imperdible (?): Ya la conocen todos. Racing ganó el reducido de la Primera B de AFA a fines de 1985 y recién volvería competir en el segundo semestre de 1986. Desde Argentino de San José vieron esto como una oportunidad y le alquilaron el plantel completo para intentar la clasificación. Fue un fracaso. Terminaron 5° y no clasificaron a las semifinales, cuando con un empate en la última fecha les bastaba. Aquí sus estadísticas.
  • Salta:
    • Participantes: 10 equipos (Atlético Salta, Calchaquí, Central Norte, Gimnasia y Tiro, Juventud Antoniana, Libertad, Mitre, Pellegrini, San Martín y Villa San Antonio).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta. Central Norte y Juventud Antoniana igualaron en el primer puesto, así que jugaron dos partidos de desempate. El primero terminó 0-0 y el segundo fue triunfo “azabache” por 5-1
    • Clasificado al Nacional B: Central Norte.
  • San Juan:
    • Participantes: 8 equipos (Colón Juniors, Independiente Villa Obrera -de Chimbas-, Juventud Alianza -de Santa Lucía-, San Martín, Sportivo Desamparados, Sportivo Peñarol -de Chimbas-, Trinidad y Unión -de Villa Krause-).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a una vuelta, clasificando los cuatro primeros a semifinales. Allí, Unión y San Martín eliminaron en partido doble a Colón y Trinidad, respectivamente. En la final, Unión ganó 4-3 la revancha tras igualar 1-1 la ida. Cómo San Martín fue primero de la fase regular, se jugó una segunda serie, que también ganaría el “Azul”, nuevamente igualando 1-1 la ida y ganando 2-1 la vuelta.
    • Clasificado al Nacional B: Unión.
  • Santiago del Estero:
    • Participantes: 10 equipos (Central Argentino -de La Banda-, Central Córdoba, Clodomira -de Clodomira-, Comercio Central Unidos, Estudiantes, Güemes, Mitre, Sarmiento -de La Banda-, Unión Santiago y Villa Unión -de La Banda-).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta. Central Córdoba y Mitre igualaron en el primer puesto, por lo que jugaron un partido desempate que ganó el “Ferroviario” por 3-2.
    • Clasificado al Nacional B: Central Córdoba.
  • Resistencia:
    • Participantes: 10 equipos (Central Norte Argentino, Chaco For Ever, Don Orione -de Barranqueras-, Estudiantes, Fontana -de Fontana-, Independiente de Tirol -de Puerto Tirol-, Regional, Resistencia Central, Sarmiento y Villa Alvear).
    • Formato y resolución: Dos zonas, que se disputaron a ida y vuelta. Clasificaron a la final los ganadores de cada una, que fueron Chaco For Ever y Regional. Allí, el “Albinegro” ganó 6-2 la ida e igualó 1-1 la revancha.
    • Clasificado al Nacional B: Chaco For Ever.
  • Tucumán:
    • Participantes: 16 equipos (Almirante Brown -de San Isidro de Lules-, Argentinos del Norte, Atlético Concepción -de Banda del Río Salí-, Atlético Tucumán, Central Norte, Concepción FC -de Concepción-, Deportivo Aguilares -de Aguilares-, Famaillá -de Famaillá-, Jorge Newbery -de Aguilares-, Juan Manuel Terán -de Aguilares-, Ñuñorco -de Morteros-, San Juan -de Ingenio San Juan-, San Martín, San Pablo -de San Pablo-, Sportivo Guzmán y Unión Aconquija -de Yerba Buena-).
    • Formato y resolución: Dos zonas, que se disputaron a ida y vuelta. Clasificaron a las semifinales los dos primeros de cada una. Allí, Atlético Concepción y San Martín eliminaron en partido doble a Central Norte y Atlético Tucumán, respectivamente. En la final, el “León” ganó ambos partidos (4-1 y 3-2).
    • Clasificado al Nacional B: Atlético Concepción.

Ahora repasaremos las tres plazas que debían definirse mediante enfrentamientos interligas:

  • La Pampa: Final entre equipos de dos ligas.
      • Santa Rosa
    • Participantes: 5 equipos (All Boys, Atlético Santa Rosa, Banco de La Pampa, General Belgrano y General San Martín -de General San Martín-).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta. All Boys terminó primero y clasificó a la final provincial.
      • General Pico
    • Participantes: 11 equipos (All Boys -de Trenel-, Alvear FC -de Intendente Alvear-, Benjamín Matienzo, Costa Brava, Deportivo Argentino -de Quemú Quemú-, Ferro Carril Oeste, Ferro Carril Oeste -de Intendente Alvear-, Ferro Carril Oeste -de Realicó-, Pico FC, Sportivo Independiente y Sportivo Realicó -de Realicó-).
    • Formato y resolución: Dos zonas, una para los equipos de la capital y otra para los del interior. Sin mayor información a su resolución, el clasificado fue Ferro (de Pico).
      • Final
    • A doble partido, Ferro se impuso tras empatar la ida como local 1-1 y ganar la revancha en condición de visitante por 1-0.
    • Clasificado al Nacional B: Ferro Carril Oeste.
  • Patagonia: Final entre equipos de dos ligas.
      • Neuquén
    • Participantes: 4 equipos (Alianza -de Cutral Có-, Independiente, Plaza Huincul -de Plaza Huincul- y Unión -de Zapala-).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta. Independiente terminó primero y clasificó a la final provincial.
      • Cipolletti
    • Participantes: 12 (Alto Valle -de Allen-, Atlético Regina -de Villa Regina-, Cinco Saltos -de Cinco Saltos-, Cipolletti, Círculo Italiano -de Villa Regina-, Deportivo Roca -de General Roca-, Fernández Oro -de Fernández Oro-, Obrero Dique -de Barda del Medio-, San Martín, Santa Rosa -de Cinco Saltos-, Unión Alem Progresista -de Allen-, Unión Deportiva Catriel -de Colonia Catriel-).
    • Formato y resolución: Dos zonas, que se disputaron a ida y vuelta. Sin mayor información a su resolución, el clasificado fue Cipolletti.
      • Final
    • A doble partido, cada equipo defendió su localía ganando 2-1. Se jugó un desempate que ganó Cipolletti por 3-0.
    • Clasificado al Nacional B: Cipolletti.
  • Buenos Aires: Torneo reducido entre equipos de siete ligas.
      • Bahía Blanca
    • Participantes: 7 equipos (Liniers, Olimpo, Puerto Comercial -de Ingeniero White-, Rosario Puerto Belgrano -de Punta Alta-, Sansinena -de General Cerri-, Sporting -de Punta Alta- y Villa Mitre).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta, clasificó Olimpo.
      • Junín
    • Participantes: 15 equipos (Ambos Mundos, Belgrano -de Morse-, Buenos Aires al Pacífico, Defensa Argentina, El Linqueño -de Lincoln-, Independiente, Jorge Newbery, Mariano Moreno, Origone -de Agustín Roca-, Rivadavia, Rivadavia -de Lincoln-, River, Sarmiento, Sportivo Baigorrita -de Baigorrita- y Villa Belgrano).
    • Formato y resolución: Sin mayor información a su resolución, el clasificado fue El Linqueño.
      • Mar del Plata
    • Participantes: 5 equipos (Alvarado, Círculo Deportivo -de Comandante Otamendi-, Kimberley, Peñarol y Quilmes).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta, clasificó Peñarol.
      • Olavarría
    • Participantes: 4 equipos (El Fortín, Estudiantes, Ferro y Racing).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta, clasificó Racing.
      • Pergamino
    • Participantes: 10 equipos (Argentino -de Alfonzo-, Argentino, Compañía General -de Salto-, Douglas Haig, Juventud, Juventud Obrera -de Manuel Ocampo-, Provincial, Racing, Sports y Tráfico's Old Boys).
    • Formato y resolución: Sin mayor información a su resolución, el clasificado fue Douglas Haig.
      • San Nicolás
    • Participantes: 12 equipos (12 de Octubre, Argentino Oeste, Atlético Paraná, Belgrano, Boulevard -de General Rojo-, Defensores de Belgrano -de Villa Ramallo-, La Emilia -de La Emilia-, Los Andes -de Villa Ramallo-, Regatas, Social -de Ramallo-, SOMISA y Teatro Municipal).
    • Formato y resolución: Dos zonas de seis equipos. Sin mayor información a su resolución, el clasificado fue Argentino Oeste.
      • Tandil
    • Participantes: 6 equipos (Ferro, Gimnasia, Grupo Universitario, Independiente, Jorge Newbery y Santamarina).
    • Formato y resolución: Todos contra todos a ida y vuelta, clasificó Jorge Newbery.
      • Fase final
    • Los siete clasificados disputaron un mini certamen de eliminación directa a doble partido. A la final llegaron Douglas Haig y Olimpo, tras eliminar en semifinales a Racing y a Argentino Oeste (este último había salteado la primera fase por sorteo), respectivamente. El conjunto bahiense ganó 1-0 la ida en condición de local, mientras que el de Pergamino venció en la revancha en su casa por 2-1. Se disputó un duelo desempate en Tandil, donde se impuso el “Fogonero” por 1-0.
    • Clasificado al Nacional B: Douglas Haig.

Nos faltan dos plazas del interior al nuevo Nacional B, Córdoba y Posadas. Estas dos eligieron a sus representantes a dedo, que fueron Belgrano y Guaraní Antonio Franco. El primer caso ya lo contamos en el anterior post, pero lo repasamos aquí sin ningún problema (?). El 11 de abril de 1986, dos días antes de la primera final del Regional, la Asociación Cordobesa de Fútbol emitió la resolución 150 en la que elegía a Belgrano como su representante. Se esgrimió falta de tiempo para organizar un certamen clasificatorio (el 13 de junio debía estar el representante), además de que el "Pirata" estaba por disputar una final de un torneo nacional y a punto de debutar en la Liguilla Pre Libertadores. Hacerlo jugar sobre la hora un torneo de semejante envergadura a un Belgrano campeón de los últimos seis torneos locales para determinar si clasificaba al nuevo torneo de AFA o si seguía vagando en la liga local podría haber sido un gran dolor de cabeza para los dirigentes cordobeses, y prefirieron evitarseló. Había, igualmente, cuatro postulados para la plaza: Belgrano, Unión San Vicente y los riocuartenses Estudiantes y Atenas. La ACF desechó a los del sur por no tener un estadio acorde a las capacidades mínimas exigidas por AFA para la nueva divisional (contaban con uno de siete mil ubicaciones) y “limpió” al elenco naranja por presentar su postulación fuera de término. Belgrano adentro.

Ni siquiera se jugó la liga cordobesa en el 86, sino que directamente se jugó un Provincial de 24 equipos. Divididos en cuatro zonas, clasificaron 16 a la siguiente instancia, donde fueron reubicados en dos grupos. De allí, los dos primeros de cada uno avanzaron a los playoffs en busca del título y de dos plazas al nuevo Torneo del Interior, tercera división del fútbol argentino. En tanto, los 3° y 4° jugarían por dos plazas más al “ex Regional”. Por si quieren saberlo, el campeón fue Estudiantes de Río Cuarto, que venció en la final a Argentino de Marcos Juárez, ambos clasificaron al TDI. Los otros dos que entraron fueron Deportivo Colón de Córdoba y Sportivo Belgrano de San Francisco.

En tanto, la elección misionera fue sencilla y sin tantas vueltas. Guaraní Antonio Franco, que había ganado 26 de las 52 ligas posadeñas disputadas hasta ese momento, era el único en condiciones de afrontar el nuevo torneo. La nueva edición liguera se disputó con los otros siete equipos que pertenecían a la divisional (Atlético Candelaria -de Candelaria-, Atlético Posadas, Bartolomé Mitre, Huracán, Independiente, Jorge Gibson Brown y Luz y Fuerza), con la idea de clasificar representantes al Torneo del Interior.

Momento de las plazas afistas. La Primera B de 1986 contó con 22 participantes (All Boys, Almirante Brown, Argentino -de Rosario-, Atlanta, Banfield, Colón, Defensa y Justicia, Defensores de Belgrano, Deportivo Armenio, Deportivo Italiano, Deportivo Morón, El Porvenir, Estudiantes -de Caseros-, Lanús, Los Andes, Nueva Chicago, Quilmes, San Miguel, Tigre y Villa Dálmine) que fueron divididos en dos zonas, en donde jugarían a ida y vuelta. Los cuatro mejores de cada una asegurarían su lugar en el nuevo Nacional B, pero además, todos excepto el peor 4° jugarían junto al penúltimo peor promedio de Primera con el 20° lugar en la máxima categoría en la temporada 86/87. Finalmente, los clasificados a la nueva divisional fueron Los Andes, Italiano, Defensa y Justicia y Lanús por un lado, y Banfield, Tigre, Armenio y Colón por el otro. Por el lugar en Primera quedó afuera el “Sabalero” y su lugar lo tomó Huracán. Chacarita terminó último en los promedios y descendió directamente al Nacional B. El “Globo” tendría una nueva oportunidad. Este reducido se jugó por eliminación directa a ida y vuelta, pero siempre en cancha neutral. Huracán alcanzó la final, donde se enfrentó a Italiano. Cada equipo ganó un partido, por lo que se disputó un tercero, en cancha de Vélez. Allí empataron 2-2 y por penales Italiano se impuso por 4-2, ascendiendo de esta forma a Primera y condenando a Huracán a su primer descenso.

Pasando en limpio: Atlético Concepción, Banfield, Belgrano, Central Córdoba (Santiago), Central Norte, Chacarita, Chaco For Ever, Cipolletti, Colón, Defensa y Justicia, Deportivo Armenio, Deportivo Maipú, Deportivo Mandiyú, Douglas Haig, Ferro (Gral. Pico), Gimnasia (Jujuy), Guaraní Antonio Franco, Huracán, Lanús, Los Andes, Tigre y Unión (Villa Krause), estos 22 equipos fueron los que disputaron el primer Nacional B, que arrancó el 19 de julio de 1986. Armenio fue el campeón y subió a Primera, mientras que Banfield ganó el segundo ascenso al vencer en la final del reducido a Belgrano. Justamente estos equipos terminaron en los tres primeros puestos del certamen y por ello pudieron disputar la Liguilla Pre Libertadores 87 junto a Newell’s, Independiente, Boca, Racing y Ferro, que fueron los cinco mejores del campeonato de Primera exceptuando al campeón, que fue Rosario Central. El Nacional B siguió alimentando a la Liguilla con participantes en 1988 y 1989, aunque en ambos casos solo fue el campeón quien accedió allí.

En cuanto al descenso, bajaron por promedios tres equipos. ¿Por qué promedios? Porque a los equipos provenientes de la Primera B se les respetaron los puntos ganados en la divisional cuando era segunda división. Unión de Villa Krause y Atlético Concepción descendieron directamente, mientras que Central Norte, Chacarita y Gimnasia de Jujuy tuvieron que jugar un triangular para determinar el tercer descenso. Curiosamente, todos los partidos terminaron empatados, así que se recurrió a los partidos entre sí durante el certamen, lo que determinó el descenso del elenco salteño.

En cuanto al Torneo del Interior, este clasificó a 12 equipos a los Zonales, dos por cada región. Estos fueron Argentino Oeste, Atlético Tucumán, Colegiales de Villa Mercedes, Deportivo Roca, Estudiantes de Río Cuarto, Gimnasia de Mendoza, Grupo Universitario, Independiente Rivadavia, Racing de Trelew, San Martín de Tucumán, Sarmiento de Resistencia y Sauce de Colón (Entre Ríos). A ellos se le sumaron cuatro equipos de la Primera B, Almirante Brown, Estudiantes de Caseros, Arsenal y Villa Dálmine. Quilmes, campeón de la categoría metropolitana, ascendió directamente al Nacional B 87/88. Estos otros 16 equipos que disputaron los Zonales fueron en búsqueda de los otros dos ascensos a eliminación directa. Quienes los ganaron fueron Atlético Tucumán y Almirante Brown. A partir de la siguiente temporada, los tres ascendidos se sumaban al reducido por el segundo ascenso a Primera. En 1988 se dio por única vez que un equipo ganador del Zonal pasó directamente a Primera, logro alcanzado por San Martín de Tucumán. Esto sería así hasta la temporada 92/93, cuando a los equipos del Zonal se los excluyó de esta instancia, permaneciendo solo el campeón de la Primera B. Pero ya iremos más allá con esa historia.

Contando la edición de 2025, la B Nacional se jugó en 41 oportunidades. Tuvo 29 cambios de formato (en este post de comienzos de 2023 iban 27). Algunos muy grandes, lo repasaremos.

¿Sirvió esta nueva divisional? Había que integrar al interior de alguna forma. Pero de esta manera, lo que se hizo fue que los principales clubes de las provincias lucharan para jugar un torneo de ascenso contra equipos de segunda o tercera línea de AFA, en lugar de poder acceder de forma más directa a Primera. Por ejemplo, Belgrano nunca jamás descendió en Liga Cordobesa, y después de ganar siete títulos en fila se encontró jugando en una segunda división. Hay muchas formas de verlo a esto, yo considero, con el diario del lunes, que no se eligió la mejor opción. Opción que, vale recordar, fue aprobada en el seno de la UCA. Pareció como un gusto a derrota.

¿Cómo se llegó a la Primera Nacional?

Belgrano volvería a ser campeón en 2022,
al ganar de punta a punta el certamen de la “B” (vía).
Para la temporada 96/97 el Nacional B sufrió una profunda modificación, y no solo fue el pasar a llamarse “Primera B Nacional”, sino que abandonó el formato de 22 equipos jugando todos contra todos para ser un certamen con 32 participantes (!), además de que pasó a disputarse con los clubes metropolitanos por un lado y los del interior por el otro.

Las malas lenguas dicen que todo esto fue para darle una mano a Arsenal, que estaba muy comprometido con el descenso, tanto así que el equipo de Sarandí terminó penúltimo en los promedios. Debe haber sido casualidad (?). Junto a Almirante Brown y a Tigre les correspondía bajar de categoría, y de no haber pasado la reestructuración hubiesen sido reemplazados por Italiano (campeón de la B), Juventud Antoniana (campeón de la primera edición del Argentino A) y Estudiantes de Caseros (ganador del reducido de la B). Pero había que agregar 10 equipos más para llegar a la cifra elegida, y la distribución era 50-50. Con los ascensos de Huracán Corrientes y de Unión a Primera más los descendidos ya mencionados, quedaban ocho afistas y nueve indirectamente afiliados en la divisional. Con los promocionados desde la tercera categoría, la cuenta daba 10 y 10. El objetivo era 16 por lado (y había que tener en cuenta los relegados desde la A, que se iba a definir sobre la hora).

Para el lado del interior, fue bastante a dedo la cosa. Primero, se eligió a Cipolletti, subcampeón del Argentino A, para ser ascendido. Tenemos 11 equipos. El 12° también fue elegido a dedo, Chaco For Ever, por historia y recaudación. Para las otras cuatro plazas no se eligió un club puntual sino que se le dio un lugar a una liga y esta definió su representante. Mar del Plata y Bahía Blanca tendrían su lugar si o si en la nueva B Nacional, mientras que Entre Ríos (Paraná vs. Concepción del Uruguay) y Santiago del Estero deberían cruzar los dedos para que los descensos desde Primera fuesen para equipos afistas y no del interior que ocuparan las plazas.

Por Mar del Plata se enfrentaron a doble partido Aldosivi y Alvarado, ambos participantes del Argentino A. Ambos encuentros los ganó el “Tiburón” por 2-0, por lo que ascendió. En Bahía Blanca también se enfrentaron los equipos de la tercera divisional, Olimpo y Villa Mitre. Cada uno ganó un partido (1-0 y 2-1, respectivamente), por lo que se jugó un desempate, en donde se impuso el “Aurinegro” por 2-0

Ya con Aldosivi y Olimpo en la B, faltaba las otras dos plazas. Por Santiago del Estero no se jugó nada y se eligió a dedo a Central Córdoba, que había disputado el Argentino B pero no llegó a las semifinales. La plaza entrerriana fue un duelo interliga entre Patronato y Gimnasia, en donde este segundo elenco ganó ambos partidos por 2-1, pero tuvo que esperar, al igual que los santiagueños. La prioridad la tenían los entrerrianos, que con un solo descenso “metropolitano” desde Primera les alcanzaba para ser promovidos. Central Córdoba, en cambio, necesitaba dos de estos. El 11 de agosto, Argentinos Juniors quedó condenado, por lo que el equipo de Concepción del Uruguay accedió a la B Nacional. Lamentablemente para el “Ferroviario”, en esa misma jornada, la penúltima del Clausura 96, Ferro y Colón aseguraron su permanencia y el segundo descenso sería un mano a mano entre Belgrano y Gimnasia de Jujuy, por lo que sus aspiraciones expiraron (finalmente, quien bajó a la B fue el equipo de Córdoba).

Por el lado de los directamente afiliados, luego de los ascensos de Italiano y Estudiantes, se decidió tomar a todos los equipos de la Primera B que no hubiesen tenido que jugar el reducido por la permanencia contra equipos de la C (o sea, se excluyó a Colegiales y a Cambaceres) y hacerlos disputar un torneo reducido junto a los tres descendidos del Nacional B, que los recordamos, fueron Almirante Brown, Arsenal y Tigre.

Para la primera fase se salteó Almagro, que había perdido las finales de ambos ascensos. Los otros 14 equipos se eliminaron a doble partido. Aquí se impusieron Argentino (Rosario), Defensa y Justicia, Defensores Unidos, San Miguel, Sarmiento, Temperley y Tristán Suárez por sobre Deportivo Laferrere, Argentino de Quilmes, Talleres (Remedios de Escalada), Defensores de Belgrano, Deportivo Armenio, Dock Sud y El Porvenir, respectivamente.

Ya en la segunda fase, vencieron Almagro, San Miguel, Sarmiento y Temperley a Defensores Unidos, Tristán Suárez, Defensa y Justicia y Argentino, respectivamente. Pero además hay que decir que Tristán Suárez igualmente clasificó, por ser el mejor equipo en la tabla general entre los cuatro derrotados. Una especie de “lucky loser”.

En la instancia final se sumaron los tres “semi descendidos”. Los cuatro ganadores si o si jugarían en la B Nacional. Pero en caso de necesitar cubrir más cupos (esto si uno o los dos descensos desde Primera fueran para el interior), estos se harían con el finalista derrotado mejor ubicado en la tabla general. ¿Cómo se definió?

  • Almagro derrotó en sus dos encuentros a Temperley (2-0 y 6-1).
  • Almirante Brown se impuso ante Tristán Suárez (ganó de visitante 3-1 y perdió 1-2 de local).
  • Arsenal también salvó la categoría al vencer a San Miguel por 2-1, tras igualar en cero en la ida.
  • Sarmiento fue el cuarto ascendido al vencer 3-1 de visitante a Tigre, luego de empatar 1-1 el primer partido. Así, el equipo de Victoria fue el único que descendió a la B Metropolitana.

Con el descenso de Argentinos Juniors, la posibilidad de un sexto ascenso (que le correspondía a San Miguel) se esfumó. Pero ante la pérdida de categoría de Belgrano, se activó la promoción para Temperley, el finalista con mejor ubicación en la tabla general.

Pasando en limpio, la extensa lista de participantes de la primera edición de la B Nacional fue Aldosivi, All Boys, Almagro, Almirante Brown, Argentinos Juniors, Arsenal, Atlanta, Atlético de Rafaela, Atlético Tucumán, Belgrano, Central Córdoba (Rosario), Chacarita Juniors, Chaco For Ever, Cipolletti, Deportivo Italiano, Deportivo Morón, Douglas Haig, Estudiantes (Caseros), Gimnasia y Esgrima (Concepción del Uruguay), Gimnasia y Tiro, Godoy Cruz, Instituto, Juventud Antoniana, Los Andes, Nueva Chicago, Olimpo, Quilmes, San Martín (San Juan), San Martín (Tucumán), Sarmiento (Junín), Talleres (Córdoba) y Temperley.

¿Cómo se jugó? Interior y Metropolitanos por cada lado, en donde se dividieron a los equipos en dos zonas, en donde jugaron a ida y vuelta más un duelo interzonal. Los tres primeros de cada zona clasificaron a la Etapa Campeonato, en tanto que los cuatro 4° jugaron un “desempate” por dos puestos más en dicha instancia. Los perdedores y el resto, a la Etapa Permanencia. Los 14 clasificados por el Campeonato fueron All Boys, Almagro, Argentinos Juniors, Atlético de Rafaela, Belgrano, Central Córdoba (Rosario), Deportivo Morón, Gimnasia y Tiro, Godoy Cruz, Los Andes, Olimpo, Quilmes, San Martín (San Juan) y Talleres (Córdoba). Jugaron todos contra todos a dos vueltas, terminando primero Argentinos, que así salió campeón y ascendió. Los equipos que terminaron del 2° al 5° puesto (Talleres, Godoy Cruz, Gimnasia y Tiro y Belgrano) accedieron al reducido por el segundo ascenso.

Los restantes 18 equipos disputaron la Permanencia. Divididos nuevamente en Interior y Metropolitanos, se enfrentaron todos contra todos a ida y vuelta. Los dos primeros de cada zona (Chaco For Ever, Cipolletti, Nueva Chicago e Italiano) clasificaron al reducido. En tanto, de estos 18 equipos, los dos peores promedios de cada afiliación descendieron. Esto le tocó a Juventud Antoniana y Gimnasia de Concepción del Uruguay por el interior y a Sarmiento y Temperley por el lado metropolitano. Finalmente, los ochos equipos que disputaron el reducido se fueron eliminando hasta que Gimnasia y Tiro le ganó la final a Talleres por penales, logrando así el segundo ascenso.

A partir de aquí, empezó el descontrol (?) y se dieron la gran mayoría de los 29 cambios de formato dentro de las 41 ediciones de la B Nacional. Para la edición 97/98 se unificaron los dos grupos iniciales de las zonas Interior y Metropolitana, mientras que a la Etapa Campeonato accedieron 16 equipos en lugar de 14, también modificandosé esta instancia, ya que fueron dos zonas y una final, aquella que Talleres le ganó a Belgrano. El reducido lo jugaron justamente el “Pirata” junto a cuatro equipos más del Campeonato más dos de la Permanencia, ganandoló el elenco cordobés. En la temporada 98/99, que contó con 33 equipos, la fase final fue simplemente dos clasificados por lado jugando semis y final, instancia que ganó Instituto, en tanto que al reducido clasificaron todos los equipos restantes (!) excepto cinco (cuatro eran los que descendieron).

Para el comienzo de la temporada 99/00 (34 participantes) AFA aceptó el error e hizo algo que hoy parece imposible. Planteó una reducción de equipos en la divisional (y la cumplió). En este campeonato serían seis los descensos, y en los dos siguientes serían siete para cada una. Así, en la 00/01 hubo 30 equipos, en la 01/02 fueron 25 (aquel del ascenso de Olimpo y sus posteriores seis meses sin jugar), y finalmente, en la 02/03 hubo 20 equipos en la B, algo que se mantuvo por bastante tiempo, tiempos mejores sin duda (?). Para 2013 aumentaría el cupo a 22, número que se mantuvo a pesar de los 10 ascensos a Primera en 2014. En 2016 llegarían momentos extraños (?), con un certamen de 46 fechas en la temporada 16/17 (23 equipos) y luego uno de 25 en la 17/18 (25 participantes). En 2019, inflación de equipos

La temporada 18/19 no parecía ser muy distinta. De hecho, se estaba jugando de igual manera que la anterior. Pero pasaron cosas. Claudio “Chiqui” Tapia no llevaba dos años en el cargo de la presidencia de AFA pero ya comenzó a tener sus primeros delirios de poder (?) cuando el 20 de diciembre de 2018, con la temporada a la mitad, se cambió el reglamento de la Primera B Metropolitana. Esto no sería nada relevante para nosotros si no fuera porque la divisional pasó de tener dos ascensos a cinco en un santiamén. En tanto, el Federal no tuvo modificaciones, o sea que siguió con sus dos equipos promocionados a la B. La idea de esto era para que la B pase a tener 32 equipos (recordar que a Primera subían dos y desde ella descendían cuatro). Esto se podría considerar como un exceso por parte de los dirigentes de los clubes directamente afiliados, hasta una especie de “vendetta” por la cantidad de ascensos que tuvo el interior en 2014 (ya lo repasaremos). El boletín en el que se dio a conocer esta medida es muy gracioso que se menciona que para la temporada 24/25 Primera División y B Nacional tendrían 22 equipos cada una. Bueno, estando en 2025, ambas categorías cuentan con 30 y 36 participantes, respectivamente. Como fuese, Barracas Central, el equipo del Chiqui Tapia, fue campeón de la B Metro y ascendió a la B junto a Atlanta, Estudiantes de Caseros, el también polémico Riestra y All Boys, este último lo hizo mediante el reducido. Por el lado del interior, el campeón del Federal A fue Estudiantes de Río Cuarto (a un jugador de ese plantel “se le filtró” un audio donde contaba que el ascenso estaba arreglado), mientras que el reducido por el segundo ascenso lo ganó Alvarado de Mar del Plata, ¿y saben que? También fue polémico. Muy mucho eh. En la final vencieron al conjunto tucumano de San Jorge, cuyos jugadores se sentaron en medio de la revancha por considerar que estaban siendo robados. El partido se dio por terminado y el “derrotado” fue descendido a su liga de origen como castigo. Al día de hoy no han vuelto a competir en el fútbol masculino.

La B Nacional en la temporada 19/20 pasó a llamarse Primera Nacional (aunque nadie la llama así). ¿Nombre mufa? Su primera edición con la nueva denominación no concluyó por la pandemia. Vinieron las suspensiones de los descensos, una decisión lógica. Pero se sostuvo en el tiempo. La B pasó a 35 equipos en 2021, 37 en 2022 y 2023, y 38 en 2023 y 2024. Pero ojo, 36 en 2025. Por algo se empieza (?).

Y en todos estos años, ¿ha cambiado algo debajo de la B Nacional? Pues sí.

¿Cómo se llegó al Federal A?

Foto de la sentada de los jugadores de San Jorge (vía).
Algo que parece que ha quedado tapado por el cruel paso del tiempo es cuando en diciembre de 1993 Grondona anunció que equipos del interior se sumarían a la B Metropolitana. Esto, sin lugar a dudas, hubiese cambiado TODO. O quizás no, pero ahora está de moda el sensacionalismo. Yo sé que empezar el repaso de “los cambios en las categorías por debajo de la B” con algo que en realidad no llegó a pasar parece una tomada de pelo, pero creanmé que no lo es.

En junio de 1993 se decidió eliminar los torneos Zonales, a pedido tanto del Consejo Federal como de la Primera B. Por lo tanto, desde la temporada 93/94 los tres ascensos se definirían distinto. Por un lado, el campeón de la Primera B subiría directo. También lo haría el campeón del Torneo del Interior, que ahora en lugar de tener 12 clasificados al Zonal tendría seis semifinalistas y dos finalistas, como el Regional 85/86. Y el tercer ascenso sería para… el ganador del reducido de la B. Así es, el interior quedaba con un solo ascenso, sin posibilidad de nada más. Con los Zonales, podían subir dos equipos (pasó dos veces), como podía subir uno solo (sucedió en cuatro ocasiones), y también podía pasar que los metropolitanos se quedaran con todos los ascensos (esto se dio en una ocasión). ¿Era negocio? A priori no parece.

Pero en la edición del 6 de diciembre del 93 de Sólo Fútbol, en un pequeño recuadro perdido entre las hojas (?), Grondona hizo un anuncio impactante. A partir de la temporada 94/95, equipos del interior se integrarían a la Primera B Metropolitana. La intención era la de incorporar a aquellas ligas sin lugar en el Nacional B pero que contaran con equipos importantes en cuanto a infraestructura y apoyo popular. En el momento que surgió la idea, habían quedado pocas ligas representadas en la segunda división: Córdoba, Tucumán, Jujuy, Resistencia, Pergamino y Rafaela (Santa Fe, Rosario y Junín también estaban presentes, pero con equipos directamente afiliados a AFA).

¿Alvarado y Menotti? Gran historia de un resonante fracaso.

Si bien desde el Consejo Federal esta idea tenía el visto bueno, en la rama metropolitana no estaban contentos. Daniel Gutiérrez, presidente de Tigre y titular de la mesa directiva de la B, expresó que “este campeonato llevará a varias instituciones de la divisional a la ruina económica”. Además, los equipos de la divisional exigían que no querían ceder “derechos”, esto refiriendosé a que no querían perder los dos ascensos para los equipos metropolitanos. Si eso no se tocaba, estaban dispuestos a escuchar. Aún así, José Camino, vicepresidente primero del Consejo Federal, expresó que los clubes de la Primera B habían dado el visto bueno. También explicó que la idea era que en la categoría participen 36 equipos (los 18 de la B Metro y 18 del interior). Otra cosa curiosa es que el Torneo del Interior seguiría existiendo, y seguiría clasificando a su campeón al Nacional B.

Tras idas y venidas, rumores y lobby, Sólo Fútbol publicó en julio del 94 lo que era el borrador de la categoría. El torneo pasaría a llamarse Primera B Federal. Las 18 ligas elegidas para participar iban a ser Bahía Blanca, Catamarca, Cipolletti, Comodoro Rivadavia, Formosa, La Pampa (sin aclarar si era General Pico, Santa Rosa o una final entre ambas), La Rioja, Mar del Plata, Necochea, Neuquén, Olavarría, Paraná, Posadas, Resistencia, Río Gallegos, Río Grande, San Juan, San Luis y Tandil. Cada liga determinaría a su representante, ya sea por torneo o por invitación. Un detalle muy importante es que estamos ubicados en julio y todavía no había nada definido, así que básicamente se tenía que recurrir a invitación (y de paso, evitar “sorpresas” como cuando se armó el Nacional B).

En cuanto al formato, los clubes serían divididos en dos zonas, una metropolitana y otra para el interior. Cada zona se dividiría en dos grupos. Los ganadores de cada uno disputarían la final de cada zona, ascendiendo los dos vencedores al Nacional B. Los perdedores jugarían un mano a mano por el tercer ascenso. Había un cuarto ascenso a definir mediante liguilla, que incluiría al perdedor del ascenso número tres, a tres equipos de cada zona y al campeón del Torneo del Interior (aquí contradiciendo lo expresado meses antes por Camino). Serían tres los descensos, sin especificar cómo se definirían, pero aclarando que si le tocaba a un metropolitano, este pasaría a la Primera C, mientras que si le correspondía a uno del interior, este debería revalidar su lugar contra un equipo de su liga, para que esta no pierda la plaza.

¿Y qué pasó? La idea se esfumó. A principios de agosto, la Primera B Metropolitana se sorteó con sus 18 equipos, y a mediados de septiembre salió el fixture del Torneo del Interior 94/95. Todo seguiría como estaba… por poco tiempo. La idea quedó dando vuelta. El 28 de julio de 1995 se confirmó que habría algo parecido a la Primera B Federal para la temporada 95/96. Habían nacido los Torneos Argentinos.

Unos días antes, en Sólo Fútbol salía casi desapercibido un recuadro que contaba de esta modificación. Hablaba de un nuevo “Torneo del Interior”, dividido en dos grupos de 32 equipos. En el grupo A estarían los clubes de mayor convocatoria y “mérito deportivo”, mientras que en el B estaría el resto. Los equipos del “A” podrían subir al Nacional B. Esto no sería más que el borrador de los Torneos Argentinos A y B.

Finalmente, el Consejo Federal aprobó este certamen, que causó el final del Torneo del Interior en los papeles, aunque en la práctica pasó de tercera a cuarta división y tuvo un cambio de nombre. Para el Argentino A clasificaron 32 equipos, algunos elegidos a dedo y otros por la vía deportiva. Las ligas de Bahía Blanca, Cipolletti, Mar del Plata, Mendoza, Salta y San Juan recibieron dos plazas para la nueva competencia, mientras que Catamarca, Comodoro Rivadavia, Concepción del Uruguay, Concordia, Córdoba, Formosa, General Pico, La Rioja, Necochea, Paraná, Posadas, Resistencia, Río Cuarto, San Rafael, Santa Rosa, Santiago del Estero, Tandil, Trelew, Tucumán y Viedma recibieron un cupo. Estos serían divididos en cuatro zonas según criterios geográficos. En tanto, el Argentino B lo disputarían equipos de 121 ligas, con grupos y eliminación directa. El Argentino A originalmente iba a dar un solo ascenso al Nacional B (la Primera B Metro seguía con dos), mientras que desde el Argentino B subirían dos, con la aclaración de que ambos campeones jugarían la fase final del Argentino A en busca de subir a la segunda categoría.

La primera temporada vio como campeón a Juventud Antoniana, que tras empatar en cero de local ante Cipolletti en la final dio la nota y ganó 1-0 de visitante, para así consagrarse y ascender a la B. Después pasarían las cosas que ya repasamos y hubo ascensos a mansalva, pero bueno. En tanto, descendieron Andino y Estación Quequén (este último tras abandonar el certamen después de la primera fase). Mientras tanto, en el Argentino B los campeones fueron Mataderos de Necochea y Almirante Brown de Arrecifes.

Ante la reestructuración de Primera División de 2015 (que ya repasaremos), las categorías del ascenso tuvieron también sus cositas (?). Primero, lo obvio, los cambios de nombre. Los Torneos Argentino A y B y el Torneo del Interior (si, ya va) pasaron a ser los Torneos Federales A, B y C, pero no esperaron a 2015, sino que en 2014 ya hicieron modificaciones. El Federal C no se vio muy modificado en su estructura, pues siguió siendo el torneo de los clasificados desde las ligas, que temporada tras temporada debía modificar ligeramente (o no tanto) su formato para adaptarse a la cantidad de clubes que se animaban a encarar esa empresa. Tampoco sufrió mucho el Federal B, ya que desde 2012 su cantidad de participantes cambió siempre debido a las invitaciones, por lo que su forma de disputa no era estable. Ahora bien, el que sí cambió totalmente fue el Federal A.

El certamen aumentó de 24 equipos a 40, rompiendo así una regla de contar con un máximo de 25 clubes que el propio Consejo Federal había esgrimido en 2013 ante rumores de que la categoría pasaría a tener 98 participantes (!). En el segundo semestre de 2014, el Federal A debía organizar un torneo para ascender cuatro conjuntos a la B Nacional, al igual que lo haría la B Metropolitana, que pasaría a llamarse Primera Regional. La segunda división, en tanto, subiría 10 elencos a Primera, que pasaría así a tener 30 participantes desde la temporada 2015. La B, en tanto, bajaría de 22 a 20.

Pues bueno, finalmente no fue tan así. Se decidió que la B Nacional conserve sus 22 lugares en 2015, por lo que debían ser 10 los ascensos desde las terceras categorías en 2014. Pero, en un acto bastante sorpresivo, el Argentino A contó con siete plazas contra solo tres de los directamente afiliados. Esto obviamente generó polémica, incluyendo al verborrágico Ricardo Caruso Lombardi matando al fútbol del interior (en esos años estaba de DT en Tristán Suárez, equipo de la B Metro). Pero el lobby no hizo efecto, o más bien, se impuso el lobby del interior.

Ahora bien, había que aumentar la cantidad de participantes, puesto que se decidió que todas las provincias tuvieran al menos dos equipos entre las tres principales categorías. Así que se largó con el tema invitaciones. 17 equipos aceptaron el envite, mientras que por cuestiones económicas y logísticas, nadie de Tierra del Fuego ni de Santa Cruz accedió a disputar el certamen. La otra provincia sin representación en el Federal A 2014 fue Misiones, que ya contaba con dos equipos en la B (Crucero del Norte y Guaraní Antonio Franco) y se optó por no llamar a un tercero. Finalmente, ascendieron a la segunda categoría Central Córdoba de Santiago del Estero, Guillermo Brown de Puerto Madryn, Juventud Unida de Gualeguaychú, Sportivo Estudiantes de San Luis, Unión de Mar del Plata (estos como ganadores del campeonato), Atlético Paraná y Gimnasia de Mendoza (estos lo hicieron vía reducido). El Federal A nunca más bajó de los 30 participantes, con la excepción del campeonato de transición de 2020, cuando en medio de la pandemia se jugó un certamen de emergencia con participación “no obligatoria” y participaron 26 elencos.

Contando la edición 2025, llevamos 32 ediciones de Argentino/Federal A. Hemos tenido 28 formatos diferentes (!), tanto en cambios grandes o pequeños. 28 de 32, usted leyó bien.

¿Cómo se llegó al Regional Amateur?

Famosa bandera de San Martín de Tucumán, invitado
a la primera edición del Argentino B “VIP”. Origen desconocido.
Tras nueve temporadas, llegó el momento de modificaciones al Argentino B de cara a la temporada 04/05, que dejó de ser un certamen sin plazas fijas a donde clasificaban equipos desde sus ligas de origen para pasar a ser un campeonato con equipos dueños de su lugar. Para esto, fue necesaria la creación de una quinta división, el recién mencionado Torneo del Interior (si, reciclaron el nombre). Como fuese, la idea de un nuevo Argentino B (al que desde los medios se lo apodó “VIP”) surgió desde la Liga Tucumana y la idea era “rescatar” a los equipos grandes del interior que deambulaban por sus ligas. En esos años, las discusiones en AFA pasaban por otro lado. Teníamos a los clubes metropolitanos que querían jugar por su lado y contar con un ascenso directo a Primera, mientras que Grondona abogaba por, de una vez por todas, separar el fútbol profesional del amateur. Aún así, la propuesta del Argentino B VIP vio la luz.

Los primeros que “clasificaron” al nuevo torneo fueron los ocho equipos que alcanzaron los cuartos de final del Argentino B 03/04. Estos fueron Alumni (Villa María), Atlético Uruguay (Concepción del Uruguay), Candelaria (Candelaria, MIS), Concepción FC (Concepción, TUC), Deportivo Madryn (Puerto Madryn), Desamparados (San Juan), El Linqueño (Lincoln) y Rosario Puerto Belgrano (Punta Alta). Claro que de estos ocho equipos, entre dos y cuatro ascenderían al Argentino A (los dos campeones seguro y después quedaban las reválidas). Luego comenzaron a volar las invitaciones, hasta alcanzar la cifra de 34 equipos. Finalmente, la cantidad final escaló a 48 participantes, quedando todas las provincias del interior representadas excepto Tierra del Fuego y, curiosamente, La Pampa, ya que ninguno de los invitados mostró interés. Los campeones del Argentino B 03/04 fueron Candelaria y Desamparados, que subieron directamente al A. Los subcampeones revalidaron. Alumni cayó ante Gimnasia y Tiro de Salta, pero Rosario Puerto Belgrano derrotó a 13 de Junio de Pirané y también logró subir de categoría. El elenco formoseño finalmente no disputó el nuevo Argentino B, pero si lo hicieron los dos clubes que descendieron desde el A (Gimnasia de Mendoza y Almirante Brown de Arrecifes, este último no ganó ninguno de sus 20 partidos, empatando solamente dos).

Hubo conflicto con Córdoba, si señores. La ACF no recibió invitación para ninguno de sus equipos para jugar el nuevo torneo. En el marco de las celebraciones del décimo aniversario de la nueva Federación Cordobesa de Fútbol, realizadas en Oncativo, los dirigentes cordobeses le reclamaron esto a Grondona, quien les respondió que Córdoba “se había autoexcluido al considerar al torneo como la ‘ruina para el interior’”. Gran pase de factura. Emeterio Farías, vicepresidente de la ACF, replicó: “Cuando se discutía cómo jugar nos opusimos a un campeonato a dedo, pero una vez constituido nos correspondía reclamar un lugar para nuestros clubes”. Finalmente, los invitados de la provincia fueron, además de Alumni, Estudiantes de Río Cuarto y Sportivo Belgrano de San Francisco, este último también con polémica ya que su liga originalmente no lo quiso autorizar a participar, pero luego cedieron.

Un dato de color es que Central Córdoba de Santiago del Estero fue invitado a participar de esta primera edición del Argentino B “VIP”. No descendió por diferencia de gol. La pérdida de categoría le correspondía a los colistas de cada una de las ocho zonas en las que se jugó el certamen más los dos peores de la tabla general. En este último ítem, el “Ferroviario” terminó igualado en 20 unidades junto a Deportivo Roca, pero los rionegrinos descendieron a su liga de origen por tener -9 de diferencia de gol contra los -2 de los santiagueños. Tuvieron que revalidar su lugar ante Independencia (González Chávez), pero ganaron ambos partidos sin mayor problema. 21 años después, Central Córdoba disputó Copa Libertadores y hasta ganó en el Maracaná al Flamengo, pero aún así quedó eliminado en su zona en un insólito triple empate en 11 puntos junto a los brasileños y a la Liga de Quito. El equipo de Santiago del Estero quedó afuera… por diferencia de gol. Dios da y Dios quita (?).

Los campeones del primer “nuevo” Argentino B fueron San Martín de Tucumán y La Plata FC. Pero lejos estaba de terminar la temporada. Debido a un aumento de equipos en el Argentino A (pasó de 20 a 24 participantes), en el B se creó la Liguilla Complementaria, que disputaron los subcampeones (Huracán de Comodoro Rivadavia y Sportivo Patria de Formosa), los semifinalistas (9 de Julio de Rafaela, Juventud de Pergamino y Racing de Olavarría), el mejor equipo de la tabla general (Sportivo Belgrano, esto debido a que San Martín de Tucumán clasificó doblemente a las semifinales y faltaba uno) y hasta los dos campeones del Torneo del Interior.

La primera edición del nuevo Torneo del Interior contó con 187 participantes y se disputó en el primer semestre de 2005. Rivadavia de Lincoln y Real Arroyo Seco fueron los campeones al vencer a Independencia de González Chávez y al popular Crucero del Norte, logrando de esta manera ascender al Argentino B, pero tuvieron la posibilidad de saltar al A. Ahora sí, ¿cómo se jugó la Liguilla? Por un lado, se eliminaron entre sí los semifinalistas y Sportivo Belgrano, y por el otro, los subcampeones del Argentino B contra los campeones del Torneo del Interior. Los ganadores de los cuatro duelos ascendieron al Argentino A. Esto le tocó a 9 de Julio de Rafaela, Huracán de Comodoro Rivadavia, Racing de Olavarría y Sportivo Patria de Formosa.

Lejos de terminar, los cuatro derrotados se enfrentaron para determinar los dos equipos que disputarían la promoción. Allí se impusieron Juventud de Pergamino y Real Arroyo Seco. Ambos perdieron sus reválidas, ante Independiente Rivadavia y Gimnasia de Concepción del Uruguay, respectivamente (los que descendieron directo desde el Argentino A fueron Rosario Puerto Belgrano y Gimnasia y Tiro de Salta). Pero, sobre la chicharra, Juventud y Real Arroyo Seco jugaron un mano a mano final por otro ascenso más. Este lo ganó el equipo de Pergamino.

Ah, Crucero del Norte, como subcampeón del Torneo del Interior, jugó la reválida ante Independiente de La Rioja. Ganó y ascendió, iniciando así su camino al éxito, que lo llevaría a jugar en Primera División en 2015, siendo el único equipo que llegó hasta la máxima divisional partiendo desde la quinta categoría. Otra curiosidad del equipo misionero es que nunca ascendió como campeón, siempre lo hizo ganando promociones excepto cuando subió a Primera, allí fue gracias a los 10 ascensos que estaban en juego. 10 años después de jugar ante Boca, River y demás equipos, y de sus famosos cero puntos obtenidos de visitante, Crucero está de nuevo en el Federal, con su permanencia seriamente comprometida. Y qué le vamos a hacer.

A los 11 equipos que descendieron del primer Argentino B VIP se los invitó igualmente a disputar la segunda edición, aceptando todos excepto el ya mencionado Almirante Brown y Germinal de Rawson. De los nueve que “zafaron” por escritorio, tres volvieron a descender: Estudiantes de San Luis y Sportivo Eldorado de dicha ciudad misionera (perdió sus 24 partidos en el certamen) lo hicieron directamente, mientras que Mitre de Santiago del Estero perdió en una instancia reválida. Hasta la temporada 2010/11 se mantuvo estable el número de 48 participantes. En 2011 se aumentó a 60, en 2012 la cantidad subió a 100 y no volvió a bajar de los tres dígitos salvo en el torneo del de transición del primer semestre de 2016, cuya participación no era obligatoria.

Todo marchaba más o menos bien hasta comienzos de 2018, cuando la gestión Tapia decidió que era hora de ponerle fin a los Federales B y C y crear una nueva categoría en la cuarta división (o sea, técnicamente volver al esquema 1995-2003). Corría el año 2016 cuando Pablo Toviggino, que por ese entonces era “solamente” presidente del Consejo Federal, declaró en Catamarca que “los torneos Federal B y C son obsoletos” y que era necesario “renovarlos con la disputa de un único y gran torneo federal”. Agregó que “2017 será la última temporada para los torneos Federal B y C tal como los conocemos en la actualidad, a partir de la temporada 2018 habrá un nuevo formato de juego para ambas categorías que en principio serían unificadas”. Finalmente cerró con el anuncio de la Copa Consejo Federal para 2017, que “a priori sería un bosquejo de cómo podría llegarse a jugar el Regional Federal en 2018”.

Parecía que todo eso quedaría en la nada, pero finalmente, en febrero de 2018 llegó la bomba. El Federal B y el C eran historia. Mediante una fría comunicación electrónica, la AFA derogó ambos certámenes y dio lugar al Torneo Regional Federal Amateur (TRFA), que arrancaría en 2019 y lo disputarían campeones y subcampeones de las ligas y las federaciones provinciales a eliminación directa. La idea de este cambio era “fortalecer las ligas del Interior que ante tanta competencia han ido perdiendo terreno, disputando torneos intrascendentes y sin demasiadas motivaciones, en algunos casos vacíos de contenido ya que gran parte de los afiliados a dicha entidad jugaban torneos federales”

Además, se hablaba de una reestructuración en la B Nacional, que sería dividida en dos zonas de 20, una metropolitana y otra para el interior, por lo que serían necesarias varias invitaciones para completar esa cantidad. Finalmente esto no se llevó a cabo, pero si se rearmó la B en la Primera Nacional, como ya repasamos.

La mayoría de los dirigentes estaban a favor de la propuesta de “unificar” los Federales, y los que no lo estaban no hicieron mucho ruido (se esgrimió el aspecto económico como algo clave, muchos clubes estaban al borde de la quiebra, según ellos mismos al menos). Quienes sí se quejaron fueron los futbolistas. Según las estimaciones, había unas tres mil familias que vivían del dinero que cobrarán los jugadores de los Federal B y C. Muchos de estos organizaron una marcha en las puertas de la AFA, pero no les hicieron caso, a pesar del apoyo de varios planteles del interior de Primera y de la B. El Regional Amateur estaba entre nosotros. El 28 de febrero fue aprobado por unanimidad por los 19 representantes y los siete vocales del Consejo Federal.

Esto significaba que el Federal B directamente no se disputaría, y como una excepción, los 140 equipos que conservaron la categoría pero no ascendieron serían invitados a la primera edición del TRFA, que se jugaría recién en el primer semestre de 2019. El que sí se disputó fue el Federal C 2018, pero solo porque al momento de la confirmación de su “deceso” ya llevaba un mes de competencia. Este certamen, que iba a dar 16 ascensos al Federal B 2018, en lugar de ello pasó a clasificar a sus campeones al TRFA 2019. O sea, técnicamente premió a sus ganadores con la posibilidad de disputar el mismo certamen. También estarían aquí los ocho descendidos desde el Federal A 2017/18. “Me hago cargo que no haya competencia en este 2018 pero quiero que todos trabajemos en el nuevo Torneo Regional Amateur para que sea el mejor torneo posible”, sostuvo Toviggino.

En lo que sí primó la cordura fue en que el nuevo Regional no sería a eliminación directa, sino que tendría una primera fase con grupos. El 25 de enero de 2019 largó la primera edición. En absolutamente todas las ediciones han existido polémicas muy grandes en torno a arbitrajes y equipos poderosos (o cercanos al poder) que fueron claramente beneficiados. Todo esto terminó pareciendo que era más una vuelta de rosca para lograr que algunos “clubes amigos” lleguen más rápido a las categorías de más arriba. Ah, en 2022 volvió a sonar la Copa Consejo Federal, de la mano de Guillermo Raed, presidente de Mitre. También quedó en nada, pero ojo, porque en 2025 debutó la Copa País, que es algo parecido, puesto que es un certamen de seleccionados de ligas, como la vieja Copa Presidente de la Nación (o Interligas).

¿Cómo se llegó a la actual Primera División?

“Tallarines con Menem”. Origen desconocido.
Con la creación del Nacional B en 1986 y el ascenso del 20° equipo a Primera, la máxima divisional no sufrió grandes cambios hasta 2015, algún retoque de formato por aquí, otro por allá. Y si bien había alguna que otra crítica, no estaba en los planes de nadie cambiar (en 1990, Domingo Tessone, presidente de Argentinos, propuso volver a dividir el país en Buenos Aires e Interior como en 1986 pero hacerlo en la segunda división, un tipazo). Pero en el cierre de la temporada 92/93 se pudrió todo, digamos. Los sucesos se dieron en la fecha 16 del Clausura 93, exactamente el 23 de mayo, pero a decir verdad, la cosa se comenzó a “enrarecer” una semana antes.

Talleres, San Martín de Tucumán, Argentinos Juniors, Platense y Mandiyú luchaban por la permanencia. Los dos peores en la tabla de promedios descenderían al Nacional B. En la fecha 15, en el Chateau Carreras cordobés, Belgrano y Argentinos igualaron 1-1. Este podría ser un partido más de no ser porque el árbitro de aquella jornada, el poco popular Javier Castrilli, pitó un muy dudoso penal a favor del visitante con el cual alcanzaron la igualdad del encuentro. Gregorio Ledesma, presidente del “Pirata” en esos años (verborrágico como pocos), declaró post partido que Castrilli “no solo perjudicó a Belgrano, sino que además perjudicó a todo el fútbol del interior, porque ahora la situación de Talleres y San Martín es mucho más comprometida”. Seguramente no esperó que una semana después pasara lo que pasó.

El 23 de mayo, una semana después del Belgrano-Argentinos, jugaron Talleres y River en el mismísimo Chateau Carreras. Y, en lo que fue un total desacierto por parte de AFA, el árbitro fue el mismo: Javier Castrilli. Talleres ganaba 2-1 cuando a los 25 del complemento el árbitro, otra vez, pitó un penal muy dudoso a favor de la visita, por un supuesto empujón del defensor Mario Obulgen sobre el atacante Ramón Medina Bello. Este mismo pateó el penal e igualó el partido. El encuentro se reanudó, River ganó un córner y antes de que se pudiese patear, sobrevino el escándalo. Rubén Varela, hincha de Talleres, se metió a la cancha y fue a increpar a Castrilli, mientras era perseguido por al menos 15 policías. Cuando alcanzó al árbitro, le dijo que “a Talleres lo estaban robando, y que ya lo había comenzado a robar el domingo anterior, cuando le dio el penal a Argentinos”. Varela (identificado como “Barrera” en Sólo Fútbol) no le pegó a Castrilli, aunque sí recibió una paliza por parte de la policía.

Se desataron graves incidentes en la popular que desataron una feroz represión policial. En tanto, Castrilli expulsó al jugador local Catalino Rivarola por exceso verbal, y luego hizo lo mismo con Alejandro Kenig, quien intentó golpear al árbitro. José Pastoriza, entrenador albiazul, trató a toda costa detener a sus jugadores, pero en determinado momento, al parecer tras algún comentario del uniformado, el DT quiso agredirlo. Tras 20 minutos, Castrilli abandonó la cancha. El Gráfico, mucho más duro en su crónica, contaba como supuestamente Pastoriza y algunos jugadores “incitaban” a los hinchas a que “fueran a agredir al árbitro”. Ya en los vestuarios, los jugadores de Talleres intentaron derribar la puerta del camarín de los referís, situación que hizo que la policía tirara gases lacrimógenos. El partido estaba inevitablemente suspendido. Carlos De Genaro, comisario deportivo, dijo que Castrilli abandonó el partido “porque se le dio la gana”, aunque oficialmente el árbitro esgrimió que el motivo fue “doble intento de agresión”.

No quedó ahí, porque sobre el final de la jornada, comenzó a correr el rumor de que la suspensión fue por inferioridad numérica, ya que Castrilli habría expulsado a tres jugadores más. Y efectivamente, Ariel Boldrini, Adrián Fornero y Norberto Ortega Sánchez también fueron informados, cuando Castrilli en el Chateau había dicho otra cosa. Los dirigentes de Talleres rápidamente juntaron evidencias para contradecir el informe del árbitro, pero todo fue en vano. Su documentación no fue tenida en cuenta y el Tribunal de Disciplina le dio por perdido el partido al equipo cordobés, le aplicó una multa económica y suspendió a los cinco futbolistas, al técnico y al preparador físico. Horacio Manzur, dirigente de Talleres, en la entrevista antes linkeada contó que acusó a los miembros del Tribunal de estar mandando a la “T” al descenso (recordemos que no te vas a la B por un partido sino por tres años) y beneficiar a Argentinos, que en ese momento era gerenciado por Torneos y Competencias, encargados de la televisación del fútbol local.

Desde Talleres se decidió hacer algo que está fuera del reglamento: recurrir a la justicia ordinaria. Se contrató al abogado Jorge Bertona para acudir a la justicia federal para rechazar lo decidido por el Tribunal de Disciplina, argumentando que el club no había podido ejercer su derecho de defensa. Pero Miguel Srur, presidente de Talleres, en todo momento declaró que no estaba a favor de “ir por fuera de la AFA”. La cosa se complicó más cuando el juez Luis Rueda, ante el recurso de amparo de Bertona, dictó una medida cautelar de no innovar, que explicado rápidamente era una orden desde la justicia para que AFA no aplicara las sanciones a los jugadores de Talleres.

Se empezó a manejar la posibilidad de desafiliar a Talleres del fútbol argentino, pero al mismo tiempo, desde la política se vio esta situación como una oportunidad de ir en contra de Grondona. El mismísimo presidente Carlos Menem salió públicamente a “sugerir” que se deberían anular los descensos de Primera. Esto lo hizo “casualmente” al mismo momento en que se realizaba una asamblea de socios en Córdoba para determinar los pasos a seguir. En esta, cuando se creía que se impondría la posición de Srur, se festejó con holgura las palabras de Menem, e incluso Srur se tuvo que retirar escoltado por la policía, para luego renunciar a su cargo (lo cual fue rechazado). Mientras tanto, Grondona logró que los árbitros decretaran una huelga para que no se juegue la fecha, en un intento de ganar tiempo para que Talleres desistiera de sus embates en la justicia. El mismo Don Julio acusó al juez Rueda de actuar de esta manera por ser simpatizante del club.

Lejos de bajar la espuma, desde el Ministerio de Trabajo se dictó la conciliación obligatoria a los árbitros, por lo que AFA tuvo que programar la 17° fecha. Talleres, en tanto, en reunión con dirigentes afistas, pedía tres cosas para levantar la demanda: la eliminación del Tribunal de Disciplina, la creación de un Tribunal de Alzada y eliminación de los descensos. Eduardo Angeloz, gobernador de Córdoba, hizo la misma jugada de Menem y salió a bancar públicamente a Talleres, club del que era hincha. Desde el periodismo porteño se comenzaba a barajar la posibilidad de que esta situación produzca una sanción a AFA y la Selección quede afuera del Mundial 94. En una segunda reunión, Grondona les advirtió a los cordobeses que si no retiran la demanda, “no hay más nada que hacer”. La desafiliación de Talleres parecía cosa juzgada (y era bastante promovida desde Buenos Aires).

La “T” debía visitar a Newell’s, y viajó con sus cinco jugadores suspendidos. El 5 de julio ganó 1-0 (los rosarinos jugaron bajo protesta). Tres días después, venció por el mismo marcador a Gimnasia de La Plata. Pero en la última fecha, Argentinos Juniors venció 2-0 a River y condenó a Talleres al descenso. Además, los “Matadores” perdieron 0-4 con Racing. Aún con los puntos ganados ante Newell’s y Gimnasia y en el caso de que se reanudara su encuentro con River y lo ganara, Talleres quedaría con 103 puntos en los promedios, mientras que Argentinos alcanzó los 104. Con esto, AFA no tuvo mayor problema en darle por perdido los partidos a la “T” ante sus rivales rosarinos, platenses y “millonarios”, por lo que finalmente terminó siete puntos por debajo del equipo de La Paternal.

Aún así, la demanda siguió. La justicia declaró inconstitucionales los artículos 6 y 47 de los estatutos de AFA, que prohíben a sus clubes acudir a la justicia ordinaria. Manzur cuenta que le habían dicho que si el caso llegaba a la Corte Suprema el club cordobés perdería. Antes del Mundial de Estados Unidos llegó la paz. Talleres recibió un resarcimiento por parte de Clarín en nombre de AFA de dos millones de dólares y retiraron la demanda. La “T”, ya en la B, lograría ganar el reducido por el segundo ascenso al vencer a Instituto, por lo que volvió a Primera para la temporada 94/95, pero solo duraron una temporada, descendiendo nuevamente para el período 95/96.

La famosa tapa de Olé (vía).
Avanzamos hasta 2011, cuando nuevamente se movió el avispero. ¿La causa? El descenso de River Plate a la B Nacional. El 26 de junio de 2011 se daba el mayor golpe en la historia del fútbol argentino, al menos en el ámbito local (muy probablemente también lo sea si contamos todo). Belgrano consiguió un empate 1-1 en el Monumental e hizo valer su triunfo por 2-0 en la ida, jugado cuatro días antes en Alberdi, logrando así el ascenso a Primera, y de paso, mandando a uno de los dos equipos más grandes del país a la B.

Casi inmediatamente (finales de julio), desde Buenos Aires nació el rumor de que AFA tenía en estudio fusionar Primera con la B, en lo que sería un nuevo torneo de 40 equipos. Grondona contó a los medios que la idea era armar un campeonato con cinco zonas de ocho equipos, en donde los cabezas de serie serían los “grandes”. 20 equipos clasificarían a la lucha por el título (cuatro por zona), mientras que el resto lucharía por la permanencia, sin promedios. Según la revista Veintitrés, el tema surgió durante la cena de presentación de la Copa América 2011, que fue disputada en nuestro país. Allí, un abogado vinculado a Daniel Passarella, presidente de River, y otro que trabaja en la AFA le presentaron esta idea a Grondona, que habría respondido que “no había tiempo” para hacerlo “ahora”, en referencia a la temporada 11/12.

“Es la refundación del fútbol argentino”, decían desde Viamonte. Cuatro días después, el vocero de la entidad, Ernesto Cherquis Bialo contó: “En la reunión de Comité Ejecutivo de la AFA se aprobó, por 22 votos a favor contra 4 abstenciones (NdR: All Boys, Newell's, Racing y Vélez) y una ausencia (NdR: Olimpo), un nuevo proyecto para reestructurar el fútbol argentino a partir de agosto del año que viene. Ahora deberá ser aprobado por Asamblea el próximo 18 de octubre”. Esto significaba que River debería jugar efectivamente en la B una temporada, ya que el cambio se produciría de cara a la temporada 12/13.

Lo curioso fue que el Comité Ejecutivo aprobó un formato diferente al original. En este caso, se trataba de dos zonas de 19 equipos, totalizando 38 equipos. A esta cifra se llegaría con los 20 equipos de Primera, 16 de los 20 de la B y los campeones tanto del Argentino A como de la B Metropolitana. Esto significaba que la B Nacional tendría cuatro descensos, y sería por lo único que se jugaría esa divisional (de hecho, esto fue lo que originó aquella famosa tapa de Olé que titulaba que River ya había ascendido a Primera).

Como fuese, el certamen se disputaría de esta forma:

  • En el “Apertura”, los equipos se dividirían en dos zonas de 19 equipos, en donde se enfrentarían todos contra todos a una vuelta con un duelo interzonal para garantizar los clásicos. Esto totalizaría 20 encuentros para cada participante. Clasificarían a la disputa por el título los cinco mejores de cada zona más los nueve mejores de la tabla general.
  • En la “Zona Campeonato”, los 19 clasificados jugarían todos contra todos a una vuelta. Quien más puntos consiguiera, sería el campeón.
  • Los restantes conjuntos disputarían la “Zona Competencia”, con el mismo formato que “Campeonato”. Aquí correría la tabla de promedios (los equipos provenientes del ascenso y los que hubiesen descendido desde Primera arrancarían en cero, mientras que los demás equipos de la máxima categoría conservarían sus puntajes anteriores). Los descensos serían cuatro. Primero, para los dos peores de la tabla anual, luego para los dos peores de los promedios.
  • Las plazas a la Libertadores serían para los cuatro primeros del “Campeonato”, mientras que los cinco cupos de la Sudamericana se definirían mediante una liguilla entre los cinco mejores equipos del “Competencia” contra los ubicados entre el 5° y el 9° puesto del “Campeonato”.

Consultado sobre una posible imposición por parte del Gobierno de la Nación, Grondona fue tajante: “A la AFA el Gobierno no le impone nada”. “En el sistema del fútbol actual, en donde no hay un sólo partido en el que se juegue por nada, se trastocan un montón de situaciones en las que la pasión supera a la razón. Por eso creo que con un cambio, aparte de completar la federalización del país, que es una de mis prioridades, entiendo que podría haber una paz mayor, una tranquilidad. Por eso hemos venido pensando en cómo cambiar”, agregó.

Ante la obvia pregunta de si todo esto fue para darle una mano al “Millonario”, Don Julio lo negó. “River no tiene absolutamente nada que ver con esto. Hace rato que venimos pensando en este nuevo torneo”. Desde Nuñéz también salieron rápidamente a descartar cualquier tipo de vinculación con este proyecto mediante una carta firmada por Passarella:

“El Club Atlético River Plate no presentó oficialmente ni extraoficialmente proyecto alguno relacionado con modificaciones a los formatos de los torneos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Por tanto, River Plate desconoce y desautoriza cualquier gestión que en su nombre pudiera haber sido realizada ante la AFA u otro organismo. River Plate ha asumido con dignidad la circunstancia deportiva que le corresponde atravesar y, así como llegó a ella como consecuencia de resultados deportivos, considera que lo justo -y en ello confía y se empeña- es revertir esta situación también mediante resultados deportivos. Por último, cabe señalar que el Club Atlético River Plate no integra actualmente el Comité Ejecutivo de la AFA y, por ende, no participó, ni siquiera en condición de invitado, en la reunión que ese cuerpo celebró el pasado lunes 25/07 en la que fueron consideradas las modificaciones a los torneos”.

Así como desde River querían a toda costa desligarse de este proyecto, otros equipos querían más. Este es el caso de San Martín de Tucumán, cuyos dirigentes sugirieron públicamente que el nuevo certamen sea de 48 equipos, y que cuente no solo con ellos sino con otros clubes que en aquellos años navegaban por las terceras divisiones, como Talleres, Platense y Nueva Chicago.

Lejos de aflojar, Grondona estaba dispuesto a arrancar con el nuevo torneo a comienzos de 2012, al menos según Veintitrés. Un motivo era que el descenso de River podía ser el comienzo de varios más, ya que la temporada 11/12 arrancaría con Racing, San Lorenzo y Boca muy comprometidos con el descenso. Sacando a los cuatro ascendidos (Atlético de Rafaela, Belgrano, San Martín de San Juan y Unión), el colista de los promedios era Tigre, con 82 puntos, seguido por Olimpo con 48 (dividía por dos temporadas), y allí nomás estaban los grandes ya nombrados (la “Academia” con 98 puntos, los “Cuervos” con 99 y el “Xeneize” con 100).

Se organizaron marchas de hinchas en contra del nuevo torneo (graciosos años en que el periodismo daba por hecho una asistencia masiva por gente que “confirmaba” en Facebook que “asistiría”). Quizás tuvo algo que ver, quizás no, pero finalmente Grondona le bajó el pulgar a algo que estaba hecho a las apuradas. El 1° de agosto, la AFA informó que “el Presidente resolvió suspender el tratamiento de la propuesta en los términos considerados, en sesión del Comité Ejecutivo del 25 de julio pasado". Grondona aseguró en declaraciones radiales que no iba a “pedir la reunión en octubre o noviembre, queda en mano de los clubes, yo no tengo ningún interés en modificar nada”, además de nuevamente negar “intromisión alguna” en sus decisiones. “Hay distintos intereses para que el torneo no se haga. Yo nunca sufrí ninguna presión, pero no me gusta quedar en el medio como una ‘feta de jamón’ y es por eso que AFA retira el proyecto del nuevo torneo. Serán los clubes los que tendrán que proponer un nuevo formato si es que quieren hacerlo", cerró el presidente. El secretario general de la AFA, José Luis Meiszner, señaló en declaraciones a Radio La Red que “lo que nace mal, termina mal, y hay que tener la humildad de reconocerlo, los campeonatos seguirán como se vienen disputando hasta ahora”.

River se consagró campeón de la B Nacional en la última fecha, aprovechando una insólita derrota como local del hasta ese entonces puntero Instituto. El subcampeón y ganador del segundo ascenso fue Quilmes. El equipo cordobés tuvo que conformarse con jugar la promoción ante San Lorenzo, que esquivó el descenso en la jornada final tras ganarle 3-1 a San Martín de San Juan. Su salvación fue gracias a la paupérrima actuación de Banfield, que perdió 0-3 ante Colón en la última fecha del Clausura y terminó la temporada con solo 22 unidades, descendiendo a pesar de tener en su promedio la campaña de campeón del Apertura 2009.

Olimpo fue el otro equipo que perdió la categoría, mientras que los sanjuaninos disputaron la otra promoción ante Rosario Central. Racing, que también arrancaba el año comprometido, se salvó en las últimas fechas. Tigre hizo todo lo contrario a Banfield. Parecía condenado desde el comienzo, pero sus 63 puntos (y la gran mano que le dio el “Taladro”) le permitieron conservar la categoría. Boca, el otro equipo grande que arrancaba complicado, fue campeón invicto del Apertura 2011 y fue 4° en el Clausura 2012, aunque iba puntero hasta la fecha 17. Una derrota 0-3 de local ante Arsenal (que sería finalmente el campeón) lo dejó prácticamente fuera de la lucha.

Independiente, el único grande sin problemas con los promedios (largó 7° al comienzo de la temporada) no tuvo un gran año en el certamen local y comenzó a ver como sus números se enflaquecian. Tanto fue así que descendieron en 2013.

¿Fin? Salvo alguna nota colgada a fin de año con un proyecto de parte de alguien que supo ser un buen periodista en algún momento, no se habló más del tema y parecía cosa juzgada. Pero nuevamente, Grondona tendría al tiempo como su aliado y se saldría con la suya, una última vez. En abril de 2014, el presidente de la AFA presentó nuevamente la idea de llevar a 30 los equipos en Primera División. Un campeonato que se jugaría a lo largo del 2015, rompiendo con el calendario europeo implantado en 1985. Todo esto se armaría mediante mérito deportivo en campeonatos de transición en el segundo semestre de 2014. Los 20 de Primera ya tendrían su lugar asegurado pues no habría descensos, mientras que 10 equipos ascenderían desde la B. Esto, obviamente generaría un subsecuente movimiento de clubes en las demás categorías.

La meta primordial de este proyecto era abaratar costos. La teoría dictaba que con más equipos en la división, aumentaría la cantidad de partidos y podría llegarse a fin de temporada con muchos equipos jugando por algún objetivo (título, clasificar a Libertadores o Sudamericana, descenso). Además, los defensores de esta idea creían que entre los ascendidos habría varios del interior del país. De esta manera, Grondona cumpliría con su viejo anhelo (al menos en sus declaraciones) de la federalización del fútbol argentino.

El 29 de abril de 2014, el nuevo torneo de 30 equipos fue aprobado por el Comité Ejecutivo de la AFA. Armando Pérez, presidente de Belgrano, manifestó en declaraciones a La Red que “se aprobó el campeonato; después se analizarán los pormenores y detalles que haya que analizar”. Ante la pregunta sobre los rumores por una supuesta discusión con Grondona, Pérez solo dijo que “tendría que haber habido un análisis más profundo de cada detalle”. Pese a esto último, todos los votantes dieron respuesta positiva ante Grondona, pese a que algunos se “resistieron” al cambio y no hubo unanimidad inicial. Infobae reveló que ante esto, se pasó al voto a mano alzada, donde todos votaron a favor. ¿El formato? Todos contra todos a una rueda, lo que daría un total de 29 fechas, pero se jugaría una jornada extra (la 30°), que sería destinada a disputar clásicos o lo más parecido a ello que hubiera.

Luego de esto, Grondona se puso en modo “vicepresidente de FIFA” y viajó a Brasil para un Congreso en la previa del Mundial, llevados a cabo los días 10 y 11 de junio de 2014. El día 12 comenzó el Mundial en tierras brasileñas. Este culminó el 13 de julio, jornada en que Argentina cayó en la final ante Alemania. Recién el 29 de julio, Grondona volvió a su oficina en la AFA. Nada hacía suponer que esa misma noche se desencadenarían los hechos que determinarían su fallecimiento a la mañana siguiente, el 30 de julio de 2014, a los 82 años.

Luis Segura, vicepresidente primero de la AFA y presidente de Argentinos Juniors, asumió la presidencia y algunas semanas después fue confirmado por los mismos dirigentes para completar el último período grondonista, que iba hasta octubre de 2015. Esto fue mediante una moción planteada por Daniel Angelici (presidente de Boca y representante del club ante la AFA) y que fue apoyada por aclamación de todos los dirigentes. Segura aún debía ser homologado por la Asamblea Ordinaria en octubre, pero se descontaba que eso sería un trámite. Curiosamente, Segura había presentado la renuncia a su cargo como segundo de Grondona en mayo de 2013, debido a acusaciones de que había “negociado” el descenso del elenco de La Paternal a finales de la temporada 12/13 a cambio de ser el próximo presidente de AFA, todo esto para salvar a Independiente. “No cambio el descenso de Argentinos ni por ser presidente de FIFA” declaró Segura a TyC el día que renunció, pero Grondona no se lo aceptó y lo convenció de continuar. Finalmente, Argentinos no descendió y si lo hizo Independiente. Bah, no descendió en 2013, porque sí lo hizo en 2014.

Ya sin Grondona, el torneo de 30 equipos comenzó a ser cuestionado por los mismos dirigentes que unos meses antes lo habían aprobado. “Está en estudio la posibilidad de volver a cambiar el formato para equiparar la temporada argentina a la europea. Recién arrancaría en agosto del año próximo. Entre febrero y junio, la primera división estará integrada por 30 equipos, como estaba previsto. Pero podrían jugar en dos zonas de 15", relató un dirigente grondonista que participó de la primera reunión del Comité Ejecutivo sin el fallecido mandamás.

“Más allá de los cargos en esta nueva etapa, es una responsabilidad, junto con los demás presidentes, cambiar un formato. Un formato que sólo podía conducir ‘Don Julio’ por su experiencia”, dijo Angelici. “Estamos arrepentidos”, comentó Rodolfo D'Onofrio, presidente de River. “A nosotros no nos incentivaba mucho el formato del torneo. Tal vez haya que hacer algún cambio”, agregó José Mansur, presidente de Godoy Cruz. Armando Pérez, en tanto, aseguró que “en la AFA se terminó la fiesta y ahora hay que pagarla”. “El tema se charlará la semana que viene con la Comisión de Torneos y se verá qué se decide”, contó Enrique Lombardi, titular de Estudiantes, aunque este último dejó en claro que la cantidad de equipos no se modificaría.

Con el correr de las semanas, esto último también fue puesto en duda. A comienzos de noviembre, apenas un mes después de que la Asamblea Extraordinaria confirmara a Segura como presidente por unanimidad, se hizo público que Angelici y D'Onofrio, junto al conductor Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo y director de comunicaciones de la AFA, se reunieron para planear cómo suspender los 10 ascensos a Primera sin hacer enojar a los dirigentes de la B, ya que había coincidencia en que no era prudente dar marcha atrás por la gran inversión que habían hechos muchos equipos, además de que para ese entonces el certamen de la B iba por la 18° fecha. El mismo Segura participó de la reunión, pero optó por marcharse antes al no estar de acuerdo con la rígida postura del resto de los participantes.

La idea inicial planteada en esta reunión sería que sólo ascendieran dos equipos, quienes saldrían de una liguilla que se disputaría entre los 10 equipos que terminaran en puestos de ascenso. De esta forma, el campeonato de Primera 2015 se jugaría con 22 participantes, y una vez finalizado, serían cuatro los descensos y dos los ascensos desde la B para que así se pueda volver a los 20 participantes de cara a 2016. Esta propuesta (bancada por los cinco grandes) sería presentada en el Comité Ejecutivo, pero tenía la negativa de Segura, que incluso estaría dispuesto a presentar su renuncia al cargo que le fue ratificado de forma unánime algunos días atrás.

El 11 de noviembre se confirmó que serían 30 los participantes del campeonato 2015, y que todo lo demás fue humo en el agua. Y el 25, finalmente, se acordó el formato. Se votó por el proyecto original, el de las 30 fechas. El nuevo torneo se jugaría entre el 15 de febrero y el 8 de noviembre de 2015, y serían dos los descensos, ambos por promedios. También se confirmó que para el primer semestre de 2016 se jugaría un torneo de transición con el objetivo de empezar a reducir la cantidad de equipos y, ahora sí, acomodar el calendario a los torneos europeos. Los participantes serían divididos en dos zonas de 15 y se jugaría desde febrero a junio. Serán tres descensos y sólo uno subirá desde la B Nacional para, de esta manera, tener 28 equipos en 2016/17.

Además, en diciembre de 2014 se aprobó el regreso de la Liguilla Pre Libertadores, acompañada esta vez por la Liguilla Pre Sudamericana. ¿Cómo se disputarían? Tanto el campeón como el subcampeón del campeonato 2015 clasificarían directamente a la Libertadores 2016. Las otras tres plazas serían para el campeón de la Copa Argentina, para el ganador de la Pre Libertadores y para el equipo mejor ubicado en la Sudamericana 2015. La Liguilla sería disputada por los cuatro equipos ubicados entre el 3° y el 6° puesto, y sería a eliminación directa. Su ganador clasificaría a la Libertadores, como ya lo dijimos, mientras que el finalista haría lo propio a la Sudamericana. Esto sería el regreso de esta instancia desde 1992.

En tanto, la novedad era la Pre Sudamericana. Esta instancia sería disputada por los clubes situados entre el 7° y el 18° puesto del campeonato, más los dos semifinalistas derrotados en la Pre Libertadores. También sería a eliminación directa y daría cuatro plazas a la Sudamericana 2016. Si algún equipo ya estuviera clasificado a la Libertadores 2016 (sea por ganar la edición 2015 o por conquistar la Copa Argentina) y quedara en zona de clasificación a alguna Liguilla, cedería su lugar el siguiente en la tabla.

Las Liguillas aparecieron para evitar que se vuelva a dar una situación como la que protagonizaron Boca y Vélez a fines de 2014. Para explicar esto hay que retroceder en el tiempo al final de la temporada 13/14, cuya tabla general determinaba dos cosas. Primero, cinco de los siete clasificados a la Sudamericana 2014. Estos fueron los mejor ubicados excluyendo a los ya clasificados Lanús, como campeón de la edición 2013, y River, adentro por ganar la Copa Campeonato 13/14. También se dejó afuera a los que jugaron la Libertadores 2014 (Vélez, San Lorenzo, Newell’s, Arsenal y Lanús), ya que en esos años no podías jugar ambas copas en un mismo año clasificando desde el torneo de liga (por ello el “Granate” si pudo hacerlo). Lo segundo que determinó la tabla general 13/14 fue que el equipo colocado en el primer puesto quedaría clasificado a la Libertadores 2015. Esto le correspondió a Vélez, que en mayo aseguró su lugar. Empató en 61 puntos con Boca, pero por diferencia de gol (+16 a +11), el conjunto de Liniers terminó primero. Recordemos que los reglamentos de AFA estipulaban que un desempate solo se jugaría para determinar un campeón o un descenso, en cualquier otro caso se recurre a la diferencia de gol.

En julio, estalló el escándalo. Boca y Vélez deberían jugar un desempate por el lugar en la Libertadores. Según el gerente de Relaciones Institucionales, Gustavo Lorenzo, “hubo una interpretación indebida del periodismo del reglamento de AFA para casos de igualdad en el primer puesto”. Julio Baldomar, vicepresidente de Vélez, contó que estuvo en la reunión del Comité Ejecutivo y “no se habló del tema. Salió después que nos fuimos. Estamos haciendo el análisis con los representantes jurídicos del club y haremos la presentación de reclamo correspondiente”. En tanto, César Martucci, dirigente de Boca, declaró: “Fue una resolución sorpresiva de AFA. Parecería que se leyó bien el reglamento y que no está establecido que la clasificación a la Libertadores sea por diferencia de gol”.

En diciembre, y con el torneo de transición 2014 llegando a su fin, AFA programó el desempate para el 17 de enero en Mar del Plata. Todo esto se evitaría si River ganaba el campeonato local. Esto último debido a que el “Millonario” ya había clasificado a la Libertadores por ganar el Torneo Final 2014, pero si además ganaba el Transición 2014, liberaría un cupo que se llenaría con la tabla general 13/14, clasificando así tanto el “Xeneize” como el “Fortín”. Pero llegaba a la última fecha en el segundo lugar, dos puntos por debajo de Racing. Aparte, River tenía la cabeza en la final de la Sudamericana 2014, en donde (tras eliminar en semifinales a Boca) enfrentaría al conjunto colombiano de Atlético Nacional, en busca de su primer título internacional desde 1996.

Curiosamente, pasara lo que pasara con el desempate, Boca jugaría la Libertadores 2015. Esto porque el equipo argentino que más lejos llegara en la Sudamericana 2014 aseguraría su clasificación. Eso, como dijimos, le pertenecía a River. Pero como ya estaba clasificado por el Final 2014, la plaza a la Libertadores le correspondería al segundo mejor ubicado en Sudamericana, que era el semifinalista Boca. En cambio, Vélez debía ganar si o si el desempate, ya que de otra manera se quedaría afuera de todo. ¿Y para qué jugar el desempate entonces por parte de Boca? Porque en caso de ganarlo, ingresaría directamente en fase de grupos, caso contrario jugaría el repechaje. Mientras tanto, Estudiantes estaba expectante. Si Boca ganaba el desempate y clasificaba vía tabla general, la plaza de la Sudamericana 2014 se liberaba y le correspondía al equipo de La Plata, que llegó hasta cuartos de final.

Obviamente, desde Vélez se negaron a jugar un potencial desempate. “No estamos de acuerdo. Y Vélez ya hizo una presentación en tiempo y forma”, afirmó el vicepresidente del club, Guillermo Pizzoglio. “Estamos convencidos de que no tenemos que jugar ningún partido desempate: clasificamos a la Libertadores y Boca lo hizo a la Sudamericana, que ya la disputó. Nos presentamos con esa certeza y no hay ningún artículo que, a nuestra interpretación, diga lo contrario. Boca se está aprovechando de la situación”, dijo Álvaro Balestrini, cercano al presidente velezano Raúl Gámez.

En el medio, el que se quejó fue Olimpo. Cuando la AFA resolvió que tenía que jugar el desempate. Boca ya había clasificado a la Sudamericana 2014 por su segunda ubicación en la tabla general de la temporada 13/14. En caso de derrotar a Vélez, conseguiría dos clasificaciones a través de un mismo medio, algo que no permitía en reglamento, como les dije anteriormente. En base a esto, Olimpo dijo que el partido desempate se tendría que haber jugado 72 horas después que terminó la temporada, como dice el reglamento. Esto debido a que si Boca hubiese ganado en aquel momento, consiguiendo así la clasificación a la Libertadores, los bahienses hubiesen entrado a la Sudamericana por la posición en la tabla general, copa que Vélez no podía disputar por haber jugado la Libertadores 2014.

El 14 de diciembre, Racing le ganó 1-0 a Godoy Cruz por la 19° fecha del Transición 2014 y se consagró campeón. Este partido y Quilmes-River (0-1) se disputaron una semana después del resto de la fecha debido a las finales de la Sudamericana, donde el “Millonario” le ganó a Atlético Nacional (1-1 y 2-0). Cuatro días después, desde AFA se confirmó el desempate, que sí se disputaría en Mar del Plata pero finalmente sería el 28 de enero. Vélez amagó con no presentarse, pero las amenazas de sanciones por parte de AFA y Conmebol (existía la posibilidad de que no se le permitiese participar en otros torneos internacionales a los que se clasifique) lo hicieron aceptar. Boca ganó 1-0, entró a la fase de grupos, dejó a Vélez sin competencia internacional en 2015, y además, clasificó a Estudiantes al repechaje de la Libertadores. Todo esto además desencadenó en la clasificación de Belgrano a la Sudamericana. Necesitaba que se dieran siete situaciones puntuales para ingresar “por la ventana” a la competencia, y todas se dieron.

Boca quedaría eliminado en octavos de final de la Libertadores 2015 a manos de River, en aquel fatídico evento del gas pimienta que derivó en la suspensión de la revancha y la descalificación del equipo “xeneize” (el global iba 1-0 para el “Millonario”). Gámez se burló de la ironía de que Boca quedó eliminado de la misma forma que clasificó: en los escritorios.

Esta última crónica sobre el escándalo Boca-Vélez no pretende ser el comienzo de un detallado repaso de todos las polémicas post Grondona, sino que me pareció ideal para señalar la caótica situación en que estaba el fútbol argentino tras el fallecimiento de su líder indiscutible. Y lejos de terminar con los papelones, faltaba lo mejor.

El 3 de diciembre de 2015 fue la jornada elegida para las elecciones a presidente de la AFA, la primera desde 1991, cuando Grondona fue electo para su cuarto período de los nueve que tuvo en Viamonte. Aquella vez, le ganó 40 a 1 a Teodoro Nitti, ex árbitro que dirigió casi 500 partidos entre 1970 y 1986. Volviendo a 2015, aquí nuevamente serían dos los candidatos. Por un lado, Luis Segura, que ocupaba el cargo de presidente tras la muerte de Grondona. Por el otro, Marcelo Tinelli. Hubo polémica meses antes de las elecciones respecto a si Tinelli podía presentarse o no como candidato. Para Segura y el incipiente Claudio Tapia (presidente de Barracas Central y miembro del Comité Ejecutivo), por ejemplo, no podía, ya que no cumplía con el artículo 50 del reglamento general, que exigía al menos cuatro años como dirigente. Tras varios idas y vueltas, los abogados determinaron que esa “regla” no corría para los dirigentes sino para “los que forman parte del sistema gerencial o de la burocracia de AFA”.

75 asambleístas estaban habilitados para votar (30 de Primera División, 12 de la B Nacional, 10 de la B Metropolitana, 6 de la C, 5 de la D, 2 del Federal A y 10 de las Ligas del Interior). La historia es famosa. A la hora del recuento de votos, la elección terminó en empate. El problema radicó en que fue 38 a 38. Un sobre había tenido dos boletas, una situación que no fue advertida en el momento del escrutinio. Tres hombres eran parte de la junta escrutadora. Uno era un representante de Segura, Alfredo Dagna (presidente de Olimpo), mientras que los otros dos, Rodrigo Escribano (vicepresidente de Talleres de Córdoba) y Pascual Caiella (vicepresidente de Estudiantes), eran de Tinelli. “El espacio traducía un clima especial. Había caras extrañas. Pero nada extraño ocurría. Por lo menos hasta que la junta escrutadora arribara a la inexplicable cifra de 38-38. Dos votos para Segura fueron detectados oportunamente y en cada caso uno de ellos se invalidó. En el conteo para Tinelli se fueron acumulando los finos e ingrávidos papeles con su nombre hasta llegar al final. Si Segura tenía probados 38 votos, con dos descartados por hallarse pegados, Tinelli no podría tener 38”, escribió Cherquis Bialo en Infobae tiempo después.

Dagna informó que el cómputo dio 38-38 sobre 75 votantes. Angelici pidió que se vote a mano alzada, situación no contemplada en el estatuto. Caiella solicita un cuarto intermedio, mientras que Jorge Brito (vicepresidente de River) pide sensatamente que se vuelva a votar. Por pedido de la Inspección General de Justicia (IGJ) se pasó lista a los asambleísta y se encontraron con que dos de ellos ya se habían retirado: Ángel Lozano, de Excursionistas, quien afrontaba una difícil situación familiar ante la amenaza de un barra brava, y Julio Koropeski, presidente de Crucero del Norte.

Luego de más de una hora de discusiones y dudas, Segura dijo: “Nos encontramos ante una situación insólita. El resultado había sido 38 a 37, no sabemos a favor de quién. O sea que fue prácticamente un empate. Vamos a pasar a un cuarto intermedio ajustado a lo que indica el estatuto. Desde el error, tal vez éste sea un mensaje para todos nosotros: debemos analizar hacer una lista en común. Si no, llamaremos a elecciones”. Más tarde ambos candidatos dieron una conferencia de prensa en conjunto, en donde Tinelli declaró: “Estamos todos muy sorprendidos y extrañados. Estaban los fiscalizadores, es increíble. Esto genera cierta molestia, cierto fastidio. Pero acá hay un mensaje, ni de un lado ni del otro se encontró con la ventaja previa que se esperaba”.

El gobierno nacional de Mauricio Macri propuso un presidente interino hasta definir los pasos a seguir, sugiriendo a Armando Pérez, pero tanto Segura como Tinelli lo rechazaron. Desde la AFA se confirmó que la nueva elección se realizaría el 18 de diciembre, pero dos días antes la justicia hizo lugar a una medida cautelar interpuesta por Independiente Rivadavia y se suspendió la asamblea extraordinaria en la cual se elegiría al presidente. Finalmente, el día 29 se llegó a un acuerdo. Elecciones el 29 de junio de 2016. Hasta ese entonces, Segura presidente y Tinelli vicepresidente tercero. Tanto el dirigente de Argentinos como el de San Lorenzo confirmaron sus candidaturas. Con el correr de las semanas, otros nombres surgieron como posibles candidatos, como el gremialista Hugo Moyano y el empresario Daniel Vila.

Lejos de normalizarse, la IGJ suspendió las elecciones el 30 de mayo. Desde la AFA, el secretario administrativo Damián Dupiellet confirmó la suspensión por “90 días hábiles” y planteó fuertes advertencias. “Nosotros entendemos que esta medida interrumpe un proceso electoral y se lo haremos saber a la CONMEBOL y a la FIFA para que manifiesten lo que corresponda de acuerdo a los estatutos”. Finalmente, AFA aceptó la medida. Tinelli bajó su candidatura y Moyano recurrió a la justicia para que se pueda votar, pero se lo denegaron. El rumor era que Macri no quería al gremialista como presidente de AFA y con el poder judicial de su lado, no había mucho para hacer. Esto parecía cada vez más real cuando el 23 de junio la jueza federal María Servini de Cubría decidió procesar a Segura junto a otros seis dirigentes por irregularidades en el manejo de los fondos del programa Fútbol Para Todos. Ante esto, la FIFA dijo basta, y al día siguiente intervino la AFA. Desde Suiza se desplazó a Segura y se nombró como presidente interino a Dupiellet, hasta que FIFA definiese un Comité de Regularización. Finalmente, el 27 de junio renunció Segura.

Hubo que esperar hasta el 18 de julio. En aquella jornada, Armando Pérez fue nombrado como presidente del Comité de Regularización. El dirigente de Belgrano, de excelente labor en la recuperación del club cordobés, fue seleccionado para liderar este cuerpo junto a Pablo Toviggino (presidente del Consejo Federal de AFA), Javier Medín y Carolina Cristinziano. Su misión era sanear las finanzas de AFA, modificar los estatutos según las directrices de la FIFA, y convocar elecciones lo antes posible.

La gestión Pérez estuvo marcada por conflictos. Los clubes del ascenso se manifestaron varias veces en su contra, acusándolo de ser un presidente “de facto”. Otro motivo de disputas fue la rebaja en los derechos de televisación del fútbol, lo que desató la furia de los dirigentes. La situación culminó con el anuncio de Macri de finalizar el contrato con Fútbol para Todos a partir del 31 de diciembre de 2016. La relación con el gobierno, originalmente buena, se deterioró demasiado con el paso del tiempo. En tanto, Pérez impulsó la creación de la Superliga, una idea que buscaba profesionalizar el fútbol argentino y que finalmente se concretó bajo la gestión de su sucesor. El 29 de marzo de 2017 Claudio Tapia fue elegido presidente de la AFA. 40 de 43 asambleístas votaron a su favor (los otros tres votos fueron en blanco). El “Chiqui” se mantiene en el cargo hasta el día de hoy, siendo reelegido en 2021 y 2025, ambas por unanimidad.

El 13 de julio de 2016 se modificó el Estatuto de AFA para la creación de la Superliga, asociación civil encargada de la Primera División del fútbol argentino por fuera de la AFA, que se quedaba el manejo del ascenso y de la selección. La votación terminó 70 a 1. El único dirigente que votó en contra fue el presidente de la Asociación Rosarina de Fútbol, Mario Giammaria. “La Superliga es un suicidio es defensa propia. No todo es dinero, también hay pasión”, sostuvo. La idea era que el nuevo ente ya se encargara de la temporada 16/17, pero no dieron los tiempos. Recién el 4 de noviembre se creó oficialmente la Superliga. El acto de creación consistió en 27 de los 30 equipos poniendo la firma (faltaron Rosario Central, Gimnasia y Temperley). La idea de todo esto era, simplemente, buscar tener más ingresos por parte de la televisión, disfrazado de la búsqueda del “fair play financiero”. Para el cargo de CEO fue elegido Mariano Elizondo, hombre por fuera del fútbol. Finalmente, la temporada 17/18 si quedó a cargo de la Superliga.

La experiencia fue un fracaso. En febrero de 2020, Superliga había perdido el apoyo de todos los clubes grandes y se confirmó que dejaría de existir de cara a la temporada 20/21, y sería reemplazada con otro organismo, la Liga Profesional (LPF). Con ella, la Primera División volvería a la AFA, pero con autonomía. En marzo Elizondo renunció y fue reemplazado por Tinelli. El 28 de abril, a raíz de la pandemia, el Comité Ejecutivo de la AFA decidió dar por finalizados todos los campeonatos. Además, se decretó que la próxima temporada correría junto al calendario, como fue en 2015. Allí, la AFA se haría cargo de los torneos, incluida la Primera División a través de la LPF, que fue oficializada el 19 de mayo en Asamblea Extraordinaria, en la misma reunión en que la Superliga fue dada de baja. El propio Tinelli fue elegido presidente del nuevo ente. El 21 de marzo de 2022, Tinelli acudió a la justicia para suspender las elecciones de la LPF, que debían llevarse a cabo el 8 de abril, debido a irregularidades en la única lista homologada, encabezada por Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors (y aliado político de Tapia). En abril, la justicia determinó que la AFA intervenga la Liga Profesional de Fútbol y Tapia quedó como presidente de la LPF, por lo que en la práctica, la entidad encargada de la Primera División está absorbida por la AFA. Y así llegamos al presente. Pero todavía falta algo más para repasar, los descensos.

Es que el asunto de la cantidad de equipos que dejó el último baile de Grondona (?) ya roza la comedia. Uno de los objetivos de la Superliga era la reducción de equipos. Y no había empezado mal, aunque el ajuste comenzó antes. Ya en la temporada 16/17 hubo cuatro descensos y sólo dos ascensos desde la B. Se repitió lo mismo en 17/18 y 18/19. La idea era que continuara así hasta llegar a los 20 equipos en la 21/22. Pero antes de que comenzara la temporada 19/20, aparecieron los problemas. Y es que en la misma semana en que debía comenzar el campeonato, varios clubes con bajo promedio “amenazaron” a la Superliga para bajar de cuatro a tres los descensos, y se salieron con la suya. Estos fueron Argentinos, Arsenal, Banfield, Central Córdoba, Colón, Estudiantes, Gimnasia, Lanús, Newell's, Patronato y Rosario Central. Fueron más allá y con la competencia en juego quisieron eliminar otro descenso, pero dieron marcha atrás por el rechazo que generó esa intención. Pero luego vino la pandemia y la consecuente finalización abrupta de la temporada y la cancelación de los descensos, no así de los ascensos.

Entonces, en Primera se pasó de 24 a 26 equipos. Pero en 2021 tampoco hubo descensos, así que para 2022 fueron 28 los participantes. Ese mismo año, en AFA se decidió que hubiese dos descensos ese año, cuatro en 2023, 2024 y 2025 para tener 22 clubes en 2026. Pero tras la conquista del Mundial de Qatar aquel 18 de diciembre de 2022 mediante el inolvidable triunfo por penales ante Francia tras aquella insoportable igualdad 3-3, la Asamblea decidió cancelar uno de los cuatro descensos de 2023. Y en junio anularon otro más, por lo que solo hubo dos. ¿Todavía quieren más? Se determinó que en 2024 apenas dos equipos perderían la categoría, pero en octubre directamente se abolieron. Y así, la temporada 2025 volvería a tener 30 equipos, lejos de los 18 que Tapia consideraba como ideal en el lejano 2019 (aunque en mayo defendió la cantidad actual y la justificó “comercial y deportivamente”, además de señalar que él “no toma sólo la decisión”, sino que es “a partir de planteos de los dirigentes”). Y bueno.

¿Cómo nació la Copa Argentina y las demás copas?

Patronato campeón de la Copa Argentina 2022 (vía).
Para ir cerrando, falta la competencia oficial a eliminación directa organizada por la AFA para equipos de todas las categorías. A diferencia de los 30/38/40 equipos en Primera, la Copa Argentina no fue una consecuencia directa del descenso de River en 2011, aunque sin dudas este evento aceleró los plazos.

La historia de las copas en el fútbol argentino es bastante abundante. Desde la primera vez (la Copa de Competencia Chevallier Boutell de 1900) hasta el momento donde nos paramos, el año 2011, se había jugado 94 competencias de copa de máxima divisional, o sea, que participaron equipos de Primera, pudiendo haber o no elencos del ascenso, de otras ligas y hasta de Uruguay. Ahora bien, apenas 36 de ellas se disputaron en el profesionalismo. Y si excluimos a las competencias mano a mano de tipo supercopa (las Ibarguren entre los campeones porteños y rosarinos y la Copa de Oro del 36) y las “llamativas” Copas Escobar (partidos de dos tiempos de 20 minutos disputadas plenamente en dos jornadas), la cuenta baja hasta 18:

  • Cuatro Copas de la Competencia Británica (1944, 1945, 1946 y 1948).
  • Tres Copas de la República (1943, 1944 y 1945).
  • Dos Copas Jockey Club (1931 y 1933).
  • Dos Copas de Competencia de la Liga Argentina (1932 y 1933).
  • Dos Copas Beccar Varela (1932 y 1933).
  • Dos Copas Argentina (1969 y 1970).
  • Un Trofeo AFA (1952).
  • Una Copa Suecia (1958).
  • Una Copa Centenario (1993).

De las 18, solo la Jockey de 1931, el Trofeo AFA de 1952 y las Copas Argentinas de 1969 y 1970 tuvieron participación de equipos del ascenso, y fue bastante escaso: 24, 5, 1 y 1 equipo(s), respectivamente. Pero claro, vale decir que solo una se jugó posterior a la integración de los equipos del interior al fútbol de AFA. ¿1967 o 1986? Al caso es lo mismo, solo vale la Centenario. Esto viene a que significa que las otras 17 se jugaron en épocas en que el interior jugaba por su lado. Y aquí solo fueron integrados mediante las tres Copas de la República y las dos Copas Argentina, creadas justamente para eso, para competir entre Buenos Aires y el interior. Fuera de ellas, solo recibieron invitación Córdoba (Beccar Varela 33 y Trofeo AFA 52), Santa Fe (Beccar Varela 33), Mendoza y Tucumán (ambos al Trofeo AFA 52). Esto sin contar a Rosario, que fue invitada a la Beccar Varela de 1933 y luego tuvo participación regular en todas desde la década del 40 para adelante excepto la Copa de la República de 1945.

La Copa Centenario tuvo apenas cuatro equipos del interior de 18 participantes: Belgrano (Córdoba), Mandiyú (Corrientes) y los rosarinos directamente afiliados de Central y Newell’s. Talleres y San Martín de Tucumán, por haber perdido la categoría al finalizar la temporada 92/93 (si, la del escándalo), quedaron excluidos. Entonces, podemos ver claramente que había dos cuentas pendientes. Primero, realmente no era serio que un país como Argentina no tuviera un torneo de copa. Y segundo, en caso de tenerlo, era necesario abrirlo al interior. Bueno, en 2011 Grondona lo hizo, que tanto ni tanto. Al menos así fue al comienzo, no podes decir lo mismo de la actualidad.

A finales de julio de 2010 explotó la bomba (?). El fútbol argentino tendría su copa federal. Al menos así tituló Infobae. Se contaba que equipos de todas las divisiones participarían, además de conjuntos del interior del país. La idea era que el certamen arranque en febrero de 2011 y dure aproximadamente hasta septiembre. Con el correr de los días se fueron filtrando más detalles. Participarían los 172 clubes que estaban en Primera, la B, los tres torneos Metropolitanos y los dos Torneos Argentinos. La fase inicial duraría de febrero a julio y en ella competirían los 152 equipos del ascenso, eliminandosé a partido único en duelos armados por cercanía geográfica. De esta instancia surgirían 12 equipos que se sumarían a los 20 de Primera División, formando así el cuadro de 32 clubes que se eliminarán a ida y vuelta a partir de julio y hasta octubre, fecha para la cual se disputaría la final, que se pensaba a partido único en una ciudad neutral.

El 18 de mayo de 2011 el propio Grondona confirmó el certamen, que recibió el nombre de Copa Argentina. “Vamos a preparar ese famoso campeonato argentino que hace tanto veníamos queriendo, pero que no teníamos los medios para solventar los gastos”, contó el presidente de la AFA. “Esta es una idea que venimos teniendo desde 2005 y que ahora, afortunadamente y porque la economía nos lo permite, podemos llevar adelante”, agregó.

En principio, el torneo comenzaría en agosto y concluiría en diciembre, y participarán clubes de Primera División, B Nacional, Primeras B y C, y los Argentinos A y B, quedando afuera la Primera D. En las primeras fases se enfrentarían los equipos de las divisiones inferiores a partido único, con localía por sorteo. Luego, se sumarán los equipos de la B Nacional y los cuatro peores de la Primera División, al tiempo que el resto de los clubes de la elite argentina se sumarán en 16° de final. Una de las cuestiones más llamativas era que el interior del país sería sede de los partidos, aún cuando jueguen dos clubes de la Ciudad de Buenos Aires. Además, este torneo tendría como principal premio la clasificación del campeón a la Sudamericana 2012. “El problema principal era la parte económica. No se podía hacer un torneo y sacrificar la posibilidad financiera de cada club. De esta forma, los equipos se encontrarán con una forma de estar en el torneo sin tener gastos”, explicó Grondona, que también adelantó la posibilidad de invitar a clubes de provincias que no formaran parte de ninguna divisional de AFA.

El 9 de agosto se publicó el fixture de la competencia, con 188 participantes, o 186, según como se lo mire. El torneo comenzaría el 31 de agosto y finalizaría el 25 de mayo de 2012. Los equipos de Primera y de la B (40) debutarían directamente en la fase final, mientras que los demás debían disputar la fase previa para clasificar 24 clubes. En esta eliminatoria, el interior y los metropolitanos jugarían por separado.

Finalmente, los equipos de la D sí fueron tenidos en cuenta. Los 18 clubes se eliminarían entre sí, y los nueve equipos ganadores se enfrentarían a los de la C y B Metro. También harán lo mismo, pero por su lado, los equipos del Torneo Argentino A y B más los invitados de Tierra del Fuego y La Rioja. ¿Por qué esto último? Se decidió que las provincias sin representación alguna en ninguna categoría recibirían una plaza para la Copa Argentina, que se definiría por invitación o bien por una eliminatoria interna. A las dos mencionadas había que sumar a La Pampa y Neuquén. En estas últimas se había decidido que General Belgrano de Santa Rosa y Maronese de Neuquén sean los representantes, mientras que en los otros dos casos se iba a disputar un mano a mano por las plazas. Pero una reestructuración de último momento (?) del Argentino B, que pasó de 48 a 60 participantes, incluyó a Maronese y a Alvear FBC de Intendente Alvear (La Pampa), por lo que estos dos entraron a la Copa Argentina como equipos del Argentino B (si, General Belgrano se quedó con las manos vacías).

Como fuese, tras eliminarse entre sí los equipos metropolitanos y del interior, quedarían 48 clubes, que jugarían una última eliminatoria por los 24 lugares en la fase final. Me permitiré hablar de mí en este momento. Cuando salió el fixture, publicado en la web de Santa Mónica (empresa encargada de organizar el certamen), lo hizo en un PDF de muy mala calidad. Recuerdo que logré pasarlo a texto y publicarlo antes que nadie en un viejo blog mío que ya no ve la luz del sol (?), y ese fue mi primer “éxito” en la Internet.

El 17 de julio de 2011 arrancó la primera edición de la Copa Argentina, ¿o acaso todavía no lo había hecho? Ese día se disputaron los partidos de ida de las eliminatorias riojanas y fueguinas. Atlético Riojano le ganó 2-1 a Atlético Chilecito por un lado, mientras que en el otro, Cuervos del Fin del Mundo de Ushuaia derrotó 1-0 a Real Madrid de Río Grande. Una semana después se jugaron las revanchas. En La Rioja, Chilecito venció 2-1 pero Riojano se impuso por penales 4-3. En tanto, en Tierra del Fuego el partido se suspendió a los 20 minutos por la nieve, y recién se pudo reanudar el 28 de agosto. Allí, Real Madrid ganó 2-0, pero como no valía la diferencia de gol, fueron a penales, donde nuevamente se impuso el equipo de Río Grande (4-2). Hay gente que cuenta esta instancia como parte de la Copa, otros no lo hacen. Para mi si, y por eso son 188 participantes y no 186. Si no quieren pensar como yo, el certamen largó entonces el 31 de agosto de 2011, con los nueve partidos de la eliminatoria de la Primera D, a partir de aquí siempre a partido único.

Las fases previas continuaron hasta el 12 de octubre, y el 22 de noviembre comenzó la fase final con los 32° de final. La gran final no se jugó el 25 de mayo de 2012 como se estipulaba, sino que fue el 8 de agosto. Ese día, en San Juan, Boca se consagró campeón al vencer 2-1 a Racing (que llegó a la definición tras eliminar en semifinales a River, que en esa época andaba de paseo por la B Nacional). Además, clasificó a la Sudamericana.

En las primeras cuatro Copas Argentina tuvimos un aumento de participantes de una edición a la otra, alcanzando el techo de 270 en la 2014/15. Esto no se debió a invitaciones a equipos de ligas del interior ni nada parecido (de hecho, nunca más pasó salvo en la primera edición), pero anda cerca de eso. El incremento se explica en la constante adición de participantes en el Argentino B. Esto solo significaba rondas previas mayores, ya que en la fase final siempre hubo 64 equipos, exceptuando la edición 2013/14, que se jugó con 54 (con unas rondas previas antes de los 16° de final).

Lamentablemente, una ley imperecedera es que todo lo bueno debe terminar. Y es que la Copa Argentina 2015/16 se jugó solo con 75 equipos. Sería el comienzo del actual sistema de que sólo los equipos de Primera tienen asegurada su plaza, mientras que los del ascenso deben clasificar. En esta etapa la fase previa se vio reducida a un par de rondas entre equipos del Argentino/Federal A y también del B, cuando aún existía. Esto también expiró. La edición 2019/20 se extendió mucho más de la cuenta, producto del parate que hubo por la cuarentena. Tanto así que se disputó a lo largo de 2021, por lo que no hubo una edición propia de ese año. Para 2022 se retomó la normalidad, pero a partir de aquí directamente se eliminó la fase previa del interior. Simplemente fueron 64 clasificados. El federalismo original de la competencia quedó medio truncado.


Hablando de sedes, he escrito sobre ello en el pasado. El post puede no estar actualizado, pero si el excel. Hay seis provincias en donde aún no se han jugado partidos de fases finales (Chubut, La Pampa, Misiones, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego). Y son 51 los estadios, de las restantes provincias, donde se han jugado partidos en las mencionadas instancias. Se puede decir que en este aspecto la Copa Argentina cumplió con su objetivo de “federalidad”, el debate de si es realmente necesario mudar tan lejos algunos partidos es algo que podemos tener en algún momento. Con las finales no hay tanta variedad: Mendoza fue sede de cuatro, Córdoba y San Juan de dos, mientras que Catamarca, Lanús, Santa Fe (Unión) y Santiago del Estero vieron una cada una.

Otra forma en la que el interior se aprovechó para ver partidos ajenos (?) fue con las copas de las ligas y las supercopas. Es necesario explicar las primeras para poder entender cómo se llegó al descontrol de las segundas. El calendario de la Superliga en su temporada 2018/19 iba a quedar corto, puesto que con 26 equipos el certamen sería de 25 jornadas. Algo inaceptable para la TV. Así que para ocupar el hueco se inventó la Copa de Superliga, a jugarse al final del campeonato en formato de eliminación directa. Para la temporada 2019/20 se repetiría, pero esta vez, los equipos jugarían en dos zonas y clasificarían los dos primeros a las semifinales. Esto daba muchos más encuentros, pero solo se disputó la primera fecha de manera parcial, puesto que la pandemia hizo lo suyo. El certamen fue cancelado, la Superliga murió y la Liga Profesional se hizo cargo del circo. Esta creó su propia competencia para reiniciar el fútbol: la Copa de la Liga Profesional, ¿para qué pensar tanto un nombre? (aunque la primera edición fue rebautizada como Copa Diego Armando Maradona tras el paso a la inmortalidad del 10).

Desde entonces, se jugaron cinco ediciones. El debate que se presentó en determinado momento es que no se sabía si esto contaba como liga o como copa. Si bien tanto nombre como formato apuntaba a lo segundo, las Copas de la Liga Profesional (y la de Superliga del 2020 también) sumaban sus puntos en las fases de grupos para la tabla de promedios. Entonces, estamos ante algo que tan “copa” no es. Tras el sorteo de la edición 2022, Malaspina contó en TyC que “este torneo es una liga, se llama copa por el formato, pero cuenta como liga”, pero no ha habido más desde AFA respecto a esto. Como nota de redacción, yo a las copas que afectan en los promedios las cuento como ligas, por si necesitan saberlo.

En fin, AFA decidió que varios partidos de estas copas sean en cancha neutral, muchas de ellas del interior:

  • La final de la Copa de la Superliga 2019 se disputó en Córdoba (Tigre 2-0 Boca).
  • Las semifinales y la final de la Copa de la Superliga 2020 se hubiesen jugado en cancha neutral.
  • En la Copa Maradona, se jugaron en cancha neutral las finales de las Fases Campeonato y Complementación y el “partido clasificatorio a la Sudamericana 2022”, todos se disputaron en San Juan
    • Boca 1-1 (5/3) Banfield.
    • Rosario Central 1-3 Vélez.
    • Banfield 3-2 Vélez.
  • Las semifinales y la final de la Copa de la Liga Profesional 2021 también se jugaron íntegramente en San Juan:
    • Racing 0-0 (4/2) Boca.
    • Colón 2-0 Independiente.
    • Colón 3-0 Racing.
  • Las mismas instancias de la Copa de la Liga Profesional 2022 se disputaron en canchas neutrales:
    • Racing 0-0 (5/6) Boca en Lanús.
    • Tigre 1-1 (3/1) Argentinos en cancha de Huracán.
    • Boca 3-0 Tigre en Córdoba.
  • Todos los playoffs de la Copa de la Liga Profesional 2023 se jugaron en canchas neutrales:
    • Huracán 1-1 (2/4) Platense en San Juan.
    • Godoy Cruz 0-0 (5/3) Banfield en Villa Mercedes.
    • River 2-1 Belgrano en Córdoba (!).
    • Racing 2-2 (6/7) Rosario Central en Salta.
    • Platense 1-1 (6/5) Godoy Cruz en San Nicolás
    • Rosario Central 0-0 (2/0) River en Córdoba.
    • Platense 0-1 Rosario Central en Santiago del Estero.
  • La misma situación que en 2023 se dio en la edición 2024 de la Copa de la Liga Profesional.
    • Argentinos 1-1 (3/2) Defensa y Justicia en Banfield.
    • Estudiantes 3-0 Barracas en Vicente López.
    • Godoy Cruz 1-2 Vélez en Villa Mercedes.
    • River 2-3 Boca en Córdoba.
    • Argentinos 0-0 (2/4) Vélez en San Nicolás
    • Estudiantes 1-1 (3/1) Boca en Córdoba.
    • Estudiantes 1-1 (4/3) Vélez en Santiago del Estero.

Para la temporada 2025 las Copas de las Ligas fueron dejadas de lado, pero no tanto, ya que se optó por dos torneos (Apertura y Clausura) que definitivamente son ligas, pero con playoffs. El Apertura lo ganó Platense, al vencer a Huracán por 1-0 en Santiago del Estero, en el único encuentro disputado en cancha neutral. Misma situación se dará en el Clausura (lo del partido único, aunque seguramente también la parte de jugar en tierras santiagueñas).

Ahora sí, las Supercopas. Cuando nació la Copa Argentina, casi que por decantación se supo que aparecería un encuentro entre su campeón contra el campeón de Primera. Y en 2012 tuvo su estreno. La Supercopa Argentina enfrentaría al vencedor del partido entre los ganadores del Apertura 2011 y el Clausura 2012 ante el campeón de la Copa Argentina 2011/12. Pero como Boca ganó el Apertura y la Copa, directamente se anuló la instancia semifinal y enfrentó a Arsenal, campeón del Clausura. Y fue el elenco de Sarandí el que ganó. Las primeras tres ediciones de la Supercopa Argentina tenían ese esquema, Copa Argentina versus el ganador de una definición de los que conquistaron los torneos cortos. Para las ediciones 2013 y 2014, esto se definió mediante la Copa Campeonato, instancia instaurada con el nuevo esquema de Torneo Inicial y Final. Estos, originalmente, no daban un campeón sino un ganador que clasificaba a dicha final (apodada “superfinal” desde los medios), pero por presiones de la TV, AFA se retractó y consideró campeones de liga a los que ganaran los tres certamenes, incluyendo a la superfinal a partido único (!). Ya para la temporada 13/14 desde el reglamento se aclaró que la superfinal era un torneo de copa. ¿En qué otro país puede suceder esto si no es en Argentina?

A partir de 2015 todo fue mucho más sencillo, campeón de Liga contra campeón de Copa Argentina, aunque en 2015, al haber ganado Boca ambos torneos, a la Supercopa clasificó el subcampeón de la Liga, que fue San Lorenzo (curiosamente, ganaría el certamen al derrotar 4-0 al “Xeneize”). De las 10 ediciones disputadas, nueve se jugaron en el interior. Dos en Córdoba, Mendoza y Santiago del Estero, mientras que Catamarca, La Punta (San Luis) y San Juan recibieron una, al igual que La Plata. La edición 2020, que deben disputar Boca y River (el primero como campeón de la Superliga 19/20 y la Copa Argentina del mismo periodo y el segundo como subcampeón de Liga), aún está en veremos y parece difícil que se juegue alguna vez. La de 2024, en tanto, se disputará en septiembre entre Vélez y Central Córdoba, con sede aún por determinar.

Además, los campeones de las ediciones 2014 (Huracán) y 2015 (San Lorenzo) clasificaron a la Copa Sudamericana 2015 y 2016, respectivamente. A las dos anteriores (2013 y 2014), quien clasificó fue el vencedor de las superfinales. Ya que estamos (?), las dos ediciones de estas últimas se disputaron en Mendoza y en La Punta.

Con la aparición de las copas de Liga también surgió la posibilidad de nuevas finales. Y así fue creado el Trofeo de Campeones de Superliga, que enfrentaría al campeón de Liga ante el de la Copa de Superliga. Solo se disputó una vez, la edición 2019, en donde Racing venció a Tigre en Mar del Plata. La de 2020 no se disputó porque la Copa de Superliga de ese año no se terminó. Pero allí apareció la Liga Profesional para ocupar el lugar de la ahora difunta (?) Superliga, y no solo creó la Copa de la Liga Profesional, sino que también lo hizo con el Trofeo de Campeones de la Liga Profesional. Se han disputado cinco ediciones hasta ahora, jugandosé tres definiciones en Santiago del Estero y una en Villa Mercedes.

Pero además, en esta competencia existe la particularidad de que, a diferencia de la Superliga, si un equipo es campeón de ambos torneos, su rival saldrá de un duelo entre ambos subcampeones. Esto se dio dos veces. En 2022, en cancha de Huracán, Racing venció a Tigre y avanzó a la final, donde le ganó a Boca. Y tenemos el caso de la edición 2020, donde recién en febrero de 2023 (!) se enfrentaron en Córdoba River y Banfield (subcampeones de la Superliga 19/20 y de la Copa Maradona 2020). Ganó el “Millonario” y pasó a la final ante Boca, que al día de la fecha aún no se jugó y que, como la Supercopa 2020, no parece que se vaya a disputar.

Con el cambio de formato, en la temporada 2025 el Trofeo de Campeones será disputado entre los campeones de los Torneos Apertura y Clausura.

Para ir cerrando, hay que mencionar los dos casos de supercopas bizarras. Primero, la Copa del Bicentenario. Esta se disputó en 2016 entre los campeones de los torneos de transición 2014 y 2016, Racing y Lanús. La idea se le ocurrió a Víctor Blanco, presidente del equipo de Avellaneda, a comienzos de dicho año y luego fue aceptada por Nicolás Russo, titular del “Granate”. Esto nace porque ambos clubes quedaron al margen de la disputa de la Supercopa, y AFA les dio vía libre. Se jugó en cancha de Racing por “sorteo” pero la ganó Lanús con un gol sobre la hora. Ah, Lanús finalmente si disputó la Supercopa 2016 en febrero de 2017 en su condición de campeón del campeonato de transición 2016. Le ganó 3-0 a River en La Plata.

Y si esto les parece tirado de los pelos, la historia de la Supercopa Internacional los hará revolcarse de la risa. Todo comenzó cuando en junio de 2022 la AFA firmó un convenio con el Consejo de Deportes de Abu Dhabi, uno de los siete emiratos que constituyen los Emiratos Árabes Unidos. Una de las cosas convenidas fue que las siguientes cuatro ediciones de la Supercopa Argentina se llevarían a cabo en el país de Medio Oriente, además de que el equipo que logre salir campeón ganaría 1.000.000 de dólares como premio. Pero pasaron cosas. Básicamente, Patronato.

Es que el equipo entrerriano se consagró campeón de la Copa Argentina 2022. A pesar de que unas semanas antes se había ido al descenso en la Liga Profesional, el “Patrón” le ganó la final a Talleres por 1-0 y de esta manera, además de clasificar a la Libertadores 2023, aseguraba su lugar en Abu Dhabi. Pero desde AFA los bajaron. Y es que a los emiratís les prometieron “partidos de alto nivel”, o sea, partidos entre equipos grandes. “Parece que a la AFA no le gustó que Patronato sea campeón. Lo más probable es que, si hubiera sido un equipo grande, seguro se hubiera jugado en Emiratos Árabes. Acá hay intereses muy poderosos de la AFA, económicos, porque se trata de Patronato”, expresó Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos. Razón no le faltaba. Y así nació la Supercopa Internacional, anunciada en los últimos días del 2022 para ser disputada el 20 de enero de 2023. Se enfrentarían el ganador del Trofeo de Campeones contra el primero de la tabla general de la temporada 2022 de Primera División, que era la sumatoria de la Liga y de la fase de grupos de la Copa de la Liga.

El Trofeo de Campeones 2022 se había disputado el 6 de noviembre entre Boca, campeón tanto de la Liga como de la Copa de la Liga, y Racing, vencedor del partido entre los subcampeones. Este duelo, jugado en la ciudad sanluiseña de Villa Mercedes, terminó con triunfo para la “Academia” por 2-1 sobre el final del tiempo extra y con incidentes que dejaron siete expulsados en Boca y tres en Racing. De esta manera, el elenco de Avellaneda se quedó con el Trofeo de Campeones sin haber sido campeón. Pero además, también fue primero en la tabla general del 2022, por lo que el otro clasificado a la Supercopa Internacional fue el equipo que terminó en el segundo puesto: Boca. La primera edición nuevamente vio a Racing imponerse por 2-1, ganando otra corona.

La edición 2023 recién se disputó en 2025. Allí se enfrentaron River, campeón del Torneo de Campeones y primero de la general, contra Talleres, segundo en dicha tabla. Pero ese encuentro ya no sería en los Emiratos Árabes Unidos, ya que el contrato con AFA se cayó en 2023. Finalmente, este partido se jugó mucho más cerca, en Asunción, la capital del Paraguay. Allí, por penales, ganó Talleres. Apenas cuatro meses después se jugó la edición 2024, entre Estudiantes (Trofeo de Campeones) y Vélez (1° en la general). Y este duelo se jugó mucho más cerca aún, ya que se llevó a cabo en cancha de Independiente, a pesar de que el reglamento dice que el partido “se realizará en estadio neutral e internacional”. Como fuese, lo ganó Vélez por 2-0. Para la edición 2025 también debería jugarse en el extranjero, pero veremos si se cumple. A todo esto, desde 2023 se viene aclarando que la Supercopa Internacional pasó a llamarse Supercopa LPF, pero bueno, nadie parece cumplir eso, ni siquiera AFA o la Liga Profesional. Una mancha más al tigre…

Además de las fuentes linkeadas, citaré los recortes sacados de El Gráfico y Sólo Fútbol que pueden ver aquí.

Y así, 4 de agosto de 2025, parece que he terminado de escribir todo esto que comencé el 11 de mayo de 2024. En los próximos días esto verá la luz. Intenté esclarecer que fue el Regional de 1986, como se llegó a él, los antecedentes, que vino después y cómo desde allí llegamos a este presente. Ojalá me haya salido. Explicar el fútbol argentino, y sobre todo el del interior, nunca fue ni será fácil. Esto no es la Premier League. A veces es un alivio, a veces es una pena. Es imposible saber hacia dónde irá la pelota cuando desde AFA deciden rever cosas. Cosas que se escriben en chiste podrían pasar tranquilamente. Quizás en 10 años haya que hacer una cuarta parte de esto. De ser así, ojalá sea repasando cómo se volvió a cierto orden y no viendo el paso a paso de un caos mayor producto de dirigentes cobardes que se ven amparados en los éxitos de la selección dirigida por Scaloni y liderada por Messi. Pero como dijimos al comienzo de todo, no venimos a hacer futurología.

Como cierre, les dejo este cuadro con los cambios que ha tenido el sistema de pirámide del fútbol argentino pero del lado del interior, que es en lo que me especializo (?) y tengo más ampliado en mi mejor excel. Por una cuestión técnica deberán clickear para ampliar y verlo mejor, pero lo que muestro acá es con el correr de las temporadas como fueron cambiando los torneos en cada divisional y sus cantidades de participantes. Los que están en rojo son los campeonatos con plazas fijas, mientras que los que están en blanco son los clasificables desde las ligas. Hasta aquí llegué, nos vemos la próxima.

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