Gestando la reestructuración (la dulce espera de la tibia rebelión)
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Recorte de Sólo Fútbol N° 41 (21/04/1986). |
1983 se nos presentaba con un novedoso formato para el Nacional. Por primera vez en mucho tiempo se dejaba de lado las cuatro zonas para dar lugar a ocho grupos de cuatro, de los cuales clasificarían a la siguiente zona tres equipos de cada una. O sea, solo ocho equipos quedarían eliminados en la primera fase, con solo seis partidos. Luego vendrían ocho triangulares, de donde avanzarían dos clubes de cada uno, para dar lugar así a los playoffs. La idea era dar un buen piso de partidos a (casi todos) los equipos, pero que el premio o la eliminación estén cerca y no tengan cinco o seis partidos por nada. El Gráfico celebraba la idea, pero no cuajó bien y para 1984 se cambió nuevamente el formato. Esta vez, se usó el que sería el esquema de los Mundiales a partir de 1998. Ocho zonas, dos clasificados por cada una, playoffs. Tampoco gustó. Muchos equipos jugando muy poco. El interior se cansó. Comenzó el debate.
Este Nacional 84 contó con la participación récord de seis cordobeses, algo que tuvo cierta polémica, ya que algunos sectores consideraban que esto era una sobrerrepresentación (que quedaría para Buenos Aires, ¿no?). ¿Seis porque? Estaban los tres de la 1.309 (Talleres, Instituto y Racing) y los dos clasificados desde la ACF (Belgrano y Unión San Vicente), a los que se sumó Estudiantes de Río Cuarto, ingresando desde el Regional. Nilo Neder, en El Gráfico, celebraba el regreso a un torneo de AFA de Belgrano, que faltaba desde 1981 y lo consideraba el que más gente movía en la provincia. También, como apostilla, en febrero se corrió la bola de reuniones entre los presidentes de Belgrano y Talleres (Walter Spengler y Amadeo Nuccetelli) con el propósito de una posible fusión entre los dos clubes más importantes de Córdoba. Cuando la noticia se filtró, rápidamente encontró resistencia entre la gente y quedó en eso, una loca idea.
Como fuese, empezó a haber ruido antes de que se jugara el Nacional 84. Carmelino Russo, presidente de Central Norte de Salta, propuso una reunión de presidentes de clubes del interior, tal como sucedía con la Liga del Interior a fines de los 70. Se pedía una modificación sustancial de las estructuras, y algunos extremistas incluso pensaban en crear una Federación Argentina paralela a la AFA. A todo esto, la 1.309 no solo había visto “endurecer” sus requisitos como leímos anteriormente, sino que empezaba a sonar una posible derogación que le cerraría la ventana abierta al interior (porque no vamos a decir que era una puerta). En 1982, Grondona declaró que la resolución fue una equivocación “en el procedimiento, no en el hecho” y confesaba un posible “reajuste de la reglamentación”, al tiempo que consideraba que los actuales Nacionales eran un retroceso a la idea de fortalecer el fútbol del interior y que si era por él, a fin de temporada se bosquejaría “un gran torneo que abarque la mayor parte del año”. Además, elogió el sistema de liga única impuesto en Córdoba.
Nuevamente citando a El Gráfico, en marzo publicaron una serie de consultas a 12 dirigentes de clubes y ligas del interior. Todos coincidieron en que era necesario cambiar y reestructurar. Pero, ¿y en Buenos Aires que opinaban? Hugo Santilli, presidente de River, consideraba que había que excluir equipos en base a “infraestructura, nivel de convocatoria y prestigio o crecimiento acelerado”, citando como ejemplo a Belgrano, Talleres y Loma Negra, y dando como contrapunto a Racing de Córdoba. Aparte, consideraba la necesidad de un solo torneo al año, y que el Nacional en todo caso debería jugarse a doble eliminación para “acortarlo” (también era curiosa su opinión de que “dentro de tres años (NdR: 1987) casi no van a quedar estadios de clubes en el fútbol argentino”).
Finalmente, en julio del 84 AFA creó una comisión de estudio para evaluar la reestructuración de los torneos, con la idea de realizar “un solo y gran torneo Nacional”. Además, se estudiaría la conveniencia de la televisación de los partidos y, de paso, Newell’s intentó suspender los descensos por dos años, algo que fue inmediatamente descartado. Más adelante, se presentó otra situación. Se debían disputar las eliminatorias para el Mundial de 1986. En aquellos años era bien distinto el formato a lo actual: antes se jugaban todas juntas (obviamente no era un todos versus todos sino que era por zonas). Las fechas de disputa eran del 26 de mayo al 30 de junio de 1985, pero aparte de ello, Bilardo concentraría a los jugadores a partir del 22 de abril. Entonces, allí no podía haber competencia, o bien, los clubes deberían jugar sin sus figuras, lo cual no era redituable futbolística y/o económicamente. Esto significaba dos cosas, primero, que el Nacional debía definirse rápido, y en segundo lugar, que el Metropolitano 1985 debía ser a una rueda o en zonas, pero que no había tiempo para dos vueltas. ¿Cómo se solucionó? Finalmente, después de tantos intentos, AFA consiguió un Nacional a doble eliminación.
El Nacional de 1985 contó con 32 participantes (19 de AFA, siete desde las ligas y seis del Regional). Ocho zonas de cuatro, al igual que el año anterior, pero con la salvedad de contar con una llave de perdedores, por lo que era necesaria la “doble eliminación”, o sea, perder dos series para quedar afuera del torneo (ser 3° o 4° en la fase de grupos ya contaba como una). Algunas fases a ida y vuelta, otras a un partido, en fin, todo un lío que era sintomatológico de algo muy evidente: el formato estaba muerto. Como fuese, el 17 de febrero comenzó el Nacional, pero aquí quiero subrayar algo para mostrar lo cada vez menos relevante que era esto. Entre el 6 y el 26 de febrero se disputó en Mar del Plata la muy habitual Copa de Oro. En esta ocasión, la jugarían cuatro de los cinco grandes, específicamente los que estaban en Primera (Boca, River, Independiente y San Lorenzo). Así que durante dos fines de semana, esta competencia amistosa coincidió con el campeonato de primera división. Cosillas.
Como fuese, además, quedó determinado que el torneo pararía el 21 de abril, tras las semifinales de la llave de perdedores (una semana después de haberse jugado la final de la llave de ganadores). Esto para poder liberar a los jugadores de la selección de cara a las eliminatorias y no resentir el nivel, o algo así (?). Luego de esto, se reanudaría el Nacional en algún momento a determinar. Las opiniones estaban divididas, pero es lo que había.
En marzo, finalmente, se empezó a hablar de cambios. La Secretaría de Deportes de la Nación de la presidencia del radical Raúl Alfonsín presentó un proyecto a la AFA para reestructurar el fútbol argentino de cara a 1986, siendo las caras visibles de esto su secretario Rodolfo O’Reilly (nombre clave en la intentona golpista a Bilardo en la selección) y su subsecretario Osvaldo Otero (quien en los 90 sería protagonista en la futura quiebra de Racing). Este proyecto consistía en la creación de tres nuevas divisionales, una “A” y una “B” nacional y luego una tercera categoría que sería de índole regional. ¿Y cómo determinamos qué club iría a cada división? Pues con un semestre de transición para ganarse en la cancha un lugar. ¿Y cómo se armaría cada una de ellas? Bueno, ahí sí habría un poco de “a dedo”.
Por un lado, la nueva “A” sería de 20 clubes. 10 de ellos surgirían de la Primera División de AFA de un campeonato entre los 14 equipos del AMBA (Argentinos, Boca, Chacarita, Español, Estudiantes, Ferro, Gimnasia, Huracán, Independiente, Platense, River, San Lorenzo, Temperley y Vélez), o sea, se excluiría a Talleres, Instituto, Racing (C), Newell’s y Unión, los equipos del interior. Por otro lado, el interior tendría ocho plazas, que serían distribuidas de la siguiente manera: dos para Córdoba y Santa Fe, y una para Mendoza, Salta, Tucumán y Chaco, siendo las ligas las encargadas de determinar los métodos de clasificación. Finalmente, los dos cupos restantes serían para los dos equipos ascendidos desde la B de AFA, lo que dejaría el certamen nuevo en una proporción 12 a 8. Igualmente, casi de inmediato surgió una especie de “plan B” con 24 equipos, a los que habría que sumar representantes de Jujuy y Misiones además de una plaza más para Córdoba y otra para AFA, porque en Argentina siempre hay lugar para la rosca.
En tanto, la nueva “B” sería de 44 equipos, jugandosé en dos zonas y con un octogonal final para definir al campeón y a los otros dos equipos que ascenderían. ¿Y de dónde saldrían los participantes? Los cuatro primeros serían los descartados de la Primera División de AFA. Luego se sumarían 15 de la Primera B. ¿Quiénes? Los que queden sin ascender ni descender de los 19 clubes porteños y bonaerenses (o sea, se excluía a Rosario Central, Colón y Argentino de Rosario). A estos sumarles los dos que ascenderían de la C. Tenemos 21 equipos hasta aquí. Para el interior sería tres plazas para Santa Fe, dos para Córdoba y una para Catamarca, Corrientes, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, Neuquén, Río Negro, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Santa Cruz. Así llegamos a 41 plazas. Las tres restantes surgirían de un Regional. Con esta distribución, todas las provincias excepto Tierra del Fuego estarían representadas en las dos categorías.
Para la tercera categoría, el proyecto contemplaba una unificación entre el Regional y la Primera C. Si bien jugarían por separado, habría una instancia final en forma de hexagonal, con tres clasificados por lado, para determinar los ascensos a la B. Todo esto acompañado por una lista de ítems a estudiar relacionados a lo económico, seguridad, inferiores y hasta cuestiones reglamentarias.
Pasó menos de una semana para que AFA presentara su proyecto. Este consistía en que el los participantes de lo que tenía que ser el Metropolitano 85 disputen el campeonato normalmente, incluyendo a los cinco equipos del interior. Los tres peores en los promedios descenderían, mientras que se sumarían para 1986 representantes de Chaco, Jujuy, Mendoza, Misiones, Salta y Tucumán, además de los dos ascendidos de la B, para así tener un campeonato de 24 equipos. El campeón de este torneo sería el dueño de la primera plaza a la Libertadores siguiente. Entretanto, se seguiría disputando el Regional, que clasificaría seis equipos al llamado Campeonato Argentino, que no era otra cosa que un Nacional reducido. Aquí también estarían los seis mejores del torneo de AFA, totalizando 12 equipos, que serían divididos en dos zonas y tendría una gran final para consagrar al campeón y, además, segundo clasificado a la Libertadores.
Argentinos Juniors, de la mano de Domingo Tesone, su presidente, presentó su propio proyecto, que era prácticamente igual al de la AFA, con la salvedad que a la instancia del “Campeonato Argentino” solo clasificarían los dos campeones (AFA e interior), y ambos serían los representantes en la Libertadores. Finalmente, el cuarto proyecto presentado fue el de River, presidido por el ya nombrado Santilli. Este consistía en cuatro campeonatos en uno, o algo así (?). Haré mi mejor esfuerzo para desglosarlo:
En tanto, Menotti seguía opinando. Consideraba que se debía crear una “liga superprofesional” con 16 equipos fuertes y representativos, que debían ser elegidos casi a dedo. “Hago un estudio de las condiciones que deben reunir para participar, los ordeno alfabéticamente (...), Atlanta, ¿qué recaudaciones hizo en los últimos 10 años? ¿Cuántos socios tiene? ¿Qué capacidad tiene su estadio? Si las respuestas son satisfactorias, Atlanta seguirá. De lo contrario, no entra”. Además, dijo que “no puede ser que en pocos años se hayan ido al descenso San Lorenzo y Racing. Fijate Boca: tendrá que luchar a lo loco para zafar. Fijate donde está Central. Es un disparate viejo. ¿Querés más? Belgrano de Córdoba tiene el 90% de la convocatoria cordobesa y juegan el campeonato Talleres, Instituto y Racing. ¿Cómo es la cosa? Nosotros necesitamos que Boca sea grande porque es el 40% de la hinchada total, necesitamos un River grande, un San Lorenzo grande, lo mismo que un Racing, que un Central, si esto no ocurre, el fútbol se muere”.
En mayo, algunos de los clubes más importantes del interior se reunieron en Tucumán. Allí, representantes de Belgrano, Talleres, Instituto, Racing (C), San Martín (T), Atlético Tucumán, Independiente Rivadavia, Gimnasia (M), Olimpo, Central Norte, Juventud Antoniana, Gimnasia (J), Altos Hornos Zapla, Atlético Ledesma y Santamarina, “entre otros” (sic), fundaron la Asociación de Clubes Profesionales del Interior. Esta pedía por la aprobación del proyecto de la Secretaría de Deportes, que supuestamente ya tenía el visto bueno de AFA, pero cuyo principal obstáculo eran las ligas. “Lamentablemente nos traban nuestras propias ligas, que pretenden continuar subsistiendo con los ingresos que reciben de nosotros, los clubes grandes del interior”, se quejaban. Esta apurada sirvió, ya que el 17 de mayo, en el ámbito del Consejo Federal, hubo una gran reunión de ligas (102 asistentes) y en votación se aprobó por 71 votos a 28 (tres se abstuvieron) a “autorizar a la Comisión Interna formada por las ligas para seguir discutiendo con AFA los tres puntos (sobre ocho) en los que aún no hay coincidencia: duración, distribución de plazas y fechas de disputa del torneo”.
El día 25, la Asociación de Clubes Profesionales del Interior se reunió en Río Cuarto, y se determinó que el nuevo campeonato no podía durar menos de nueve meses, además de solicitar 10 plazas para la “A” y 23 para la “B”, pero sin contar a los cinco equipos del interior que ya estaban en AFA. Además, se decidió fundar la Unión de Clubes del Interior (UCI).
Al día siguiente comenzó la participación argentina en las eliminatorias sudamericanas. Entre esa fecha y el 30 de junio, la selección disputó seis partidos y ganó su zona, lo que le permitió clasificar a México 86, no sin sufrimiento, ya que en la última fecha se empató 2-2 con Perú en el Monumental, encuentro que se igualó a falta de nueve minutos con un gol de Ricardo Gareca. Con la derrota parcial, Argentina quedaba segunda, lo que la obligaba a tener que disputar el reducido por la última plaza ante otras tres selecciones, mientras que Perú accedía a la Copa del Mundo. Nada de eso pasó.
Mientras tanto, para sorpresa de nadie, AFA hizo lo que quiso y aplicó su proyecto para la temporada 85/86. Se jugaría un campeonato de Primera División (el ex Metropolitano), pero duraría todo un año, además de aplicarse por primera vez el calendario europeo, o sea, comenzar a jugar la temporada en julio. Mientras tanto, el interior debería disputar el Regional. Y todo esto sin reglamentar una instancia final o certamen aparte para enfrentar a los equipos de ambos torneos. Y esto, obviamente, inició un enfrentamiento. Como fuese, el 6 de julio comenzó el torneo de Primera División, mientras que el 9 de julio se reanudó el Nacional, que finalmente se paró una instancia antes de lo previsto, por lo que se tenía que jugar la final de la llave de ganadores a la vez que los cuartos de final de la de perdedores. Los campeones de ambos certámenes representarían a Argentina en la Libertadores de 1986.
Cuando en Sólo Fútbol se le consultó a Grondona respecto a cómo sería su torneo ideal, Don Julio consideró que se tendría que hacer un campeonato nacional de 24 equipos y luego ir achicandosé hasta llegar a 20. Además, aprovechó para justificar el cambio de calendario porque el público argentino “cuando hace frío o llueve no va a la cancha”, además de que tener los meses de nuestro invierno libres facilitaría conseguir partidos para la selección. También aprovechó para criticar a las ligas del interior, que querían integrar a sus clubes pero sin perder estatus. Estas, mientras tanto, se reunieron en Córdoba a comienzos de julio, rechazando lo impuesto por AFA. Estas exigieron “mayor participación en el gobierno del fútbol argentino”, además de reclamar que las plazas de los futuros torneos les pertenezcan a ellas y no a los clubes. También pidieron que los torneos duren menos de los nueves meses exigidos por la UCI “para que no interfiera en los certámenes locales”. De paso, las ligas le tiraron un palito a los clubes: “Ellos defienden posiciones individuales de sus instituciones. en cambio nosotros lo hacemos en defensa del fútbol de la República”. Prácticamente un “todos contra todos”.
A la semana siguiente, AFA aprobó un proyecto para la temporada 86/87, en la que se formaría una primera división de 24 equipos, con los 16 que “sobrevivirían” del torneo 85/86, los dos que ascenderían de la B más seis del interior. Tucumán y Mendoza tendrían plaza fija, mientras que las otras cuatro plazas saldrían de un Regional. Todo esto supeditado a futuras modificaciones y atado a la promesa del gobierno nacional de solventar gastos de viajes y estadías. Al mismo tiempo, desde Mar del Plata pedían 30 equipos en Primera (vaya vaya, como nos gusta reciclar males en Argentina, ¿no?), algo que fue rápidamente descartado desde AFA. Pero ya en agosto, tras una reunión en Tucumán, las ligas del interior seleccionaron un nuevo proyecto. Aprobado por directivos de las ligas tucumana, mendocina, salteña, sanjuanina, regional de Jujuy, cordobesa, Federación y Liga correntina, jujeña, catamarqueña y Liga del Valle de Chubut (más adhesiones de San Rafael, Paraná y Santa Fe), este proponía un Nacional de 12 equipos. Seis clasificarían desde un Regional, mientras que los otros seis surgirían de AFA. Natalio Mirkin, presidente de San Martín de Tucumán (y a esta altura erigido como el líder de la UCI) rechazó de pleno este proyecto liguero. De hecho, la UCI se reunió en Córdoba en septiembre y aprovechó, con la presencia de Otero, para atacar a las ligas y a la AFA, cuyas posiciones se habían acercado mucho y ya prácticamente iban de la mano.
Esto, de rebote, generó un problema con el ascenso afista. El campeonato de Primera se pasó al calendario europeo en nuestro invierno de 1985. El problema es que los torneos de ascenso habían comenzado su temporada a principio de año, lo que generaría que el campeón de la B y el ganador del reducido en el 85 quedarían seis meses sin jugar en el primer semestre del 86, además de generar el interrogante de cuál sería el “premio” para competir en ese período de tiempo hasta acomodarse con los tiempos de la máxima divisional. Grondona lo resolvió fácil. Los dos ascendidos a Primera en 1985 disputarían la temporada 86/87, quedando por lo tanto la primera mitad del año sin jugar, en tanto que los sobrevivientes (más los ascendidos de la C) jugarían un mini torneo para definir un ascenso más, por lo que Primera pasaría a tener 20 equipos. Don Julio le prometió a los dos ascendidos, que casi que serían castigados, algún tipo de ayuda económica. En la misma entrevista, Grondona celebró el “nuevo Nacional” de 12 participantes, considerando que así el certamen aumentaría su jerarquía.
Finalmente, en los últimos días de septiembre se anunció el Regional, que comenzaría el 20 de octubre. Se mantendría la división del país en seis zonas por geografía, y el equipo que gane cada una de esta clasificaría al “Campeonato Argentino”. La UCI rechazó el proyecto en cuestión porque entendía que “en lugar de igualar hacia arriba se iguala hacia abajo con el consiguiente perjuicio deportivo y económico” y comenzó a correr el rumor de un boicot, cuestión que en AFA importó poco: “El torneo comenzará aunque se decida que los equipos tradicionales no van a participar”. Por otro lado, en referencia al señor Otero, desde la casa madre del fútbol porteño argentino aseguraron que “hace uso indebido de sus funciones y está llevando a cabo una campaña proselitista”. En referencia a la reestructuración “(el proyecto) básicamente originado en el Consejo Federal, representante de más de 200 ligas, fue aprobado por unanimidad por representantes de ligas y presidentes de clubes del interior, Primera División y Primera B, por lo tanto el proyecto ha sido resuelto dentro del sistema estatutario de la AFA y democráticamente. Proceder de otra manera sería recurrir a improvisaciones”, dando así por terminado el tema y descartando totalmente una segunda chance al proyecto de la Secretaría de Deportes.
¿Cómo sería la división geográfica del Regional?
El Gráfico entrevistó a Mirkin en una nota publicada el 8 de octubre, en donde el dirigente tucumano repartió balas para todos lados.
Finalmente, salió el reglamento del Regional, y como anticipó Mirkin, hubo una modificación. El Campeonato Argentino fue descartado, y el certamen para los equipos del interior daría un campeón. En lugar de clasificar seis equipos a un nuevo certamen, estos disputarían semifinales (dos zonas de tres) y una final, y su ganador enfrentaría al campeón de AFA por un lugar en la Libertadores 1986. La otra plaza ya la había ganado Argentinos Juniors, por ser campeón del Nacional 85, certamen que finalizó el 4 de septiembre (!), cuando el “Bicho” derrotó a Vélez por 2-1 en el Monumental en la segunda final (la primera la ganó por penales el Fortín, pero como estos venían de la llave de perdedores, se tuvo que jugar la revancha).
Como fuese, en el reglamento se hablaba de 104 participantes de 95 ligas. Cada región contaría con entre dos y cuatro zonas de entre dos hasta siete equipos, siendo un total de 21 grupos, de donde clasificarían solo los primeros, excepto en un grupo del Sur, donde avanzaría también el segundo. La otra aclaración es que los cuatro ganadores de los grupos del Centro jugarían un cuadrangular para definir los dos clasificados a la nueva instancia en una especie de ronda intermedia (?). Esto significaría 20 clasificados a la segunda ronda, a donde se sumarían dos equipos de Córdoba y dos de Tucumán, que saltearon la primera fase por ser “liga única”. A partir de aquí, los clubes serían divididos en seis zonas (una por región), en donde el ganador clasificaría a semifinales, que, como ya dijimos, eran dos triangulares. Los dos primeros avanzarían a la final y el ganador se consagraría campeón, además de clasificar a la final ante el campeón 85/86 de AFA por la plaza en la Libertadores. Todas las ligas tendrían un participante excepto las ya mencionadas cordobesa y tucumana que tenían dos representantes, al igual que las mendocinas de General Alvear y San Rafael, mientras que Mendoza tendría seis cupos (!). Spoiler, habría modificaciones.
El 13 de octubre, Belgrano concluyó su participación en el campeonato de liga de la ACF. Lo ganó y de esta manera clasificó al Regional. Una semana después ya comenzaría su participación en el Provincial. Pero… En su edición del 22 de octubre, El Gráfico le dedicó varias hojas al club cordobés y a su situación, que según los dirigentes era bastante clara: el “Pirata” no iba a jugar el Regional. “Este campeonato que acabamos de ganar no nos sirve para nada. Y esto no es un problema de Belgrano solamente (...). Cómo están los torneos se empareja para abajo (...), por eso nosotros estamos con la UCI que en Mendoza el 16 de noviembre cambiará el nombre por UCA (Unión de Clubes Argentinos). Desde la UCA apoyaremos el proyecto de la Secretaría de Deporte porque crea movilidad y expectativa”, declaró Dante Palacios, dirigente de Belgrano y representante ante la UCI. Además, agregó: “Nosotros levantamos como bandera los 50 puntos que propone la Secretaría de Deporte, y si ahora no están aceptados es simplemente por la AFA, donde existe una de las crisis más grandes de moralidad que tiene el fútbol. San Lorenzo, Boca, River, Racing, Independiente, han venido subvencionando a los Temperley, a los Platense, a los Chacarita, que se conforman con jugar dos partidos al año con esos equipos y lamentablemente esos equipos a la hora de las definiciones votan y siempre ganan. Esto ocurre también en el interior, aquí en Córdoba, donde los más chicos nos obligan a nosotros a aceptar campeonatos sin expectativas y sin convocatoria, y son esos clubes los que impiden la reestructuración”.
En tanto, Rodolfo Correa, otro dirigente del celeste, dijo: “Nosotros lo hemos hablado con Grondona, él atiende, pero mi impresión es que está cercado, que no puede decidir por sí. Lo que nadie quiere entender es que toda reestructuración producirá sangre, que algunos tendrán que perder, pero eso es lo mejor que puede pasar, porque los llamará a la realidad. Santilli también piensa que hay que reestructurar y de a poco, pero no saca la cuenta de que si eso no se hace ya, en unos pocos años muchos pueden ser los clubes que hayan muerto. Por eso nosotros no participaremos en el Regional y algunos otros clubes del interior nos seguirán. En Mendoza echaremos las bases para pedir la personería de la UCI e inmediatamente nuestra afiliación a la FIFA. Y mientras se realiza el Regional, haremos un torneo por invitación de equipos de Buenos Aires para que todos se den cuenta quienes tienen convocatoria o no”.
Y lo del boicot no era broma. Godoy Cruz y Gimnasia de Mendoza anunciaron su baja del certamen, mientras que todo hacía indicar que harían lo mismo Belgrano, Independiente Rivadavia, Deportivo Maipú, Chaco For Ever, Central Córdoba (SDE), Juventud Antoniana, Gimnasia y Tiro, San Martín de Tucumán y Concepción FC. Peeeero…
El torneo arrancó el 20/10, en su fecha estipulada, con el comienzo de los grupos de las zonas Centro (Santa Fe y Entre Ríos) y Este (Buenos Aires). Y a la semana siguiente largaron tres de las cuatro zonas de Oeste (las de Mendoza, Santiago del Estero y Catamarca), además de la zona correntina del Noreste y de un grupo del Sur (el del norte de la Patagonia). Y allí empezaron a debutar los grandes que dijeron que se iban a bajar. Es que, de repente, parecía haber un acuerdo en el horizonte. El 10/11 largaron las zonas Noroeste de Jujuy y de Salta, la Oeste de San Juan junto a La Rioja y la Sur de San Luis con La Pampa. Y para el sábado siguiente, llegó el acuerdo.
En Mendoza, la UCI se cambió de nombre y pasó a ser la UCA, tal como adelantó Palacios. Hubo presencia de dirigentes de AFA y también de la Secretaría de Deporte, incluido el mismísimo Otero. Y lo más destacado que hizo la UCA fue aprobar un proyecto que correría desde junio del 86, se trataba de una pirámide de cinco niveles: Primera nacional, Segunda nacional, Regional, Provincial y departamental o ligas. ¿Suena familiar?
Con el comienzo de un acuerdo, el Regional 85/86 perdió toda amenaza de boicot. Era hora de jugar. El 17/11 largaron los grupos del Noreste de Chaco y Misiones más el Sur de Chubut (sur), Santa Cruz y Tierra del Fuego, que de esta forma hacía su debut absoluto en AFA. El 1° de diciembre comenzó el grupo final del centro entre los cuatro ganadores de las primeras cuatro zonas para determinar a los dos acompañantes de los cordobeses, y finalmente a la semana siguiente arrancó la eliminatoria formoseña en Noreste. El 29 de diciembre había quedado concluída la primera fase. Por ahora seguiremos contando los pormenores de cómo se fue desarrollando esta historia, más adelante iremos al Regional en sí, tranquilos (?).
Godoy Cruz y Gimnasia de Mendoza fueron los únicos dos que se bajaron efectivamente del certamen, siendo reemplazados por Argentino y Gutiérrez. El primero, unos meses después, sería famoso por aquella historia con Racing que seguramente tocaré en la tercera parte de este informe. El segundo, curiosamente, entró al Regional por la tabla general (y las dos renuncias), pero por promedios se fue al descenso. Pero, además, no fue lo único que cambió. Primero, ¿104 participantes de 95 ligas? Pues sobre la hora se agregó a un equipo jujeño y a otro salteño (ambos de las ligas capitalinas), por lo que la cuenta de equipos subió a 106. Pero además, finalmente ningún equipo de Casilda disputó el certamen y no fueron cubiertos, por lo que todo quedó en 105 equipos de 94 ligas. Esto no resultaría en grandes modificaciones estructurales, a dos zonas se les agregó un club y a una tercera se le quitó uno. Nada muy complejo. Pero hubo más cambios.
Un día después del nacimiento de la UCA, Argentinos Juniors disputó el primer partido de la final de la Libertadores. En cancha de River derrotó 1-0 al América de Cali colombiano. El día 22, de visitante, perdió 0-1. De acuerdo a la reglamentación de la época, se debía jugar un tercer partido. El 24 de octubre, en tierras paraguayas, Argentinos y América empataron 1-1 y tuvieron que definir al campeón por penales. Allí, el equipo argentino ganó 5-4 y se consagró campeón del máximo torneo de clubes de Conmebol. ¿Qué tiene que ver esto con el Regional? En esos años, la Libertadores la jugaban los campeones y subcampeones, más el campeón de la edición anterior. AFA acusó que Argentinos Juniors, al estar doblemente clasificado a la edición de 1986 (como defensor título y como campeón del Nacional 85), reglamentariamente le anulaba un cupo a Argentina, o sea, en lugar de tener los tres, quedaba en dos. Así que de esta manera nació la Liguilla. Grondona la anunció en diciembre. Esto era básicamente el Campeonato Argentino 1986, pero sin dar título sino siendo parte del torneo de AFA. Don Julio se salió totalmente con la suya.
De un solo golpe, se anulaba la final AFA vs. Regional y se le daba una plaza directa a la Libertadores 86 al campeón del torneo 85/86. Recordemos que en estos años, el calendario lo acomodaban los clubes, entonces no era un gran drama que un equipo o dos clasificasen en abril o más adelante aún. La segunda plaza, en tanto, saldría de la Liguilla Pre Libertadores, que disputarían los seis semifinalistas del Regional más los cinco mejores del torneo de AFA (exceptuando al campeón, claro). La 12° plaza sería para Vélez, que lo jugaría si o si por ser subcampeón del Nacional 85. Los dos mejores de AFA y los dos finalistas del Regional se saltearían la primera rueda, y luego, si, eliminación directa hasta obtener al ganador y, por lo tanto, clasificado.
El 12 de enero comenzó la instancia nacional del Regional. Y el 23 del mismo, finalmente, AFA aprobó el proyecto de una segunda división nacional, que sería llamada “Primera Nacional B”. Las únicas variantes con lo que votó la UCA fue que la plaza a Santa Fe fue para Corrientes, y la de Santiago del Estero fue para el interior de la provincia de Buenos Aires, donde se realizaría un reducido entre los clasificados de Bahía Blanca, Junín, Mar del Plata, Olavarría, Pergamino, San Nicolás y Tandil para determinar al representante. Como fuese, habría un nuevo fútbol argentino a partir de la temporada 86/87.
Como un asterisco, otros proyectos que se manejaban en la época eran la de hacer dos jornadas al año de clásicos (Boca-River, Independiente-Racing, San Lorenzo-Huracán, etc.) pero que no contaran para el campeonato sino que sean exclusivas para el PRODE (para los distraídos, esto era un juego de apuestas en que tenían que marcar en los partidos de Primera si ganaba el local, el visitante o era empate, con jugosos premios por acertar en todos los casos; famoso es el caso del plantel del Racing cordobés que lo ganó en 1984). Otro proyecto era jugar varios Boca-River a lo largo del país de manera amistosa, solo para recaudar, imitando lo que hicieron Peñarol y Nacional en Uruguay con la Copa de Oro. Como sabrán, nada de esto prosperó.
El 16 de febrero quedaron determinados los seis semifinalistas del Regional, que ahora además ya estaban clasificados a la Liguilla: Alianza de Cutral Có, Belgrano de Córdoba, Concepción FC de Concepción (Tucumán), Guaraní Antonio Franco de Posadas, Güemes de Santiago del Estero y Olimpo de Bahía Blanca. Y el 3 de marzo, el Nacional B recibiría su primera de mil (?) modificaciones a lo largo de su historia (ésta antes de debutar). Y es que desde Santiago del Estero esgrimieron que merecían tener un representante en la nueva divisional, y AFA les dio la razón, pero sin quitarle el lugar a nadie, sino que serían el 21° equipo. Y de yapa (?), agregaron un 22°: un octavo equipo de Primera B. Esta (que largo el 1° de febrero) seguiría clasificando a siete equipos al reducido por un ascenso a Primera. En esos años, la B se jugaba todos contra todos pero a los equipos se los acomodaba en dos zonas. Originalmente, los tres mejores de cada una más el mejor cuarto iban a asegurar su lugar en el Nacional B además de clasificar al reducido por el ascenso. Con esta modificación, el otro cuarto “ascendería” a la nueva divisional. Además, se determinó que, como las plazas eran de las ligas y no de los clubes, el equipo del interior que durante dos campeonatos seguidos o en tres alternados clasificara entre el 11° y 19° lugar del campeonato debería revalidar su lugar contra un equipo de su liga de origen.
El 6 de abril finalizó la segunda fase. Belgrano y Olimpo se clasificaron como finalistas, enfrentandosé el 13 y el 20 del corriente. Allí, el elenco cordobés ganó los dos partidos (3-1 la ida en Bahía Blanca y 3-2 la revancha en Córdoba), y de esta manera se consagró campeón, siendo el primer equipo de la provincia en lograr un título de AFA. La gran figura en la serie final fue el ex River y Boca Juan José López, jugador de Belgrano en ese momento, que 25 años después sería DT del Millonario en la famosa promoción en la que justamente el pirata mandaría al descenso al equipo porteño, en una especie de revancha del duelo anulado que se debería haber jugado en el 86 (ponele), puesto que River fue el campeón de AFA en la temporada 85/86, ganando así la plaza número uno a la Libertadores.
El título del Regional no le aseguraba su lugar en el Nacional B al conjunto celeste. Cada liga tendría hasta el 13 de junio para determinar a su representante, elegido mediante un certamen o a dedo. Todas disputaron un certamen (lo repasaremos en el próximo tomo), excepto Córdoba y Misiones. En la Docta, el 11 de abril la ACF emitió la resolución 150 en la que elegía a Belgrano como su representante. Se esgrimió falta de tiempo para competir (además el celeste estaba en plenas finales del Regional y con la cabeza en la Liguilla), y se recurrió al aspecto de capacidad. Los cuatro postulados fueron Belgrano, Unión San Vicente, Estudiantes y Atenas (estos dos últimos de Río Cuarto). La ACF desechó a los del sur por no tener un estadio acorde a las capacidades mínimas (contaba con uno con siete mil ubicaciones) y “limpió” al elenco naranja por presentar su postulación fuera de término. Como adelanto, Olimpo, el subcampeón del Regional, clasificó mediante la liga de Bahía Blanca para jugar el reducido de Buenos Aires (que jugó en simultáneo con la Liguilla), cayendo en la final ante Douglas Haig de Pergamino, siendo este el equipo que representó a la provincia en la primera edición del Nacional B.
A la Liguilla clasificaron por AFA los equipos de Newell’s (subcampeón), Español (3°), Boca (5°), Ferro (6°), San Lorenzo (7°) y Vélez (12°, adentro por ser subcampeón del Nacional 85). El cuarto lugar del torneo fue para Argentinos, que ya dijimos que jugaría la Libertadores 86 como campeón defensor. Esto ya también lo repasaremos a continuación, pero spoiler: Boca ganó la Liguilla y la plaza en la Libertadores. Grondona se salió con la suya al 100%. Primero, clasificaron los dos equipos más importantes de Argentina. Segundo, lo logró sin que el interior se sintiera robado. Tercero, en la batalla por la reestructuración aplastó a Otero y a la Secretaría de Deportes. Ah, y apenas dos semanas después del final de la Liguilla, Argentina se consagró campeón del mundo en México de la mano de Maradona, con el (ya no) cuestionado Bilardo en la conducción técnica, que solo se mantuvo en el cargo por el apoyo incondicional de Don Julio, logrando vencer los embates mediáticos del periodismo, de la política y del mismo fútbol. Como lo bautizaron en Sólo Fútbol, “el dueño del fútbol”. Y la AFA nunca desapareció.
Como dijimos, fueron 105 los participantes del Regional 85/86. 101 disputaron la primera fase. Empezamos a repasar por el Noreste, que era la región para las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones. Cada provincia tuvo un grupo por separado.
El grupo A fue para los correntinos, que fueron cinco. Allí, Deportivo Mandiyú se impuso cómodamente. De hecho, terminó dos puntos arriba de su inmediato perseguidor siendo que tuvo fecha libre en la última jornada.
Distinto fue el caso del grupo B, el de Chaco, donde jugaron cuatro equipos y no solo se definió todo en la última fecha sino que incluso hubo un cambio de líder. En la última fecha, Libertad recibió a Villa Ángela. El visitante llegaba con una unidad más, por lo que el empate le servía para clasificar, pero el local venció 3-0 y avanzó.
El grupo C fue para Misiones, un triangular. Aquí, Guaraní Antonio Franco y Olimpia terminaron igualados en puntos, por lo que tuvieron que desempatar en cancha de Bartolomé Mitre (en Posadas). Guaraní goleó y avanzó.
Finalmente, los formoseños. El grupo D fue simplemente un mano a mano entre Vialidad Nacional y Argentinos del Norte. Ambos partidos terminaron 0-0, así que en vez de jugar un tercer duelo, directamente fueron a penales, donde se impuso el equipo capitalino. De esta manera, Argentinos se fue del torneo sin perder ningún partido y sin recibir goles. Claro, también se despidió sin ganar y sin marcar tantos.
Nos movemos a la zona Noroeste, donde se agruparon las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán. Hubo dos zonas para las dos primeras, mientras que los tucumanos clasificaron dos representantes directamente a la segunda fase, por tener liga única en la provincia desde 1977, cuando se fusionaron las tres existentes.
Como fuese, en el grupo A hubo cuatro jujeños. Gimnasia de Jujuy llegó a la última fecha dependiendo de sí mismo, y no decepcionó, ganó y clasificó.
En el grupo B compitieron cinco salteños. Central Norte clasificó antes de tiempo, al empatar 0-0 en la penúltima fecha con Hispano, que iba 2°. Encima estos tuvieron fecha libre en la última, así que más comodidad aún.
Como les dije, los tucumanos se saltearon la primera fase y clasificaron dos representantes directamente desde su liga. Estos fueron San Martín, campeón, y Concepción FC, subcampeón (no confundir con Atlético Concepción, otro club distinto que tuvo participación en los Nacionales). En la fase final del torneo, estos dejaron en el camino a Atlético Tucumán, Deportivo Aguilares, Ñuñorco y Sportivo Guzmán. Ambos clasificados disputaron la final. En la ida, Concepción ganó 2-0. La revancha fue 3-2 para San Martín. Como la diferencia de gol no contaba, disputaron un tercer partido, que terminó 1-1, por lo que definieron por penales, donde ganó el “Santo” 7-6.
Momento de ir al Oeste, zona donde participaron elencos de Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero (!) por alguna razón. Cuatro grupos.
Los dos primeros fueron para los 12 representantes mendocinos. En el grupo A, Deportivo Maipú clasificó holgadamente al sacarle cuatro puntos al segundo, Independiente Rivadavia (la mayor diferencia en el torneo, aunque se dio varias veces más).
El grupo B fue más parejo, ya que hubo que esperar hasta la última fecha para la definición, y en un partido entre primero y segundo. Argentino llegaba con dos puntos de ventaja sobre Pedal, y los confirmó al empatar en el partido final.
El grupo C fue la zona donde compitieron los equipos de Catamarca y Santiago del Estero. Nuevamente tuvimos en la fecha final un partido entre primero y segundo, y otra vez no hubo cambio. Güemes le ganó 3-2 a Talleres y estiró su unidad de ventaja inicial a tres puntos, para así clasificar.
Finalmente, el grupo D fue un triangular entre San Juan y La Rioja. Hubo igualdad en el primer puesto entre Juventud Alianza y Unión (situación que no hubiese pasado de haber existido la regla de tres puntos por victoria). Hubo que desempatar. Fueron a San Luis y allí se impuso el equipo sanjuanino.
En la región Centro jugaron los equipos de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. Al igual que los tucumanos, los cordobeses pasaron directo a la segunda fase.
El grupo A fue de santafesinos. Allí, todo se definiría entre Sportivo Norte y Mitre, curiosamente ambos perdieron sus partidos en la última fecha, así que le alcanzó al elenco de Rafaela para ganar la zona.
Los entrerrianos fueron agrupados en el grupo B. Y en la última fecha, Belgrano y Gimnasia llegaban en los dos primeros lugares y se debían enfrentar entre sí. Un triunfo de los segundos hubiera forzado un desempate, pero los de Paraná ganaron y clasificaron.
En el grupo C nuevamente fueron todos de Santa Fe, y no hay mucho más para decir que Peñarol, ganando en la última fecha, aseguró el primer lugar (una derrota en esa jornada ante Firmat hubiese significado un desempate). En este grupo debería haber jugado un representante de Casilda, pero no lo hizo.
Finalmente, el grupo D también fue de santafesinos. A la definición llegaron empatados en puntos Everton-Argentinos y Atlético Empalme, pero solo el primero de estos logró ganar su partido, clasificando así entonces.
Como en la fase final ya tenemos dos cordobeses, estos cuatro clasificados tuvieron que jugar un grupo final para definir a los otros dos representantes centrales (?) en la segunda fase. En la última fecha, Sportivo Norte y Belgrano necesitaban un empate entre sí para clasificar ambos y eliminar a Everton-Argentinos. ¿Y a que no saben qué pasó? Es para destacar lo de Peñarol. Tras imponerse en su zona ganando todos los partidos y con 10 goles a favor en cuatro partidos, en esta nueva instancia su actuación fue todo lo contrario, ya que perdió todos sus encuentros y le metieron 34 goles.
En tanto, por Córdoba la distribución de plazas era para el campeón de la liga y para el del Provincial. El primer torneo lo ganó Belgrano, imponiendosé ante Alumni (Villa María), Argentino Flores, Bella Vista, Escuela Presidente Roca, GP Juniors, Huracán, Las Palmas, Sportivo Belgrano (San Francisco), Universitario y Unión San Vicente. A la hora del Provincial, también salió campeón Belgrano, ganando la fase final ante Alumni, Bell (Bell Ville), Bella Vista, Sportivo Norte (Laboulaye) y Unión San Vicente. Por lo tanto, para definir al segundo clasificado, se disputó un partido en el Chateau Carreras entre los dos subcampeones, que fueron Unión San Vicente y Alumni, con triunfo y clasificación para el primero. Así, Alumni perdía su segunda oportunidad en un desempate de llegar a un torneo de máxima divisional (el año anterior, ante la misma situación por el bicampeonato de Belgrano, cayó ante Estudiantes de Río Cuarto por la segunda plaza cordobesa al Nacional 85).
La región este perteneció exclusivamente a la provincia de Buenos Aires. Lo particular del caso es que aquí no se tuvo en cuenta la geografía. Hubo cuatro cabezas de serie y a los equipos le podía tocar cualquier rival. Obviamente se quejaron, pero el Consejo Federal les dijo que un campeonato así requería esfuerzo.
La definición del grupo A fue muy pareja. Defensores de Belgrano, Rivadavia y Sportivo Piazza llegaban con chances de ganar el primer lugar en la última fecha, encima el primero y el tercero se enfrentaban entre sí. Bueno, todos empataron, por lo que el equipo de Villa Ramallo clasificó por una unidad.
También parejo, pero no tanto, fue el grupo B. Ferro de Trenque Lauquén, la sorpresa, llegaba puntero, mientras que Douglas Haig, el candidato, tenía un punto menos. Pero el primero hizo lo suyo y ganó su partido. Los de Pergamino apenas empataron y decepcionaron.
En el grupo C Olimpo llegó a la última fecha con dos puntos de ventaja sobre su escolta, Argentino. Y la distancia finalmente se duplicó ya que el equipo de Bahía Blanca ganó su partido, mientras que el de Tres Lomas perdió el suyo.
Nada de esto pasó en el Grupo D, donde Estudiantes de Olavarría ganó el grupo con antelación, y en la última jornada sólo jugó para completar.
Finalmente, la región Sur ocupaba el resto del país. Y digo así porque no solo fue para los equipos de la Patagonia, sino también para los de La Pampa y San Luis (!).
En el grupo A compitieron los equipos de más al sur del país. Incluso aquí tuvimos el debut de un participante de Tierra del Fuego. Huracán clasificó cómodamente, aunque la tabla no lo demuestre tanto. La diferencia de dos puntos reflejada allí solo se debe a que en la última fecha cayeron ante su escolta Bancruz.
Ahora tenemos el grupo B/C, llamado así porque clasificaría dos clubes. Aquí estuvieron los participantes de la región norte de la Patagonia. Cipolletti llegó a la última fecha ya clasificado, ya que los dos clubes que podían alcanzarlo en puntaje se enfrentaban entre sí. Igualmente ganó su partido y no tuvo mayores problemas. Luego, si, Alianza y Racing se medían para determinar el segundo clasificado. Y fue triunfo del neuquino.
El grupo D tuvo a los equipos de San Luis y La Pampa. Aquí Pico FC ganó su partido en la última fecha y aseguró su lugar en la nueva instancia.
Ahora sí, tenemos los 24 clasificados a la segunda fase, a disputarse ya en 1986.
La zona Noreste fue parejísima entre Guaraní y Mandiyú, definiendosé por una sola unidad a favor de los misioneros ante el triunfo de ambos en la fecha final. Lo que inclinó la balanza a su favor fue que los correntinos perdieron puntos al empatar en la tercera fecha contra Vialidad.
En el Noroeste también fue mano a mano. En la última fecha se enfrentaron en tierras jujeñas los dos equipos con chances de avanzar, Gimnasia y Concepción (los tucumanos tenían dos unidades más). Y fue con triunfo visitante, quedando la tabla con cuatro puntos de distancia que quizás no muestran lo parejo que estuvo.
Más parejo aún fue el Oeste, donde hubo tres con posibilidades de clasificación en la última fecha. Güemes (7), Juventud Alianza (5) y Argentino (5) podían desencadenar un triple empate si los sanjuaninos ganaban su partido y los mendocinos derrotaban a los santiagueños. Nada de esto pasó porque Güemes ganó, haciendo incluso inútil el triunfo de Juventud.
En el Centro todo terminó en un mano a mano entre Belgranos, imponiendosé el cordobés, que le ganó en la última fecha a Sportivo Norte y no hubo necesidad de nada más, aún con la sospechosa goleada del homónimo entrerriano ante Unión San Vicente, equipo acostumbrado a estas “cosas raras”, ya que así pudo sostener la ventaja de dos puntos.
También hubo paridad en el Este, en donde Olimpo llegó a la última fecha con dos puntos de ventaja por sobre Defensores de Belgrano, y la pudo mantener, al vencer en el partido final a la revelación, Ferro de Trenque Lauquen.
En el Sur el final fue tremendo. Llegaron liderando a la última fecha Alianza y Huracán, con Cipolletti a un punto. Los neuquinos pudieron ganar su partido ante Pico FC, pero los chubutenses perdieron en su visita a Río Negro, dandolé en bandeja la clasificación a Alianza.
Los seis semifinalistas, recordemos, quedaron clasificados a la Liguilla Pre Libertadores. Pero aún faltaba buscar al campeón. La nueva instancia dividiría a los equipos en dos zonas, de donde surgirían los dos finalistas.
En el grupo A cayeron Alianza, Belgrano y Concepción. En la última fecha los cordobeses recibían a los neuquinos para definir al clasificado a la final (los tucumanos ya estaban eliminados). Alianza con un triunfo hubiera forzado un desempate, pero Belgrano marcó la cancha y ganó 7-0.
En tanto, en el grupo B la cosa fue más sencilla. Olimpo le ganó 3-0 a Guaraní en la última fecha y aseguró su lugar en la final. En la última fecha los misioneros recibieron y golearon a Güemes, pero poco importó, solo estaban completando el fixture.
El 13 de abril de 1986 se disputó en Bahía Blanca el partido de ida del Regional. Olimpo, local y dirigido por Abel da Graca, formó con Raúl Domínguez; Alfredo Torres, Daniel Florit, Carlos Genovese y Manuel Cheiles; Alfredo Oviedo, Miguel Suárez y Roberto Depietri; Rubén Favret, Raúl Schmidt y José Palacio. Al banco fueron César Valdivieso, Ramón Mansilla (ingresó por Suárez para el ST), Norberto Rotondi (ingresó por Oviedo para el ST), Hugo Stach y Daniel Lalli. En tanto, Belgrano, cuyo DT era el inolvidable Tomás “Tito” Cuellar, jugó con los siguientes titulares: Juan Ramos; Javier Novarini, Sergio Céliz, Juan Reyna y Alejandro Chiera; Juan José López, José Luis Villarreal, Germán Martelotto; Abel Blasón, Luis Scatolaro, Edgardo Parmigiani. Los suplentes fueron Julio Constantín, Raúl Moreno (ingresó por Scatolaro a los 32 ST), Ariel Ramonda (ingresó por Parmigiani a los 15 ST), Gustavo Vílchez y Julio César Villagra. El árbitro fue Juan Carlos Demaro.
Con una recaudación de casi 30 mil australes, Belgrano se impuso por 3-1 con dos goles de J.J. López (el primero a los 22 PT y el segundo a los 5 ST) y uno de Martelotto (28 ST), mientras que para Olimpo descontó Depietri (22 ST). Novarini fue expulsado en el celeste a los 35 del primer tiempo, mientras que a los 35 del complemento Depietri marró un penal. “En la primera de las dos finales el equipo cordobés sacó buena ventaja. El domingo se jugará la revancha en ‘la Docta’ para consagrar al primer campeón regional, ya que antes no se jugaba por el título” rezaban las líneas en Sólo Fútbol. La crónica cuenta que los dos goles de “JJ” fueron derechazos desde afuera del área y que la actuación de Belgrano fue lo suficientemente sólida para que no se note el hombre de menos.
Una semana después, el 20 de abril, se jugó en Córdoba la revancha. Belgrano formó con Juan Ramos; Alejandro Chiera, Sergio Céliz, Juan Reyna y Raúl Moreno; Juan José López, José Luis Villarreal, Germán Martelotto; Abel Blasón, Luis Scatolaro, Edgardo Parmigiani. En el banco esperaron su oportunidad (finalmente ninguno entró) Julio Constantín, Héctor Zucchini, Gustavo Vílchez, Pablo Kratina y Julio César Villagra. Por Olimpo jugaron de titulares Raúl Domínguez; Alfredo Torres, Daniel Florit, Carlos Genovese y Manuel Cheiles; Norberto Rotondi, Miguel Suárez y Roberto Depietri; Rubén Favret, Hugo Sánchez y José Palacio. DT: Abel da Graca. Al banco fueron César Valdivieso, Luis Basualdo (ingresó por Florit a los 21 PT), Ramón Mansilla, Alfredo Oviedo, y Raúl Schmidt (ingresó por Florit a los 8 ST). Esta vez, el arbitraje estuvo a cargo de Aníbal Hay.
Belgrano ganó 3-2 la revancha y de esta manera se consagró campeón del Regional, logrando el primer título en AFA para la provincia de Córdoba. Los goles fueron anotados por Parmigiani (a los 21 y a los 23 PT) y Martelotto (16 ST). La visita descontó a través de Charles (45 PT) y Depetris (39 ST). Fueron expulsados a los 23 ST por agresión mutua Martelotto y Torres. La recaudación fue de 51 mil australes. Fue un comienzo de partido favorable para el visitante, pero Belgrano asestó dos golpes letales en tres minutos para dejar la serie liquidada. No así el partido, ya que Olimpo pudo descontar tras una falla defensiva en la última pelota de la etapa inicial. Ya en el complemento, Martelotto en un contraataque marcó el tercer tanto, para irse expulsado unos minutos después. Y si bien el equipo bahiense logró descontar de nuevo, ya era cosa juzgada. En Sólo Fútbol escribieron: “Era una fiesta esperada. Una fiesta que merecía el barrio Alberdi. Y se le dió. Un equipo que llegó al campeonato Regional por méritos propios. Nadie le regaló nada. Y toda esa rigurosa locura siguió hasta altas horas de la madrugada. Porque Belgrano hizo suya la ciudad. Prolongó su euforia hasta los límites insospechados. Y lo merecía. Los resultados indican que le ganó a todos. Fuego de juventud por un lado, experiencia por el otro, le dieron al plantel el balance exacto. El premio no pudo ser mejor”. En El Gráfico, en tanto, dijeron lo siguiente: “Belgrano es dueño de su fiesta, de su mérito. Tiene derecho. Hay una vuelta olímpica impecable con los jugadores solamente. En las tribunas llora la historia. Los de hoy la recogen. Porque aunque haya quienes lo nieguen, el fútbol puede provocar felicidad. El que no lo crea, puede preguntarle a Belgrano”.
El equipo cordobés fue un gran ganador con una campaña notable. Disputó 12 partidos, ganando nueve y empatando tres. Fue campeón invicto. Anotó 35 goles y recibió 14, además de ser el equipo con mejor porcentaje de puntos ganados (87%). La campaña en el certamen, con sus goleadores, fue la siguiente:
Pero además de esto, Belgrano consiguió otro logro: alcanzar una racha de 40 partidos sin perder, superando la marca de Racing, que estuvo casi un año sin ser derrotado entre 1965 y 1966. El celeste había perdido el 21 de julio de 1985 ante Unión San Vicente por la liga cordobesa y luego permaneció invicto durante los 14 restantes encuentros de este certamen, los 14 del Provincial y los 12 del Regional. Por supuesto, ganó los tres campeonatos, todos bajo la batuta de Tito Cuellar (por si sus 324 partidos como jugador en el club no eran suficientes para poder calificarlo de prócer del club). La racha se cortó el 11 de mayo de 1986, ya por la Liguilla (instancia que repasaremos en breve).
18 jugadores disputaron minutos durante el Regional, que los repasamos a continuación:
Como curiosidad, el preparador físico de este plantel fue Andrés Fassi, el mismo que en 2014 se convertiría en presidente de Talleres (lo es hasta el día de la fecha) y que tuvo tanto historial empresario/futbolístico en México a partir de la década de los 90, principalmente con el Pachuca.
Como les dije, tanto Belgrano como Olimpo, Alianza, Concepción FC, Guaraní Antonio Franco y Güemes clasificaron a la Liguilla Pre Libertadores. Ahora, para conocer sus seis rivales tendremos que repasar (brevemente) el campeonato de la Primera División de AFA de la temporada 1985/86.
19 equipos, todos contra todos a ida y vuelta como formato del certamen. Primera edición post era Metros y Nacionales. El campeón a Libertadores y descenso para los dos peores promedios, que en esa época era puntos dividido temporadas jugadas. Con la aparición de la Liguilla, las plazas serían para los cinco mejores de tabla excluyendo al campeón y a Argentinos. Vélez tenía su lugar seguro por su subcampeonato en el Nacional 85, como ya dijimos antes. Y con la creación del Nacional B a partir de la temporada siguiente, se decidió que sólo descendería el colista de los promedios, mientras que el antepenúltimo jugaría un reducido con los siete mejores de la Primera B por la 20° plaza de Primera en la edición 86/87 (recordemos, Rosario Central y Racing ya habían ascendido por ser campeón y ganador del reducido, respectivamente, de la Primera B 85, pero quedaron colgados un semestre).
River se consagró campeón con bastante antelación. En un torneo de 38 fechas, el Millonario dio la vuelta en la jornada 33, el 9 de marzo, al ganarle en el Monumental 3-0 a Vélez. Le terminó sacando 10 puntos a sus dos inmediatos perseguidores, Newell’s y Español (los rosarinos fueron subcampeones por diferencia de gol).
A la Liguilla clasificaron, además de Vélez, Newell’s, Español, Boca, Ferro y San Lorenzo. Argentinos terminó en el 4° lugar. El descenso le tocó a Chacarita. Huracán, en tanto, tuvo que jugar el mencionado octogonal por la permanencia. Si bien tocaré mejor esta definición en la tercera parte de este trabajo, no es spoiler lo que diré porque es algo que pasó hace 39 años: el Globo terminó descendiendo al perder la final ante Deportivo Italiano.
Llegó la hora de la Liguilla, que comenzó el 27 de abril. El formato fue la simple y clásica eliminación directa a ida y vuelta. Al ser 12 los equipos, cuatro clasificaron directamente a la segunda fase. Estos fueron los finalistas del Regional (Belgrano y Olimpo) y el subcampeón y el tercero del torneo de AFA (Newell’s y Español). El resto, a la primera fase. Por reglamento, si o si se tenían que enfrentar un equipo directamente afiliado ante uno del interior (los duelos eran por sorteo).
No hubo lugar para sorpresas. Los cuatro afistas clasificaron, y todos ganaron los dos partidos. Ya en la segunda fase, nuevamente sorteo (Belgrano y Olimpo no se podían cruzar). Los cordobeses fueron contra Newell’s, perdiendo ambos partidos, poniendo fin así a su racha de 40 partidos oficiales sin perder. Los bahienses, en tanto, tuvieron que enfrentar a Boca. También fueron eliminados, pero al menos rescataron la única unidad de los representantes del interior en esta Liguilla, al igualar como local en la ida. Luego caerían en la vuelta, pero llevando el partido al alargue, por lo que podríamos decir que también igualó en los segundos 90 minutos.
Boca, Ferro, Newell’s y San Lorenzo fueron los semifinalistas. Allí, tanto Xeneizes como Leprosos clasificaron por un gol de diferencia en el global y se enfrentaron en la final. En la ida, Newell’s se impuso 2-0 en la Bombonera y parecía tener todo cocinado, pero esto es fútbol. La revancha, jugada en Rosario el 15 de junio, arrancó favorable al local, que se puso 1-0 (Sialle a los 34 PT), aunque Boca igualó el partido sobre el cierre del primer tiempo (Graciani a los 43 PT de penal). Con el partido empatado, el Xeneize se quedó con 10 (Hrabina a los 13 ST), pero eso no le impidió ponerse 2-1 arriba en el marcador, otra vez por intermedio de Graciani (26 ST). Allí vino la hecatombe y en un lapso de seis minutos ambos equipos quedaron con ocho jugadores (afuera Martino a los 27 ST, Llop a los 31 ST y Pautasso a los 33 ST en Newell’s; y Hoyos a los 31 ST e Higuaín a los 33 ST en Boca). Los rosarinos aún estaban arriba en el global, pero a los 35 ST, Gustavo Torres marcó el 3-1 con un remate de afuera del área e igualó la serie. Y cuando parecía que todo se tendría que definir en un tercer partido, el mismo Torres marcó un golazo con complicidad del arquero Scoponi a los 45 ST para poner el definitivo 4-1 (4-3 en el global). Boca ganó la Liguilla y así clasificó a la Libertadores 1986. Si, recién un 15 de junio.
Recordemos que en esos años (además de ser dos representantes por país), la Copa se jugaba cuando los clubes arreglaban hacerlo. Para ese entonces, los grupos 2 (Perú y Bolivia), 3 (Brasil y Ecuador) y 4 (Chile y Colombia) ya estaban íntegramente disputados. El 9 de julio arrancó el grupo 1, el de los argentinos junto a los uruguayos, siendo este ganado por River (solo el primero clasificaba). El grupo 5 fue solo de paraguayos, ya que Venezuela estaba suspendida por Conmebol. A lo largo de septiembre se disputó la segunda fase (dos zonas de tres). River fue a la misma zona que Argentinos, que arrancó en esta instancia por ser defensor del título. Ambos empataron en el primer lugar, por lo que tuvieron que jugar un desempate que ganó River (en realidad terminó 0-0, pero clasificó el Millonario por tener mejor diferencia de gol en la zona). Así, el equipo de Núñez clasificó a la final, donde le ganaría los dos partidos al América de Cali colombiano, ganando así su primera Libertadores y continuando la racha argentina, tras las consagraciones de Argentinos en 1985 e Independiente en 1984. Y hablando de rachas, si, América de Cali perdió su segunda final consecutiva. No se quedaría ahí, ya que en 1987 volvería a ser subcampeón, esta vez cayendo ante Peñarol, metiendo el dudoso halago de tres medallas de plata seguidas (lograría la cuarta en 1996, cuando perdió nuevamente ante River).
El 13 de julio comenzaría la temporada 86/87 de la Primera División de Argentina (cuatro días antes, Boca y River igualaron en su estreno por la Libertadores). El día 19 del mismo mes se estrenó el Nacional B, mientras que el Torneo del Interior, que tomó el espíritu (?) del Regional con la salvedad que ahora es un torneo de tercera división en lugar de una primera, largó un poquito después, el 28 de septiembre. ¿Cómo fue el armado de todo esto? Eso ya corresponderá a la tercera parte de este trabajo.
Este Nacional 84 contó con la participación récord de seis cordobeses, algo que tuvo cierta polémica, ya que algunos sectores consideraban que esto era una sobrerrepresentación (que quedaría para Buenos Aires, ¿no?). ¿Seis porque? Estaban los tres de la 1.309 (Talleres, Instituto y Racing) y los dos clasificados desde la ACF (Belgrano y Unión San Vicente), a los que se sumó Estudiantes de Río Cuarto, ingresando desde el Regional. Nilo Neder, en El Gráfico, celebraba el regreso a un torneo de AFA de Belgrano, que faltaba desde 1981 y lo consideraba el que más gente movía en la provincia. También, como apostilla, en febrero se corrió la bola de reuniones entre los presidentes de Belgrano y Talleres (Walter Spengler y Amadeo Nuccetelli) con el propósito de una posible fusión entre los dos clubes más importantes de Córdoba. Cuando la noticia se filtró, rápidamente encontró resistencia entre la gente y quedó en eso, una loca idea.
Como fuese, empezó a haber ruido antes de que se jugara el Nacional 84. Carmelino Russo, presidente de Central Norte de Salta, propuso una reunión de presidentes de clubes del interior, tal como sucedía con la Liga del Interior a fines de los 70. Se pedía una modificación sustancial de las estructuras, y algunos extremistas incluso pensaban en crear una Federación Argentina paralela a la AFA. A todo esto, la 1.309 no solo había visto “endurecer” sus requisitos como leímos anteriormente, sino que empezaba a sonar una posible derogación que le cerraría la ventana abierta al interior (porque no vamos a decir que era una puerta). En 1982, Grondona declaró que la resolución fue una equivocación “en el procedimiento, no en el hecho” y confesaba un posible “reajuste de la reglamentación”, al tiempo que consideraba que los actuales Nacionales eran un retroceso a la idea de fortalecer el fútbol del interior y que si era por él, a fin de temporada se bosquejaría “un gran torneo que abarque la mayor parte del año”. Además, elogió el sistema de liga única impuesto en Córdoba.
Nuevamente citando a El Gráfico, en marzo publicaron una serie de consultas a 12 dirigentes de clubes y ligas del interior. Todos coincidieron en que era necesario cambiar y reestructurar. Pero, ¿y en Buenos Aires que opinaban? Hugo Santilli, presidente de River, consideraba que había que excluir equipos en base a “infraestructura, nivel de convocatoria y prestigio o crecimiento acelerado”, citando como ejemplo a Belgrano, Talleres y Loma Negra, y dando como contrapunto a Racing de Córdoba. Aparte, consideraba la necesidad de un solo torneo al año, y que el Nacional en todo caso debería jugarse a doble eliminación para “acortarlo” (también era curiosa su opinión de que “dentro de tres años (NdR: 1987) casi no van a quedar estadios de clubes en el fútbol argentino”).
Finalmente, en julio del 84 AFA creó una comisión de estudio para evaluar la reestructuración de los torneos, con la idea de realizar “un solo y gran torneo Nacional”. Además, se estudiaría la conveniencia de la televisación de los partidos y, de paso, Newell’s intentó suspender los descensos por dos años, algo que fue inmediatamente descartado. Más adelante, se presentó otra situación. Se debían disputar las eliminatorias para el Mundial de 1986. En aquellos años era bien distinto el formato a lo actual: antes se jugaban todas juntas (obviamente no era un todos versus todos sino que era por zonas). Las fechas de disputa eran del 26 de mayo al 30 de junio de 1985, pero aparte de ello, Bilardo concentraría a los jugadores a partir del 22 de abril. Entonces, allí no podía haber competencia, o bien, los clubes deberían jugar sin sus figuras, lo cual no era redituable futbolística y/o económicamente. Esto significaba dos cosas, primero, que el Nacional debía definirse rápido, y en segundo lugar, que el Metropolitano 1985 debía ser a una rueda o en zonas, pero que no había tiempo para dos vueltas. ¿Cómo se solucionó? Finalmente, después de tantos intentos, AFA consiguió un Nacional a doble eliminación.
Algo tiene que cambiar (proyectos, proyectos y proyectos)
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Foto de El Gráfico N° 3439 (3/09/1985). Argentinos Juniors 1-1 (3/4) Vélez Sarsfield. |
Como fuese, además, quedó determinado que el torneo pararía el 21 de abril, tras las semifinales de la llave de perdedores (una semana después de haberse jugado la final de la llave de ganadores). Esto para poder liberar a los jugadores de la selección de cara a las eliminatorias y no resentir el nivel, o algo así (?). Luego de esto, se reanudaría el Nacional en algún momento a determinar. Las opiniones estaban divididas, pero es lo que había.
En marzo, finalmente, se empezó a hablar de cambios. La Secretaría de Deportes de la Nación de la presidencia del radical Raúl Alfonsín presentó un proyecto a la AFA para reestructurar el fútbol argentino de cara a 1986, siendo las caras visibles de esto su secretario Rodolfo O’Reilly (nombre clave en la intentona golpista a Bilardo en la selección) y su subsecretario Osvaldo Otero (quien en los 90 sería protagonista en la futura quiebra de Racing). Este proyecto consistía en la creación de tres nuevas divisionales, una “A” y una “B” nacional y luego una tercera categoría que sería de índole regional. ¿Y cómo determinamos qué club iría a cada división? Pues con un semestre de transición para ganarse en la cancha un lugar. ¿Y cómo se armaría cada una de ellas? Bueno, ahí sí habría un poco de “a dedo”.
Por un lado, la nueva “A” sería de 20 clubes. 10 de ellos surgirían de la Primera División de AFA de un campeonato entre los 14 equipos del AMBA (Argentinos, Boca, Chacarita, Español, Estudiantes, Ferro, Gimnasia, Huracán, Independiente, Platense, River, San Lorenzo, Temperley y Vélez), o sea, se excluiría a Talleres, Instituto, Racing (C), Newell’s y Unión, los equipos del interior. Por otro lado, el interior tendría ocho plazas, que serían distribuidas de la siguiente manera: dos para Córdoba y Santa Fe, y una para Mendoza, Salta, Tucumán y Chaco, siendo las ligas las encargadas de determinar los métodos de clasificación. Finalmente, los dos cupos restantes serían para los dos equipos ascendidos desde la B de AFA, lo que dejaría el certamen nuevo en una proporción 12 a 8. Igualmente, casi de inmediato surgió una especie de “plan B” con 24 equipos, a los que habría que sumar representantes de Jujuy y Misiones además de una plaza más para Córdoba y otra para AFA, porque en Argentina siempre hay lugar para la rosca.
En tanto, la nueva “B” sería de 44 equipos, jugandosé en dos zonas y con un octogonal final para definir al campeón y a los otros dos equipos que ascenderían. ¿Y de dónde saldrían los participantes? Los cuatro primeros serían los descartados de la Primera División de AFA. Luego se sumarían 15 de la Primera B. ¿Quiénes? Los que queden sin ascender ni descender de los 19 clubes porteños y bonaerenses (o sea, se excluía a Rosario Central, Colón y Argentino de Rosario). A estos sumarles los dos que ascenderían de la C. Tenemos 21 equipos hasta aquí. Para el interior sería tres plazas para Santa Fe, dos para Córdoba y una para Catamarca, Corrientes, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, Neuquén, Río Negro, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Santa Cruz. Así llegamos a 41 plazas. Las tres restantes surgirían de un Regional. Con esta distribución, todas las provincias excepto Tierra del Fuego estarían representadas en las dos categorías.
Para la tercera categoría, el proyecto contemplaba una unificación entre el Regional y la Primera C. Si bien jugarían por separado, habría una instancia final en forma de hexagonal, con tres clasificados por lado, para determinar los ascensos a la B. Todo esto acompañado por una lista de ítems a estudiar relacionados a lo económico, seguridad, inferiores y hasta cuestiones reglamentarias.
Pasó menos de una semana para que AFA presentara su proyecto. Este consistía en que el los participantes de lo que tenía que ser el Metropolitano 85 disputen el campeonato normalmente, incluyendo a los cinco equipos del interior. Los tres peores en los promedios descenderían, mientras que se sumarían para 1986 representantes de Chaco, Jujuy, Mendoza, Misiones, Salta y Tucumán, además de los dos ascendidos de la B, para así tener un campeonato de 24 equipos. El campeón de este torneo sería el dueño de la primera plaza a la Libertadores siguiente. Entretanto, se seguiría disputando el Regional, que clasificaría seis equipos al llamado Campeonato Argentino, que no era otra cosa que un Nacional reducido. Aquí también estarían los seis mejores del torneo de AFA, totalizando 12 equipos, que serían divididos en dos zonas y tendría una gran final para consagrar al campeón y, además, segundo clasificado a la Libertadores.
Argentinos Juniors, de la mano de Domingo Tesone, su presidente, presentó su propio proyecto, que era prácticamente igual al de la AFA, con la salvedad que a la instancia del “Campeonato Argentino” solo clasificarían los dos campeones (AFA e interior), y ambos serían los representantes en la Libertadores. Finalmente, el cuarto proyecto presentado fue el de River, presidido por el ya nombrado Santilli. Este consistía en cuatro campeonatos en uno, o algo así (?). Haré mi mejor esfuerzo para desglosarlo:
- Campeonato Profesional de AFA: Los 16 sobrevivientes del torneo de 1985 más los dos ascendidos de la B lo jugarían. El campeón va a Libertadores, mientras que los tres últimos descenderían al Nacional A. Los seis primeros clasifican al Campeonato Argentino.
- Nacional A: Otros 18 equipos, que serían los tres descendidos del torneo del 85, cinco clasificados desde la B y 10 del interior (sin especificar cómo serían seleccionados). El campeón y el subcampeón pasarían a jugar el Campeonato Profesional, en tanto que los seis mejores disputarían el Campeonato Argentino. Los tres colistas, en tanto, bajarán al Nacional B.
- Nacional B: Aquí serán 22 los participantes. Estarían los restantes 15 equipos de la B, dos de la C, más cinco del interior. El campeón pasaría a jugar directamente en el Campeonato Profesional, mientras que el segundo y el tercero lo harían al Nacional A. Los cuatro mejores al Argentino, mientras que el descenso les correspondería a los dos peores (a la C, que teóricamente no se modificaría).
- Campeonato Argentino: Lo disputarían los 16 clasificados de los tres torneos anteriores, a disputarse en dos fases de grupos más una gran final. El campeón será el segundo clasificado a la Libertadores.
En tanto, Menotti seguía opinando. Consideraba que se debía crear una “liga superprofesional” con 16 equipos fuertes y representativos, que debían ser elegidos casi a dedo. “Hago un estudio de las condiciones que deben reunir para participar, los ordeno alfabéticamente (...), Atlanta, ¿qué recaudaciones hizo en los últimos 10 años? ¿Cuántos socios tiene? ¿Qué capacidad tiene su estadio? Si las respuestas son satisfactorias, Atlanta seguirá. De lo contrario, no entra”. Además, dijo que “no puede ser que en pocos años se hayan ido al descenso San Lorenzo y Racing. Fijate Boca: tendrá que luchar a lo loco para zafar. Fijate donde está Central. Es un disparate viejo. ¿Querés más? Belgrano de Córdoba tiene el 90% de la convocatoria cordobesa y juegan el campeonato Talleres, Instituto y Racing. ¿Cómo es la cosa? Nosotros necesitamos que Boca sea grande porque es el 40% de la hinchada total, necesitamos un River grande, un San Lorenzo grande, lo mismo que un Racing, que un Central, si esto no ocurre, el fútbol se muere”.
En mayo, algunos de los clubes más importantes del interior se reunieron en Tucumán. Allí, representantes de Belgrano, Talleres, Instituto, Racing (C), San Martín (T), Atlético Tucumán, Independiente Rivadavia, Gimnasia (M), Olimpo, Central Norte, Juventud Antoniana, Gimnasia (J), Altos Hornos Zapla, Atlético Ledesma y Santamarina, “entre otros” (sic), fundaron la Asociación de Clubes Profesionales del Interior. Esta pedía por la aprobación del proyecto de la Secretaría de Deportes, que supuestamente ya tenía el visto bueno de AFA, pero cuyo principal obstáculo eran las ligas. “Lamentablemente nos traban nuestras propias ligas, que pretenden continuar subsistiendo con los ingresos que reciben de nosotros, los clubes grandes del interior”, se quejaban. Esta apurada sirvió, ya que el 17 de mayo, en el ámbito del Consejo Federal, hubo una gran reunión de ligas (102 asistentes) y en votación se aprobó por 71 votos a 28 (tres se abstuvieron) a “autorizar a la Comisión Interna formada por las ligas para seguir discutiendo con AFA los tres puntos (sobre ocho) en los que aún no hay coincidencia: duración, distribución de plazas y fechas de disputa del torneo”.
El día 25, la Asociación de Clubes Profesionales del Interior se reunió en Río Cuarto, y se determinó que el nuevo campeonato no podía durar menos de nueve meses, además de solicitar 10 plazas para la “A” y 23 para la “B”, pero sin contar a los cinco equipos del interior que ya estaban en AFA. Además, se decidió fundar la Unión de Clubes del Interior (UCI).
Al día siguiente comenzó la participación argentina en las eliminatorias sudamericanas. Entre esa fecha y el 30 de junio, la selección disputó seis partidos y ganó su zona, lo que le permitió clasificar a México 86, no sin sufrimiento, ya que en la última fecha se empató 2-2 con Perú en el Monumental, encuentro que se igualó a falta de nueve minutos con un gol de Ricardo Gareca. Con la derrota parcial, Argentina quedaba segunda, lo que la obligaba a tener que disputar el reducido por la última plaza ante otras tres selecciones, mientras que Perú accedía a la Copa del Mundo. Nada de eso pasó.
Mientras tanto, para sorpresa de nadie, AFA hizo lo que quiso y aplicó su proyecto para la temporada 85/86. Se jugaría un campeonato de Primera División (el ex Metropolitano), pero duraría todo un año, además de aplicarse por primera vez el calendario europeo, o sea, comenzar a jugar la temporada en julio. Mientras tanto, el interior debería disputar el Regional. Y todo esto sin reglamentar una instancia final o certamen aparte para enfrentar a los equipos de ambos torneos. Y esto, obviamente, inició un enfrentamiento. Como fuese, el 6 de julio comenzó el torneo de Primera División, mientras que el 9 de julio se reanudó el Nacional, que finalmente se paró una instancia antes de lo previsto, por lo que se tenía que jugar la final de la llave de ganadores a la vez que los cuartos de final de la de perdedores. Los campeones de ambos certámenes representarían a Argentina en la Libertadores de 1986.
Cuando en Sólo Fútbol se le consultó a Grondona respecto a cómo sería su torneo ideal, Don Julio consideró que se tendría que hacer un campeonato nacional de 24 equipos y luego ir achicandosé hasta llegar a 20. Además, aprovechó para justificar el cambio de calendario porque el público argentino “cuando hace frío o llueve no va a la cancha”, además de que tener los meses de nuestro invierno libres facilitaría conseguir partidos para la selección. También aprovechó para criticar a las ligas del interior, que querían integrar a sus clubes pero sin perder estatus. Estas, mientras tanto, se reunieron en Córdoba a comienzos de julio, rechazando lo impuesto por AFA. Estas exigieron “mayor participación en el gobierno del fútbol argentino”, además de reclamar que las plazas de los futuros torneos les pertenezcan a ellas y no a los clubes. También pidieron que los torneos duren menos de los nueves meses exigidos por la UCI “para que no interfiera en los certámenes locales”. De paso, las ligas le tiraron un palito a los clubes: “Ellos defienden posiciones individuales de sus instituciones. en cambio nosotros lo hacemos en defensa del fútbol de la República”. Prácticamente un “todos contra todos”.
A la semana siguiente, AFA aprobó un proyecto para la temporada 86/87, en la que se formaría una primera división de 24 equipos, con los 16 que “sobrevivirían” del torneo 85/86, los dos que ascenderían de la B más seis del interior. Tucumán y Mendoza tendrían plaza fija, mientras que las otras cuatro plazas saldrían de un Regional. Todo esto supeditado a futuras modificaciones y atado a la promesa del gobierno nacional de solventar gastos de viajes y estadías. Al mismo tiempo, desde Mar del Plata pedían 30 equipos en Primera (vaya vaya, como nos gusta reciclar males en Argentina, ¿no?), algo que fue rápidamente descartado desde AFA. Pero ya en agosto, tras una reunión en Tucumán, las ligas del interior seleccionaron un nuevo proyecto. Aprobado por directivos de las ligas tucumana, mendocina, salteña, sanjuanina, regional de Jujuy, cordobesa, Federación y Liga correntina, jujeña, catamarqueña y Liga del Valle de Chubut (más adhesiones de San Rafael, Paraná y Santa Fe), este proponía un Nacional de 12 equipos. Seis clasificarían desde un Regional, mientras que los otros seis surgirían de AFA. Natalio Mirkin, presidente de San Martín de Tucumán (y a esta altura erigido como el líder de la UCI) rechazó de pleno este proyecto liguero. De hecho, la UCI se reunió en Córdoba en septiembre y aprovechó, con la presencia de Otero, para atacar a las ligas y a la AFA, cuyas posiciones se habían acercado mucho y ya prácticamente iban de la mano.
Esto, de rebote, generó un problema con el ascenso afista. El campeonato de Primera se pasó al calendario europeo en nuestro invierno de 1985. El problema es que los torneos de ascenso habían comenzado su temporada a principio de año, lo que generaría que el campeón de la B y el ganador del reducido en el 85 quedarían seis meses sin jugar en el primer semestre del 86, además de generar el interrogante de cuál sería el “premio” para competir en ese período de tiempo hasta acomodarse con los tiempos de la máxima divisional. Grondona lo resolvió fácil. Los dos ascendidos a Primera en 1985 disputarían la temporada 86/87, quedando por lo tanto la primera mitad del año sin jugar, en tanto que los sobrevivientes (más los ascendidos de la C) jugarían un mini torneo para definir un ascenso más, por lo que Primera pasaría a tener 20 equipos. Don Julio le prometió a los dos ascendidos, que casi que serían castigados, algún tipo de ayuda económica. En la misma entrevista, Grondona celebró el “nuevo Nacional” de 12 participantes, considerando que así el certamen aumentaría su jerarquía.
Finalmente, en los últimos días de septiembre se anunció el Regional, que comenzaría el 20 de octubre. Se mantendría la división del país en seis zonas por geografía, y el equipo que gane cada una de esta clasificaría al “Campeonato Argentino”. La UCI rechazó el proyecto en cuestión porque entendía que “en lugar de igualar hacia arriba se iguala hacia abajo con el consiguiente perjuicio deportivo y económico” y comenzó a correr el rumor de un boicot, cuestión que en AFA importó poco: “El torneo comenzará aunque se decida que los equipos tradicionales no van a participar”. Por otro lado, en referencia al señor Otero, desde la casa madre del fútbol porteño argentino aseguraron que “hace uso indebido de sus funciones y está llevando a cabo una campaña proselitista”. En referencia a la reestructuración “(el proyecto) básicamente originado en el Consejo Federal, representante de más de 200 ligas, fue aprobado por unanimidad por representantes de ligas y presidentes de clubes del interior, Primera División y Primera B, por lo tanto el proyecto ha sido resuelto dentro del sistema estatutario de la AFA y democráticamente. Proceder de otra manera sería recurrir a improvisaciones”, dando así por terminado el tema y descartando totalmente una segunda chance al proyecto de la Secretaría de Deportes.
¿Cómo sería la división geográfica del Regional?
- Zona “Centro”: Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.
- Zona “Este”: Buenos Aires.
- Zona “Noreste”: Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones.
- Zona “Noroeste”: Jujuy, Salta y Tucumán.
- Zona “Oeste”: Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero.
- Zona “Sur”: Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
El Gráfico entrevistó a Mirkin en una nota publicada el 8 de octubre, en donde el dirigente tucumano repartió balas para todos lados.
- “El objetivo (de la UCI) es lograr una verdadera reestructuración del fútbol argentino que permita la inserción de (sus) clubes en la medida de las posibilidades y capacidad que han demostrado, porque, ojo, hay que clasificar, no por ser miembro de la UCI un club va a ir a Primera División.”
- “No tenemos en las ligas una representación real, y en el Consejo Federal tampoco, ya que este es la suma de todas las ligas. (...) El mandato de las ligas lo dan los clubes chicos, que tienen otros objetivos. Ellos nunca aceptarán una verdadera reestructuración, porque si San Martín o Atlético, por ejemplo, dejan el torneo de Tucumán, desaparecen, ya que viven de las recaudaciones que hacen con nosotros. Por eso, cuando en Tucumán se puso a votación el proyecto de la Secretaría de Deporte, perdimos 13 a 3.”
- “Los clubes grandes (de AFA) apoyaban el proyecto (de la Secretaría), pero perdieron la votación porque los chicos son muchos más. Hubo dos cosas fundamentales para que fuera rechazado. Primero, los descensos, el proyecto exigía tres y se opusieron terminantemente. Y el segundo es que los cuadros chicos se dieron cuenta de que con este proyecto los clubes grandes del interior tomábamos su lugar.”
- “AFA nos tiene que reconocer. Si no, entablaríamos una protesta a la Conmebol y a la FIFA. ¿Por qué cree que el ganador del próximo Regional tiene chances de ir a la Copa Libertadores? Porque es obligación de la AFA darle esa oportunidad a los clubes de todo el país. Así lo exigen Conmebol y FIFA. Y como no habrá Nacional, el ganador del Campeonato de la AFA deberá jugar con el del Regional.”
- “(Los torneos de AFA 1986/87) si no los cambian, no los jugaremos. Eso ya está decidido y aprobado. En cuanto al Regional que empieza este 20 de octubre, se le dio libertad a cada club para que intervenga o no.”
- “(Si AFA no nos reconoce) Creamos una liga profesional del interior del país. Y si las ligas se oponen, no pueden hacerlo, porque son de carácter amateur y nosotros nos agrupamos para jugar profesionalmente.”
Finalmente, salió el reglamento del Regional, y como anticipó Mirkin, hubo una modificación. El Campeonato Argentino fue descartado, y el certamen para los equipos del interior daría un campeón. En lugar de clasificar seis equipos a un nuevo certamen, estos disputarían semifinales (dos zonas de tres) y una final, y su ganador enfrentaría al campeón de AFA por un lugar en la Libertadores 1986. La otra plaza ya la había ganado Argentinos Juniors, por ser campeón del Nacional 85, certamen que finalizó el 4 de septiembre (!), cuando el “Bicho” derrotó a Vélez por 2-1 en el Monumental en la segunda final (la primera la ganó por penales el Fortín, pero como estos venían de la llave de perdedores, se tuvo que jugar la revancha).
Como fuese, en el reglamento se hablaba de 104 participantes de 95 ligas. Cada región contaría con entre dos y cuatro zonas de entre dos hasta siete equipos, siendo un total de 21 grupos, de donde clasificarían solo los primeros, excepto en un grupo del Sur, donde avanzaría también el segundo. La otra aclaración es que los cuatro ganadores de los grupos del Centro jugarían un cuadrangular para definir los dos clasificados a la nueva instancia en una especie de ronda intermedia (?). Esto significaría 20 clasificados a la segunda ronda, a donde se sumarían dos equipos de Córdoba y dos de Tucumán, que saltearon la primera fase por ser “liga única”. A partir de aquí, los clubes serían divididos en seis zonas (una por región), en donde el ganador clasificaría a semifinales, que, como ya dijimos, eran dos triangulares. Los dos primeros avanzarían a la final y el ganador se consagraría campeón, además de clasificar a la final ante el campeón 85/86 de AFA por la plaza en la Libertadores. Todas las ligas tendrían un participante excepto las ya mencionadas cordobesa y tucumana que tenían dos representantes, al igual que las mendocinas de General Alvear y San Rafael, mientras que Mendoza tendría seis cupos (!). Spoiler, habría modificaciones.
Tiempo de arreglar y de jugar (y de modificar sobre la marcha, por supuesto)
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Foto de El Gráfico N° 3441 (17/09/1985). Natalio Mirkin y Osvaldo Otero. |
En tanto, Rodolfo Correa, otro dirigente del celeste, dijo: “Nosotros lo hemos hablado con Grondona, él atiende, pero mi impresión es que está cercado, que no puede decidir por sí. Lo que nadie quiere entender es que toda reestructuración producirá sangre, que algunos tendrán que perder, pero eso es lo mejor que puede pasar, porque los llamará a la realidad. Santilli también piensa que hay que reestructurar y de a poco, pero no saca la cuenta de que si eso no se hace ya, en unos pocos años muchos pueden ser los clubes que hayan muerto. Por eso nosotros no participaremos en el Regional y algunos otros clubes del interior nos seguirán. En Mendoza echaremos las bases para pedir la personería de la UCI e inmediatamente nuestra afiliación a la FIFA. Y mientras se realiza el Regional, haremos un torneo por invitación de equipos de Buenos Aires para que todos se den cuenta quienes tienen convocatoria o no”.
Y lo del boicot no era broma. Godoy Cruz y Gimnasia de Mendoza anunciaron su baja del certamen, mientras que todo hacía indicar que harían lo mismo Belgrano, Independiente Rivadavia, Deportivo Maipú, Chaco For Ever, Central Córdoba (SDE), Juventud Antoniana, Gimnasia y Tiro, San Martín de Tucumán y Concepción FC. Peeeero…
El torneo arrancó el 20/10, en su fecha estipulada, con el comienzo de los grupos de las zonas Centro (Santa Fe y Entre Ríos) y Este (Buenos Aires). Y a la semana siguiente largaron tres de las cuatro zonas de Oeste (las de Mendoza, Santiago del Estero y Catamarca), además de la zona correntina del Noreste y de un grupo del Sur (el del norte de la Patagonia). Y allí empezaron a debutar los grandes que dijeron que se iban a bajar. Es que, de repente, parecía haber un acuerdo en el horizonte. El 10/11 largaron las zonas Noroeste de Jujuy y de Salta, la Oeste de San Juan junto a La Rioja y la Sur de San Luis con La Pampa. Y para el sábado siguiente, llegó el acuerdo.
En Mendoza, la UCI se cambió de nombre y pasó a ser la UCA, tal como adelantó Palacios. Hubo presencia de dirigentes de AFA y también de la Secretaría de Deporte, incluido el mismísimo Otero. Y lo más destacado que hizo la UCA fue aprobar un proyecto que correría desde junio del 86, se trataba de una pirámide de cinco niveles: Primera nacional, Segunda nacional, Regional, Provincial y departamental o ligas. ¿Suena familiar?
- El torneo de “Primera nacional” sería el equivalente al presente torneo de Primera de AFA, que tendría 20 equipos, con el objetivo de reducirla a 18.
- El de “Segunda nacional” sería un nuevo torneo de 20 equipos, que serían el descendido de Primera de AFA (colista en los promedios), siete clasificados del certamen de Primera B que se disputaría en el primer semestre de 1986 más 12 equipos del interior (los equipos de la B afista jugarían un reducido con el penúltimo de los promedios de Primera por un lugar en la máxima categoría). Las provincias representadas serían Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, San Juan, Mendoza, Misiones, Chaco, Córdoba, Santa Fe y La Pampa, mientras que Neuquén y Río Negro deberían enfrentarse por la última plaza. El criterio para la selección de estas provincias surge tras “una evaluación de las plazas de reconocida trayectoria futbolística donde actúan equipos de alta convocatoria y estadios con capacidad mínima para 15.000 personas”. Contaría con tres ascensos a primera y tres descensos.
- El “Regional” quedaría dividido en estas zonas: Litoral, Norte, Andina, Centro, Sur, Buenos Aires y Metropolitana. Esta última sería nada más y nada menos que la Primera B de AFA. El campeón de esta ascendería directamente a la segunda nacional, mientras que los cuatro siguientes en la tabla se sumarían a dos equipos de cada una de las otras seis zonas (un total de 16 equipos) para determinar los otros ascensos.
- Las ligas clasificarían a sus representantes al Provincial, y de aquí los clubes pasarían al nuevo Regional.
- La AFA desaparecería (!) y sería reemplazada por una Confederación Argentina de Fútbol, cuyos máximos niveles serían un órgano decisional (Asamblea) y otro ejecutivo (Comité Ejecutivo). La Asamblea estaría constituida por 20 delegados (uno por cada equipo de Primera), más 10 delegados de los clubes con mayor venta de entradas, además de cinco de Segunda y uno por cada Federación provincial.
Con el comienzo de un acuerdo, el Regional 85/86 perdió toda amenaza de boicot. Era hora de jugar. El 17/11 largaron los grupos del Noreste de Chaco y Misiones más el Sur de Chubut (sur), Santa Cruz y Tierra del Fuego, que de esta forma hacía su debut absoluto en AFA. El 1° de diciembre comenzó el grupo final del centro entre los cuatro ganadores de las primeras cuatro zonas para determinar a los dos acompañantes de los cordobeses, y finalmente a la semana siguiente arrancó la eliminatoria formoseña en Noreste. El 29 de diciembre había quedado concluída la primera fase. Por ahora seguiremos contando los pormenores de cómo se fue desarrollando esta historia, más adelante iremos al Regional en sí, tranquilos (?).
Godoy Cruz y Gimnasia de Mendoza fueron los únicos dos que se bajaron efectivamente del certamen, siendo reemplazados por Argentino y Gutiérrez. El primero, unos meses después, sería famoso por aquella historia con Racing que seguramente tocaré en la tercera parte de este informe. El segundo, curiosamente, entró al Regional por la tabla general (y las dos renuncias), pero por promedios se fue al descenso. Pero, además, no fue lo único que cambió. Primero, ¿104 participantes de 95 ligas? Pues sobre la hora se agregó a un equipo jujeño y a otro salteño (ambos de las ligas capitalinas), por lo que la cuenta de equipos subió a 106. Pero además, finalmente ningún equipo de Casilda disputó el certamen y no fueron cubiertos, por lo que todo quedó en 105 equipos de 94 ligas. Esto no resultaría en grandes modificaciones estructurales, a dos zonas se les agregó un club y a una tercera se le quitó uno. Nada muy complejo. Pero hubo más cambios.
Un día después del nacimiento de la UCA, Argentinos Juniors disputó el primer partido de la final de la Libertadores. En cancha de River derrotó 1-0 al América de Cali colombiano. El día 22, de visitante, perdió 0-1. De acuerdo a la reglamentación de la época, se debía jugar un tercer partido. El 24 de octubre, en tierras paraguayas, Argentinos y América empataron 1-1 y tuvieron que definir al campeón por penales. Allí, el equipo argentino ganó 5-4 y se consagró campeón del máximo torneo de clubes de Conmebol. ¿Qué tiene que ver esto con el Regional? En esos años, la Libertadores la jugaban los campeones y subcampeones, más el campeón de la edición anterior. AFA acusó que Argentinos Juniors, al estar doblemente clasificado a la edición de 1986 (como defensor título y como campeón del Nacional 85), reglamentariamente le anulaba un cupo a Argentina, o sea, en lugar de tener los tres, quedaba en dos. Así que de esta manera nació la Liguilla. Grondona la anunció en diciembre. Esto era básicamente el Campeonato Argentino 1986, pero sin dar título sino siendo parte del torneo de AFA. Don Julio se salió totalmente con la suya.
De un solo golpe, se anulaba la final AFA vs. Regional y se le daba una plaza directa a la Libertadores 86 al campeón del torneo 85/86. Recordemos que en estos años, el calendario lo acomodaban los clubes, entonces no era un gran drama que un equipo o dos clasificasen en abril o más adelante aún. La segunda plaza, en tanto, saldría de la Liguilla Pre Libertadores, que disputarían los seis semifinalistas del Regional más los cinco mejores del torneo de AFA (exceptuando al campeón, claro). La 12° plaza sería para Vélez, que lo jugaría si o si por ser subcampeón del Nacional 85. Los dos mejores de AFA y los dos finalistas del Regional se saltearían la primera rueda, y luego, si, eliminación directa hasta obtener al ganador y, por lo tanto, clasificado.
El 12 de enero comenzó la instancia nacional del Regional. Y el 23 del mismo, finalmente, AFA aprobó el proyecto de una segunda división nacional, que sería llamada “Primera Nacional B”. Las únicas variantes con lo que votó la UCA fue que la plaza a Santa Fe fue para Corrientes, y la de Santiago del Estero fue para el interior de la provincia de Buenos Aires, donde se realizaría un reducido entre los clasificados de Bahía Blanca, Junín, Mar del Plata, Olavarría, Pergamino, San Nicolás y Tandil para determinar al representante. Como fuese, habría un nuevo fútbol argentino a partir de la temporada 86/87.
Como un asterisco, otros proyectos que se manejaban en la época eran la de hacer dos jornadas al año de clásicos (Boca-River, Independiente-Racing, San Lorenzo-Huracán, etc.) pero que no contaran para el campeonato sino que sean exclusivas para el PRODE (para los distraídos, esto era un juego de apuestas en que tenían que marcar en los partidos de Primera si ganaba el local, el visitante o era empate, con jugosos premios por acertar en todos los casos; famoso es el caso del plantel del Racing cordobés que lo ganó en 1984). Otro proyecto era jugar varios Boca-River a lo largo del país de manera amistosa, solo para recaudar, imitando lo que hicieron Peñarol y Nacional en Uruguay con la Copa de Oro. Como sabrán, nada de esto prosperó.
El 16 de febrero quedaron determinados los seis semifinalistas del Regional, que ahora además ya estaban clasificados a la Liguilla: Alianza de Cutral Có, Belgrano de Córdoba, Concepción FC de Concepción (Tucumán), Guaraní Antonio Franco de Posadas, Güemes de Santiago del Estero y Olimpo de Bahía Blanca. Y el 3 de marzo, el Nacional B recibiría su primera de mil (?) modificaciones a lo largo de su historia (ésta antes de debutar). Y es que desde Santiago del Estero esgrimieron que merecían tener un representante en la nueva divisional, y AFA les dio la razón, pero sin quitarle el lugar a nadie, sino que serían el 21° equipo. Y de yapa (?), agregaron un 22°: un octavo equipo de Primera B. Esta (que largo el 1° de febrero) seguiría clasificando a siete equipos al reducido por un ascenso a Primera. En esos años, la B se jugaba todos contra todos pero a los equipos se los acomodaba en dos zonas. Originalmente, los tres mejores de cada una más el mejor cuarto iban a asegurar su lugar en el Nacional B además de clasificar al reducido por el ascenso. Con esta modificación, el otro cuarto “ascendería” a la nueva divisional. Además, se determinó que, como las plazas eran de las ligas y no de los clubes, el equipo del interior que durante dos campeonatos seguidos o en tres alternados clasificara entre el 11° y 19° lugar del campeonato debería revalidar su lugar contra un equipo de su liga de origen.
El 6 de abril finalizó la segunda fase. Belgrano y Olimpo se clasificaron como finalistas, enfrentandosé el 13 y el 20 del corriente. Allí, el elenco cordobés ganó los dos partidos (3-1 la ida en Bahía Blanca y 3-2 la revancha en Córdoba), y de esta manera se consagró campeón, siendo el primer equipo de la provincia en lograr un título de AFA. La gran figura en la serie final fue el ex River y Boca Juan José López, jugador de Belgrano en ese momento, que 25 años después sería DT del Millonario en la famosa promoción en la que justamente el pirata mandaría al descenso al equipo porteño, en una especie de revancha del duelo anulado que se debería haber jugado en el 86 (ponele), puesto que River fue el campeón de AFA en la temporada 85/86, ganando así la plaza número uno a la Libertadores.
El título del Regional no le aseguraba su lugar en el Nacional B al conjunto celeste. Cada liga tendría hasta el 13 de junio para determinar a su representante, elegido mediante un certamen o a dedo. Todas disputaron un certamen (lo repasaremos en el próximo tomo), excepto Córdoba y Misiones. En la Docta, el 11 de abril la ACF emitió la resolución 150 en la que elegía a Belgrano como su representante. Se esgrimió falta de tiempo para competir (además el celeste estaba en plenas finales del Regional y con la cabeza en la Liguilla), y se recurrió al aspecto de capacidad. Los cuatro postulados fueron Belgrano, Unión San Vicente, Estudiantes y Atenas (estos dos últimos de Río Cuarto). La ACF desechó a los del sur por no tener un estadio acorde a las capacidades mínimas (contaba con uno con siete mil ubicaciones) y “limpió” al elenco naranja por presentar su postulación fuera de término. Como adelanto, Olimpo, el subcampeón del Regional, clasificó mediante la liga de Bahía Blanca para jugar el reducido de Buenos Aires (que jugó en simultáneo con la Liguilla), cayendo en la final ante Douglas Haig de Pergamino, siendo este el equipo que representó a la provincia en la primera edición del Nacional B.
A la Liguilla clasificaron por AFA los equipos de Newell’s (subcampeón), Español (3°), Boca (5°), Ferro (6°), San Lorenzo (7°) y Vélez (12°, adentro por ser subcampeón del Nacional 85). El cuarto lugar del torneo fue para Argentinos, que ya dijimos que jugaría la Libertadores 86 como campeón defensor. Esto ya también lo repasaremos a continuación, pero spoiler: Boca ganó la Liguilla y la plaza en la Libertadores. Grondona se salió con la suya al 100%. Primero, clasificaron los dos equipos más importantes de Argentina. Segundo, lo logró sin que el interior se sintiera robado. Tercero, en la batalla por la reestructuración aplastó a Otero y a la Secretaría de Deportes. Ah, y apenas dos semanas después del final de la Liguilla, Argentina se consagró campeón del mundo en México de la mano de Maradona, con el (ya no) cuestionado Bilardo en la conducción técnica, que solo se mantuvo en el cargo por el apoyo incondicional de Don Julio, logrando vencer los embates mediáticos del periodismo, de la política y del mismo fútbol. Como lo bautizaron en Sólo Fútbol, “el dueño del fútbol”. Y la AFA nunca desapareció.
Repaso del Regional 85/86 (en busca de un campeón)
Como dijimos, fueron 105 los participantes del Regional 85/86. 101 disputaron la primera fase. Empezamos a repasar por el Noreste, que era la región para las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones. Cada provincia tuvo un grupo por separado.
El grupo A fue para los correntinos, que fueron cinco. Allí, Deportivo Mandiyú se impuso cómodamente. De hecho, terminó dos puntos arriba de su inmediato perseguidor siendo que tuvo fecha libre en la última jornada.
Distinto fue el caso del grupo B, el de Chaco, donde jugaron cuatro equipos y no solo se definió todo en la última fecha sino que incluso hubo un cambio de líder. En la última fecha, Libertad recibió a Villa Ángela. El visitante llegaba con una unidad más, por lo que el empate le servía para clasificar, pero el local venció 3-0 y avanzó.
El grupo C fue para Misiones, un triangular. Aquí, Guaraní Antonio Franco y Olimpia terminaron igualados en puntos, por lo que tuvieron que desempatar en cancha de Bartolomé Mitre (en Posadas). Guaraní goleó y avanzó.
Finalmente, los formoseños. El grupo D fue simplemente un mano a mano entre Vialidad Nacional y Argentinos del Norte. Ambos partidos terminaron 0-0, así que en vez de jugar un tercer duelo, directamente fueron a penales, donde se impuso el equipo capitalino. De esta manera, Argentinos se fue del torneo sin perder ningún partido y sin recibir goles. Claro, también se despidió sin ganar y sin marcar tantos.
Nos movemos a la zona Noroeste, donde se agruparon las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán. Hubo dos zonas para las dos primeras, mientras que los tucumanos clasificaron dos representantes directamente a la segunda fase, por tener liga única en la provincia desde 1977, cuando se fusionaron las tres existentes.
Como fuese, en el grupo A hubo cuatro jujeños. Gimnasia de Jujuy llegó a la última fecha dependiendo de sí mismo, y no decepcionó, ganó y clasificó.
En el grupo B compitieron cinco salteños. Central Norte clasificó antes de tiempo, al empatar 0-0 en la penúltima fecha con Hispano, que iba 2°. Encima estos tuvieron fecha libre en la última, así que más comodidad aún.
Como les dije, los tucumanos se saltearon la primera fase y clasificaron dos representantes directamente desde su liga. Estos fueron San Martín, campeón, y Concepción FC, subcampeón (no confundir con Atlético Concepción, otro club distinto que tuvo participación en los Nacionales). En la fase final del torneo, estos dejaron en el camino a Atlético Tucumán, Deportivo Aguilares, Ñuñorco y Sportivo Guzmán. Ambos clasificados disputaron la final. En la ida, Concepción ganó 2-0. La revancha fue 3-2 para San Martín. Como la diferencia de gol no contaba, disputaron un tercer partido, que terminó 1-1, por lo que definieron por penales, donde ganó el “Santo” 7-6.
Momento de ir al Oeste, zona donde participaron elencos de Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero (!) por alguna razón. Cuatro grupos.
Los dos primeros fueron para los 12 representantes mendocinos. En el grupo A, Deportivo Maipú clasificó holgadamente al sacarle cuatro puntos al segundo, Independiente Rivadavia (la mayor diferencia en el torneo, aunque se dio varias veces más).
El grupo B fue más parejo, ya que hubo que esperar hasta la última fecha para la definición, y en un partido entre primero y segundo. Argentino llegaba con dos puntos de ventaja sobre Pedal, y los confirmó al empatar en el partido final.
El grupo C fue la zona donde compitieron los equipos de Catamarca y Santiago del Estero. Nuevamente tuvimos en la fecha final un partido entre primero y segundo, y otra vez no hubo cambio. Güemes le ganó 3-2 a Talleres y estiró su unidad de ventaja inicial a tres puntos, para así clasificar.
Finalmente, el grupo D fue un triangular entre San Juan y La Rioja. Hubo igualdad en el primer puesto entre Juventud Alianza y Unión (situación que no hubiese pasado de haber existido la regla de tres puntos por victoria). Hubo que desempatar. Fueron a San Luis y allí se impuso el equipo sanjuanino.
En la región Centro jugaron los equipos de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. Al igual que los tucumanos, los cordobeses pasaron directo a la segunda fase.
El grupo A fue de santafesinos. Allí, todo se definiría entre Sportivo Norte y Mitre, curiosamente ambos perdieron sus partidos en la última fecha, así que le alcanzó al elenco de Rafaela para ganar la zona.
Los entrerrianos fueron agrupados en el grupo B. Y en la última fecha, Belgrano y Gimnasia llegaban en los dos primeros lugares y se debían enfrentar entre sí. Un triunfo de los segundos hubiera forzado un desempate, pero los de Paraná ganaron y clasificaron.
En el grupo C nuevamente fueron todos de Santa Fe, y no hay mucho más para decir que Peñarol, ganando en la última fecha, aseguró el primer lugar (una derrota en esa jornada ante Firmat hubiese significado un desempate). En este grupo debería haber jugado un representante de Casilda, pero no lo hizo.
Finalmente, el grupo D también fue de santafesinos. A la definición llegaron empatados en puntos Everton-Argentinos y Atlético Empalme, pero solo el primero de estos logró ganar su partido, clasificando así entonces.
Como en la fase final ya tenemos dos cordobeses, estos cuatro clasificados tuvieron que jugar un grupo final para definir a los otros dos representantes centrales (?) en la segunda fase. En la última fecha, Sportivo Norte y Belgrano necesitaban un empate entre sí para clasificar ambos y eliminar a Everton-Argentinos. ¿Y a que no saben qué pasó? Es para destacar lo de Peñarol. Tras imponerse en su zona ganando todos los partidos y con 10 goles a favor en cuatro partidos, en esta nueva instancia su actuación fue todo lo contrario, ya que perdió todos sus encuentros y le metieron 34 goles.
En tanto, por Córdoba la distribución de plazas era para el campeón de la liga y para el del Provincial. El primer torneo lo ganó Belgrano, imponiendosé ante Alumni (Villa María), Argentino Flores, Bella Vista, Escuela Presidente Roca, GP Juniors, Huracán, Las Palmas, Sportivo Belgrano (San Francisco), Universitario y Unión San Vicente. A la hora del Provincial, también salió campeón Belgrano, ganando la fase final ante Alumni, Bell (Bell Ville), Bella Vista, Sportivo Norte (Laboulaye) y Unión San Vicente. Por lo tanto, para definir al segundo clasificado, se disputó un partido en el Chateau Carreras entre los dos subcampeones, que fueron Unión San Vicente y Alumni, con triunfo y clasificación para el primero. Así, Alumni perdía su segunda oportunidad en un desempate de llegar a un torneo de máxima divisional (el año anterior, ante la misma situación por el bicampeonato de Belgrano, cayó ante Estudiantes de Río Cuarto por la segunda plaza cordobesa al Nacional 85).
La región este perteneció exclusivamente a la provincia de Buenos Aires. Lo particular del caso es que aquí no se tuvo en cuenta la geografía. Hubo cuatro cabezas de serie y a los equipos le podía tocar cualquier rival. Obviamente se quejaron, pero el Consejo Federal les dijo que un campeonato así requería esfuerzo.
La definición del grupo A fue muy pareja. Defensores de Belgrano, Rivadavia y Sportivo Piazza llegaban con chances de ganar el primer lugar en la última fecha, encima el primero y el tercero se enfrentaban entre sí. Bueno, todos empataron, por lo que el equipo de Villa Ramallo clasificó por una unidad.
También parejo, pero no tanto, fue el grupo B. Ferro de Trenque Lauquén, la sorpresa, llegaba puntero, mientras que Douglas Haig, el candidato, tenía un punto menos. Pero el primero hizo lo suyo y ganó su partido. Los de Pergamino apenas empataron y decepcionaron.
En el grupo C Olimpo llegó a la última fecha con dos puntos de ventaja sobre su escolta, Argentino. Y la distancia finalmente se duplicó ya que el equipo de Bahía Blanca ganó su partido, mientras que el de Tres Lomas perdió el suyo.
Nada de esto pasó en el Grupo D, donde Estudiantes de Olavarría ganó el grupo con antelación, y en la última jornada sólo jugó para completar.
Finalmente, la región Sur ocupaba el resto del país. Y digo así porque no solo fue para los equipos de la Patagonia, sino también para los de La Pampa y San Luis (!).
En el grupo A compitieron los equipos de más al sur del país. Incluso aquí tuvimos el debut de un participante de Tierra del Fuego. Huracán clasificó cómodamente, aunque la tabla no lo demuestre tanto. La diferencia de dos puntos reflejada allí solo se debe a que en la última fecha cayeron ante su escolta Bancruz.
Ahora tenemos el grupo B/C, llamado así porque clasificaría dos clubes. Aquí estuvieron los participantes de la región norte de la Patagonia. Cipolletti llegó a la última fecha ya clasificado, ya que los dos clubes que podían alcanzarlo en puntaje se enfrentaban entre sí. Igualmente ganó su partido y no tuvo mayores problemas. Luego, si, Alianza y Racing se medían para determinar el segundo clasificado. Y fue triunfo del neuquino.
El grupo D tuvo a los equipos de San Luis y La Pampa. Aquí Pico FC ganó su partido en la última fecha y aseguró su lugar en la nueva instancia.
Ahora sí, tenemos los 24 clasificados a la segunda fase, a disputarse ya en 1986.
La zona Noreste fue parejísima entre Guaraní y Mandiyú, definiendosé por una sola unidad a favor de los misioneros ante el triunfo de ambos en la fecha final. Lo que inclinó la balanza a su favor fue que los correntinos perdieron puntos al empatar en la tercera fecha contra Vialidad.
En el Noroeste también fue mano a mano. En la última fecha se enfrentaron en tierras jujeñas los dos equipos con chances de avanzar, Gimnasia y Concepción (los tucumanos tenían dos unidades más). Y fue con triunfo visitante, quedando la tabla con cuatro puntos de distancia que quizás no muestran lo parejo que estuvo.
Más parejo aún fue el Oeste, donde hubo tres con posibilidades de clasificación en la última fecha. Güemes (7), Juventud Alianza (5) y Argentino (5) podían desencadenar un triple empate si los sanjuaninos ganaban su partido y los mendocinos derrotaban a los santiagueños. Nada de esto pasó porque Güemes ganó, haciendo incluso inútil el triunfo de Juventud.
En el Centro todo terminó en un mano a mano entre Belgranos, imponiendosé el cordobés, que le ganó en la última fecha a Sportivo Norte y no hubo necesidad de nada más, aún con la sospechosa goleada del homónimo entrerriano ante Unión San Vicente, equipo acostumbrado a estas “cosas raras”, ya que así pudo sostener la ventaja de dos puntos.
También hubo paridad en el Este, en donde Olimpo llegó a la última fecha con dos puntos de ventaja por sobre Defensores de Belgrano, y la pudo mantener, al vencer en el partido final a la revelación, Ferro de Trenque Lauquen.
En el Sur el final fue tremendo. Llegaron liderando a la última fecha Alianza y Huracán, con Cipolletti a un punto. Los neuquinos pudieron ganar su partido ante Pico FC, pero los chubutenses perdieron en su visita a Río Negro, dandolé en bandeja la clasificación a Alianza.
Los seis semifinalistas, recordemos, quedaron clasificados a la Liguilla Pre Libertadores. Pero aún faltaba buscar al campeón. La nueva instancia dividiría a los equipos en dos zonas, de donde surgirían los dos finalistas.
Momento de la definición (y dale, dale, dale dale B)
En el grupo A cayeron Alianza, Belgrano y Concepción. En la última fecha los cordobeses recibían a los neuquinos para definir al clasificado a la final (los tucumanos ya estaban eliminados). Alianza con un triunfo hubiera forzado un desempate, pero Belgrano marcó la cancha y ganó 7-0.
En tanto, en el grupo B la cosa fue más sencilla. Olimpo le ganó 3-0 a Guaraní en la última fecha y aseguró su lugar en la final. En la última fecha los misioneros recibieron y golearon a Güemes, pero poco importó, solo estaban completando el fixture.
El 13 de abril de 1986 se disputó en Bahía Blanca el partido de ida del Regional. Olimpo, local y dirigido por Abel da Graca, formó con Raúl Domínguez; Alfredo Torres, Daniel Florit, Carlos Genovese y Manuel Cheiles; Alfredo Oviedo, Miguel Suárez y Roberto Depietri; Rubén Favret, Raúl Schmidt y José Palacio. Al banco fueron César Valdivieso, Ramón Mansilla (ingresó por Suárez para el ST), Norberto Rotondi (ingresó por Oviedo para el ST), Hugo Stach y Daniel Lalli. En tanto, Belgrano, cuyo DT era el inolvidable Tomás “Tito” Cuellar, jugó con los siguientes titulares: Juan Ramos; Javier Novarini, Sergio Céliz, Juan Reyna y Alejandro Chiera; Juan José López, José Luis Villarreal, Germán Martelotto; Abel Blasón, Luis Scatolaro, Edgardo Parmigiani. Los suplentes fueron Julio Constantín, Raúl Moreno (ingresó por Scatolaro a los 32 ST), Ariel Ramonda (ingresó por Parmigiani a los 15 ST), Gustavo Vílchez y Julio César Villagra. El árbitro fue Juan Carlos Demaro.
Con una recaudación de casi 30 mil australes, Belgrano se impuso por 3-1 con dos goles de J.J. López (el primero a los 22 PT y el segundo a los 5 ST) y uno de Martelotto (28 ST), mientras que para Olimpo descontó Depietri (22 ST). Novarini fue expulsado en el celeste a los 35 del primer tiempo, mientras que a los 35 del complemento Depietri marró un penal. “En la primera de las dos finales el equipo cordobés sacó buena ventaja. El domingo se jugará la revancha en ‘la Docta’ para consagrar al primer campeón regional, ya que antes no se jugaba por el título” rezaban las líneas en Sólo Fútbol. La crónica cuenta que los dos goles de “JJ” fueron derechazos desde afuera del área y que la actuación de Belgrano fue lo suficientemente sólida para que no se note el hombre de menos.
Una semana después, el 20 de abril, se jugó en Córdoba la revancha. Belgrano formó con Juan Ramos; Alejandro Chiera, Sergio Céliz, Juan Reyna y Raúl Moreno; Juan José López, José Luis Villarreal, Germán Martelotto; Abel Blasón, Luis Scatolaro, Edgardo Parmigiani. En el banco esperaron su oportunidad (finalmente ninguno entró) Julio Constantín, Héctor Zucchini, Gustavo Vílchez, Pablo Kratina y Julio César Villagra. Por Olimpo jugaron de titulares Raúl Domínguez; Alfredo Torres, Daniel Florit, Carlos Genovese y Manuel Cheiles; Norberto Rotondi, Miguel Suárez y Roberto Depietri; Rubén Favret, Hugo Sánchez y José Palacio. DT: Abel da Graca. Al banco fueron César Valdivieso, Luis Basualdo (ingresó por Florit a los 21 PT), Ramón Mansilla, Alfredo Oviedo, y Raúl Schmidt (ingresó por Florit a los 8 ST). Esta vez, el arbitraje estuvo a cargo de Aníbal Hay.
Belgrano ganó 3-2 la revancha y de esta manera se consagró campeón del Regional, logrando el primer título en AFA para la provincia de Córdoba. Los goles fueron anotados por Parmigiani (a los 21 y a los 23 PT) y Martelotto (16 ST). La visita descontó a través de Charles (45 PT) y Depetris (39 ST). Fueron expulsados a los 23 ST por agresión mutua Martelotto y Torres. La recaudación fue de 51 mil australes. Fue un comienzo de partido favorable para el visitante, pero Belgrano asestó dos golpes letales en tres minutos para dejar la serie liquidada. No así el partido, ya que Olimpo pudo descontar tras una falla defensiva en la última pelota de la etapa inicial. Ya en el complemento, Martelotto en un contraataque marcó el tercer tanto, para irse expulsado unos minutos después. Y si bien el equipo bahiense logró descontar de nuevo, ya era cosa juzgada. En Sólo Fútbol escribieron: “Era una fiesta esperada. Una fiesta que merecía el barrio Alberdi. Y se le dió. Un equipo que llegó al campeonato Regional por méritos propios. Nadie le regaló nada. Y toda esa rigurosa locura siguió hasta altas horas de la madrugada. Porque Belgrano hizo suya la ciudad. Prolongó su euforia hasta los límites insospechados. Y lo merecía. Los resultados indican que le ganó a todos. Fuego de juventud por un lado, experiencia por el otro, le dieron al plantel el balance exacto. El premio no pudo ser mejor”. En El Gráfico, en tanto, dijeron lo siguiente: “Belgrano es dueño de su fiesta, de su mérito. Tiene derecho. Hay una vuelta olímpica impecable con los jugadores solamente. En las tribunas llora la historia. Los de hoy la recogen. Porque aunque haya quienes lo nieguen, el fútbol puede provocar felicidad. El que no lo crea, puede preguntarle a Belgrano”.
El equipo cordobés fue un gran ganador con una campaña notable. Disputó 12 partidos, ganando nueve y empatando tres. Fue campeón invicto. Anotó 35 goles y recibió 14, además de ser el equipo con mejor porcentaje de puntos ganados (87%). La campaña en el certamen, con sus goleadores, fue la siguiente:
Pero además de esto, Belgrano consiguió otro logro: alcanzar una racha de 40 partidos sin perder, superando la marca de Racing, que estuvo casi un año sin ser derrotado entre 1965 y 1966. El celeste había perdido el 21 de julio de 1985 ante Unión San Vicente por la liga cordobesa y luego permaneció invicto durante los 14 restantes encuentros de este certamen, los 14 del Provincial y los 12 del Regional. Por supuesto, ganó los tres campeonatos, todos bajo la batuta de Tito Cuellar (por si sus 324 partidos como jugador en el club no eran suficientes para poder calificarlo de prócer del club). La racha se cortó el 11 de mayo de 1986, ya por la Liguilla (instancia que repasaremos en breve).
18 jugadores disputaron minutos durante el Regional, que los repasamos a continuación:
Como curiosidad, el preparador físico de este plantel fue Andrés Fassi, el mismo que en 2014 se convertiría en presidente de Talleres (lo es hasta el día de la fecha) y que tuvo tanto historial empresario/futbolístico en México a partir de la década de los 90, principalmente con el Pachuca.
Como les dije, tanto Belgrano como Olimpo, Alianza, Concepción FC, Guaraní Antonio Franco y Güemes clasificaron a la Liguilla Pre Libertadores. Ahora, para conocer sus seis rivales tendremos que repasar (brevemente) el campeonato de la Primera División de AFA de la temporada 1985/86.
19 equipos, todos contra todos a ida y vuelta como formato del certamen. Primera edición post era Metros y Nacionales. El campeón a Libertadores y descenso para los dos peores promedios, que en esa época era puntos dividido temporadas jugadas. Con la aparición de la Liguilla, las plazas serían para los cinco mejores de tabla excluyendo al campeón y a Argentinos. Vélez tenía su lugar seguro por su subcampeonato en el Nacional 85, como ya dijimos antes. Y con la creación del Nacional B a partir de la temporada siguiente, se decidió que sólo descendería el colista de los promedios, mientras que el antepenúltimo jugaría un reducido con los siete mejores de la Primera B por la 20° plaza de Primera en la edición 86/87 (recordemos, Rosario Central y Racing ya habían ascendido por ser campeón y ganador del reducido, respectivamente, de la Primera B 85, pero quedaron colgados un semestre).
River se consagró campeón con bastante antelación. En un torneo de 38 fechas, el Millonario dio la vuelta en la jornada 33, el 9 de marzo, al ganarle en el Monumental 3-0 a Vélez. Le terminó sacando 10 puntos a sus dos inmediatos perseguidores, Newell’s y Español (los rosarinos fueron subcampeones por diferencia de gol).
A la Liguilla clasificaron, además de Vélez, Newell’s, Español, Boca, Ferro y San Lorenzo. Argentinos terminó en el 4° lugar. El descenso le tocó a Chacarita. Huracán, en tanto, tuvo que jugar el mencionado octogonal por la permanencia. Si bien tocaré mejor esta definición en la tercera parte de este trabajo, no es spoiler lo que diré porque es algo que pasó hace 39 años: el Globo terminó descendiendo al perder la final ante Deportivo Italiano.
Llegó la hora de la Liguilla, que comenzó el 27 de abril. El formato fue la simple y clásica eliminación directa a ida y vuelta. Al ser 12 los equipos, cuatro clasificaron directamente a la segunda fase. Estos fueron los finalistas del Regional (Belgrano y Olimpo) y el subcampeón y el tercero del torneo de AFA (Newell’s y Español). El resto, a la primera fase. Por reglamento, si o si se tenían que enfrentar un equipo directamente afiliado ante uno del interior (los duelos eran por sorteo).
No hubo lugar para sorpresas. Los cuatro afistas clasificaron, y todos ganaron los dos partidos. Ya en la segunda fase, nuevamente sorteo (Belgrano y Olimpo no se podían cruzar). Los cordobeses fueron contra Newell’s, perdiendo ambos partidos, poniendo fin así a su racha de 40 partidos oficiales sin perder. Los bahienses, en tanto, tuvieron que enfrentar a Boca. También fueron eliminados, pero al menos rescataron la única unidad de los representantes del interior en esta Liguilla, al igualar como local en la ida. Luego caerían en la vuelta, pero llevando el partido al alargue, por lo que podríamos decir que también igualó en los segundos 90 minutos.
Boca, Ferro, Newell’s y San Lorenzo fueron los semifinalistas. Allí, tanto Xeneizes como Leprosos clasificaron por un gol de diferencia en el global y se enfrentaron en la final. En la ida, Newell’s se impuso 2-0 en la Bombonera y parecía tener todo cocinado, pero esto es fútbol. La revancha, jugada en Rosario el 15 de junio, arrancó favorable al local, que se puso 1-0 (Sialle a los 34 PT), aunque Boca igualó el partido sobre el cierre del primer tiempo (Graciani a los 43 PT de penal). Con el partido empatado, el Xeneize se quedó con 10 (Hrabina a los 13 ST), pero eso no le impidió ponerse 2-1 arriba en el marcador, otra vez por intermedio de Graciani (26 ST). Allí vino la hecatombe y en un lapso de seis minutos ambos equipos quedaron con ocho jugadores (afuera Martino a los 27 ST, Llop a los 31 ST y Pautasso a los 33 ST en Newell’s; y Hoyos a los 31 ST e Higuaín a los 33 ST en Boca). Los rosarinos aún estaban arriba en el global, pero a los 35 ST, Gustavo Torres marcó el 3-1 con un remate de afuera del área e igualó la serie. Y cuando parecía que todo se tendría que definir en un tercer partido, el mismo Torres marcó un golazo con complicidad del arquero Scoponi a los 45 ST para poner el definitivo 4-1 (4-3 en el global). Boca ganó la Liguilla y así clasificó a la Libertadores 1986. Si, recién un 15 de junio.
Recordemos que en esos años (además de ser dos representantes por país), la Copa se jugaba cuando los clubes arreglaban hacerlo. Para ese entonces, los grupos 2 (Perú y Bolivia), 3 (Brasil y Ecuador) y 4 (Chile y Colombia) ya estaban íntegramente disputados. El 9 de julio arrancó el grupo 1, el de los argentinos junto a los uruguayos, siendo este ganado por River (solo el primero clasificaba). El grupo 5 fue solo de paraguayos, ya que Venezuela estaba suspendida por Conmebol. A lo largo de septiembre se disputó la segunda fase (dos zonas de tres). River fue a la misma zona que Argentinos, que arrancó en esta instancia por ser defensor del título. Ambos empataron en el primer lugar, por lo que tuvieron que jugar un desempate que ganó River (en realidad terminó 0-0, pero clasificó el Millonario por tener mejor diferencia de gol en la zona). Así, el equipo de Núñez clasificó a la final, donde le ganaría los dos partidos al América de Cali colombiano, ganando así su primera Libertadores y continuando la racha argentina, tras las consagraciones de Argentinos en 1985 e Independiente en 1984. Y hablando de rachas, si, América de Cali perdió su segunda final consecutiva. No se quedaría ahí, ya que en 1987 volvería a ser subcampeón, esta vez cayendo ante Peñarol, metiendo el dudoso halago de tres medallas de plata seguidas (lograría la cuarta en 1996, cuando perdió nuevamente ante River).
El 13 de julio comenzaría la temporada 86/87 de la Primera División de Argentina (cuatro días antes, Boca y River igualaron en su estreno por la Libertadores). El día 19 del mismo mes se estrenó el Nacional B, mientras que el Torneo del Interior, que tomó el espíritu (?) del Regional con la salvedad que ahora es un torneo de tercera división en lugar de una primera, largó un poquito después, el 28 de septiembre. ¿Cómo fue el armado de todo esto? Eso ya corresponderá a la tercera parte de este trabajo.
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