Wangay Dorji, capitán de Bután, junto a Charles Thompson, capitán de Montserrat. |
La historia de como surge esto y se fue dando es fantástica, y está todo en el documental "The Other Final", de origen holandés. Lo que iré contando es una lluvia de spoilers, así que si antes quieren ver la película, pues bien, aquí la tienen (edit: al link lo bajaron pero si me lo piden se los paso al archivo). Si les puedo contar lo que me costó conseguirla. En Netflix no está. No la encontré por ningún lado para descargar, como si hubiese desaparecido. Pero a veces es necesario empezar por los lugares que uno omite, y si, ¿donde estaba? En YouTube. Partida en ocho videos y sin subtítulos. Me tomé el atrevimiento de bajarlos y pegarlos. Busqué subtítulos en inglés, porque me es mucho más fácil leer dicho idioma que escucharlo. No encontré nada. De nuevo, había que empezar por el comienzo, y un amigo me los consiguió en español (había asumido que no existían). Con los dioses de mi lado (?), los pegué a la película y se los subo (otro atrevimiento que me tomo, por no decir actividad ilegal) para que lo vean. ¿HD? Olvidelo amigo, olvidelo amigo, busquesé otro tonto, amigo. Si ya lo hicieron, o no les interesa, sigamos. Sino los aguanto. Ah, ¿ya está? Bueno, vamos.
Eliminatorias para el Mundial 2002, y los Países Bajos (popular y erróneamente conocidos como Holanda, basta de esta equivocación) quedaron afuera de la competencia a disputarse en Corea del Sur y Japón. La selección naranja, que venía de ser cuarta en Francia 1998, quedó tercera en su grupo eliminatorio, por detrás de Portugal e Irlanda, y así se condenó. Ante esta situación, dos muchachos holandeses llamados Matthijs de Jongh y Johan Kramer (socios de una agencia de publicidad) se sintieron tan decepcionados que quisieron buscar algo para hacer (?), y decidieron organizar un amistoso entre las dos peores selecciones del mundo. Se fijaron en el ranking, y los equipos eran Bután y Montserrat. Esa es la historia oficial.
Matthijs de Jongh, padre de la idea. |
El plan B era que Bután jugase contra el Ajax holandés. ¿Se imaginan eso? El seleccionado asiático había perdido en febrero del 2000 por 20-0 (!) ante Kuwait, imaginen lo que podría pasar si los hacían jugar contra un equipo hiper profesional europeo. Obviamente no tomaron en serio a los muchachos holandeses, por lo que decidieron que la única alternativa de llevar a cabo su idea era el plan más "complejo", el duelo Bután-Montserrat. Así que enviaron los faxes con la propuesta a ambas federaciones. Una semana después, el equipo caribeño se mostró dispuesto y entusiasmado (?) ante la idea del partido. En tanto, en Bután se tomaron un mes para responder, analizando la idea y los pros y contras, hasta que aceptaron. Claro, en ese ínterin, la gente de Montserrat comenzó a dudar del proyecto, por lo que de Jongh y Kramer debieron viajar a la isla a convencer a los dirigentes. Y lo hicieron. Partido prácticamente listo, el día de la final del Mundial en tierras butanesas.
Charles Thompson. |
Wangay Dorji. |
Antes de esto, de Jongh viajó a Zurich para que la FIFA les diese el visto bueno de que el partido debía ser oficial, ya que, palabras más, palabras menos, "si lo vamos a hacer, lo hagamos bien". Obviamente, desde la casa madre no pusieron mayores reparos para que el encuentro se haga, más allá de que sea con las reglas de un partido internacional. Todo listo. Salvo por un detalle a último momento. En Montserrat, los dirigentes quisieron dinero por el partido. Paul Morris, DT del seleccionado caribeño en ese entonces, tuvo que convencer a la federación (y especialmente al presidente de esta, Vincent Cassell) de que el partido debía jugarse si o si, haya dinero o no (claramente no lo había), ya que era una oportunidad única e irrepetible (que es lo que pensaría cualquiera con dos dedos de frente en esa situación). Aparte, los holandeses se encargarían de los gastos, incluido el viaje a Asia. Finalmente, todo cerró para bien, con la firma de un contrato que garantizaba que las ganancias del documental irían a parar a ambas federaciones.
Bután nunca había ganado. Miembro de FIFA desde el 2000 y de la AFC desde 1994, registraba 17 derrotas en igual cantidad de presentaciones. Habían debutado recién en 1982 y por supuesto que nunca había disputado unas eliminatorias mundialistas (si eliminatorias para la Copa de Asia, donde por ejemplo perdieron 0-20 con Kuwait, como dije antes). Montserrat, en cambio, jugó dos partidos en la década del 50, y recién volvió a jugar en 1990. Se unió a CONCACAF en 1994 y a la FIFA en 1996. Con 19 partidos jugados, tenía dos triunfos ante Anguila en 1995 y un empate ante el mismo rival en 1991. Luego, todas derrotas.
Asociación de Fútbol de Montserrat. |
Federación de Fútbol de Bután |
Y aquí empieza el documental. Primero se presenta la idea, y luego se ven las realidades de ambos países. Primero Montserrat, centrandosé en Charles Thompson, policía y capitán de la selección, y Paul Morris, entrenador. Datos como que tienen una liga de solo cinco equipos, que contaban con apenas 150 jugadores, y obviamente, mostrando el desastre de la erupción volcánica que en 1997 destruyó prácticamente la mitad de la isla. También se escucha por primera vez el tema "Hot hot hot", que escucharán mil veces más o menos en la película. Este hit mundial tuvo su origen en Montserrat. Luego pasamos a Bután, donde aparece entrevistado el Primer Ministro Khandu Wangchuk (en aquel entonces también era el presidente de la federación de fútbol), que contaba que el país tenía 900 futbolistas federados. También aparece aquí el ministro de asuntos exteriores, Jigme Thinley (que fue Primer Ministro en los períodos 1998-1999, 2003-2004, y 2008-2013), explicando lo importante de la felicidad en el país. También aparece el capitán de la selección, Wangay Dorji.
Es notable la diferencia de discurso entre Montserrat y Bután. Por el lado caribeño había mucha confianza, demasiada. Jack Warner, corruptísimo ex vicepresidente de la FIFA, fue entrevistado en ocasión de la inauguración del nuevo estadio nacional de Montserrat. Allí decía que el fútbol asiático no podía competir con el caribeño, y aseguraba que los suyos (?) vencerían a Bután y dejarían el último lugar del ranking. Claude Hogan, manager de la selección, también juraba en la misma ceremonia que Montserrat ganaría. En tanto, el discurso de Thinley era totalmente distinto:
"Hay dos dimensiones en el mundo del deporte. En primer lugar, la oportunidad que ofrece a personas, países y pueblos para la interacción social o cultural. Me parece que es la principal contribución que el deporte puede ofrecer a una sociedad. De esta manera propaga la paz, la armonía y la comprensión entre los pueblos. (...) La otra dimensión es el mundo de la competencia. Y el mundo de ganar o perder. Por desgracia, el aspecto de ganar o perder en el mundo del deporte ha prevalecido. Para mí el mundo del deporte como una forma de entendimiento y la amistad es mucho más importante que el mundo de la rivalidad y la lucha que el deporte promueve."
Jack Warner intentando hacer jueguitos. |
Como fuese, Montserrat parte rumbo a Bután, con un largo viaje con escalas varias: Montserrat, Antigua, Saint Martin, Curazao, Amsterdam, Bangkok, Calcuta, Bután. Morris renunció como DT del equipo caribeño porque los dirigentes (Cassell más que nada) quisieron armarle el plantel, y él no aceptó. Fue reemplazado por William Lewis. Varios jugadores quisieron renunciar, pero el entrenador saliente los convenció de que era una oportunidad única que no podían dejar pasar. Bután no estuvo exento de problemas, ya que también se quedó sin DT, pero por motivos diferentes: Kang Byung-chan falleció repentinamente (!) y tuvieron que salir a buscar un reemplazo a las apuradas. ¿El elegido? Un holandés (oh casualidad), Arie Schans. Según Wikipedia, entre Kang y Schans estuvo otro coreano, Yoo Kee-heung, aunque no dirigió en ningún partido. En el documental no se lo nombra.
Bandera butanense de bienvenida a Montserrat. |
También podemos observar una jocosa (?) reunión en un bar entre ambos planteles, cantando y comiendo con mucha camaradería. Otra curiosidad es que recién dos días antes del partido se consiguió árbitro para el partido, el inglés Steve Bennett.
En la previa del encuentro, la radio nacional de Bután dio a conocer una encuesta en la que el 62% de la gente pensaba que Montserrat ganaría. La gente en la calle (?) tenía opiniones divididas. Dorji dijo que Bután ganaría 3-0, mientras que Thompson se fue al carajo pronosticando un triunfo de Montserrat por 10-0 (!). Schans, el DT de Bután, dijo que su equipo ganaría 2-1, en tanto que que Hogan, el manager caribeño, dijo que Montserrat ganaría. Thinley, conciliador, dijo que sería un buen partido.
Comienza el partido, en el fantástico estadio Changlimithang (ese genial estadio que parece escenario de Mortal Kombat), ante 15.000 espectadores (con entrada libre y gratuita).
Y el video (extracto del documental) no me deja mentir. Paliza de Bután, que ganó 4-0, en lo que fue su primer triunfo. Montserrat tuvo la chance de abrir el marcador en dos ocasiones, pero no lo aprovechó, y pagó. A los cuatro minutos, el capitán Dorji marcó el primer gol mediante un flojo cabezazo y una peor respuesta del arquero Cecil Lake. El relato cuenta como el conjunto caribeño tenía un desempeño caótico, notandosé la falta de un DT. Lake casi regala el segundo gol en una mala salida que Thompson salvó en la línea. Tiempo de descansar. Los caribeños se notaban cansados, quizás en parte por la mala preparación y en parte porque ellos provienen de una isla ubicada a 118 metros sobre el nivel del mar, y estaban jugando a 2.316 metros blabla (?). En el complemento, locura. A los 22', Dorji anotó otro gol, esta vez de tiro libre, ante una barrera muy mal armada. A los 30', Dinesh Chhtri (entrevistado también en un segmento del documental) anotó el 3-0, previa invasión canina. Dos minutos después, Dorji anotaría su tercer gol, para redondear el 4-0 definitivo.
William Lewis, DT de Montserrat. |
Arie Schans, DT de Bután. |
Al terminar el partido, ambos capitanes se abrazaron, y Schans, el DT holandés de Bután, fue llevado en andas, para luego festejar junto a sus jugadores al ritmo de "Hot, hot, hot". Al momento de la premiación, tanto Dorji como Thompson levantaron la copa, que en realidad se partía al medio. Mucho simbolismo del bueno. Todo terminó con una hora de danzas tradicionales butanesas. Seis horas después del partido, ambos planteles se juntaron a ver la final del Mundial 2002, en donde Brasil vencería a Alemania por 2-0. Luego de eso, se mostró como seguían los principales protagonistas luego del partido:
- Paul Morris se quedó en Montserrat y comenzó a enseñar a los niños a jugar al fútbol.
- Thompson siguió trabajando de policía
- Dorji siguió soñando con jugar en el Arsenal inglés.
- Bután pasó a "ser uno de los 200 mejores equipos del mundo", ya que pasó del puesto 202 al 199, superando a Guam, Samoa Americana y a las Islas Turcas y Caicos; en tanto, Montserrat siguió último.
Tiro libre del 2-0, barrera mal armada. |
Lewis, entrenador de Montserrat, también atribuyó a la altura la deslucida actuación de su equipo: "La altitud jugó un papel muy importante. Aterrizamos el lunes pasado y creo que hubiera sido mejor si hubiéramos venido hace dos semanas para aclimatarnos mejor". El capitán Thompson también se refirió a lo mismo: "La altitud era un factor importante, (...) eran condiciones a las que no estábamos acostumbrados. Nos gustaría que Bután viniese a nuestra tierra a jugar". Lamentablemente, nunca se jugó la revancha.
A pesar del dolor de perder, Montserrat tomó la derrota con honor y gracia (?), según recuerda van der Meer. "No hubo burla. Este partido fue realmente impresionante en términos de humanidad. Ambos equipos fueron muy amables el uno con el otro. Después del juego todos fuimos y vimos la Copa del mundo de verdad, y la atmósfera era como en todo el mundo: el fútbol une a la gente".
Salida a la cancha de los equipos. |
XI inicial de Bután. |
Plantel de Montserrat. |
Fin del partido, los capitanes se abrazan. |
La película fue estrenada en 2003, y ganó el premio a mejor documental en el Festival de Avignon del mismo año, y recibió una mención especial en el Festival Internacional de Bermuda, sea lo que sea que signifique eso. Y también contó con el visto bueno del enorme Roberto Baggio: "'The Other Final' muestra el verdadero espíritu del fútbol de una manera clara y apasionada. Es un ejemplo que debe seguir el mundo del fútbol, un estímulo para la final de la Copa del Mundo, el descubrimiento de la diversión pura y el amor por este deporte. Podrá mostrarnos que el fútbol es un idioma que todos pueden hablar. En un momento en que todo se trata de comercialismo, aquí hay un proyecto casi ingenuo que le da amor al juego".
Capitanes levantando la copa. |
Capitanes dividiendo la copa. |
Un detalle que no quiero dejar pasar por alto. Schans siguió trabajando un par de meses en Bután como entrenador. En 2005 se fue a dirigir al Oita Trinita, club japonés, mientras que al año siguiente cruzó el charco (?) para comandar al Changchun Yatai chino. En 2008 tomó las riendas de la selección de Namibia para disputar la Copa Africana de Naciones, ya que el entrenador anterior, Ben Bamfuchile (quien al fin y al cabo fue el DT que los clasificó a la copa) falleció tres semanas antes que comenzara la competencia. ¿No es para sospechar de Schans? (?). En fin, afuera en primera ronda. Luego apareció de nuevo en China, para dirigir en 2009 al Shangai Shenxin, fue asesor de la selección china en 2011, y en 2014 volvió a ser DT de un equipo del país de Mao, el Jiangsu Suning. Que yo sepa, no volvió a matar (?).
Perrito invasor en la jugada del 3-0. |
En tanto, Bután jugó 66 partidos. Cinco triunfos (6-0 a Guam, 3-1 a Afganistán, 1-0 y 2-1 a Sri Lanka, y 3-1 a Bangladesh), cinco empates (0-0 con Mongolia, 0-0 y 1-1 con Brunei, y 1-1 y 0-0 con Bangladesh) y 56 derrotas (incluyendo un 0-15 ante Qatar, un 0-14 ante Omán, un 0-12 ante China y un 0-10 ante Palestina). Recién participó en una eliminatoria mundialista de cara a Rusia 2018, eliminando a Sri Lanka en primera ronda y luego perdiendo ocho de ocho en la siguiente ronda, con 52 goles en contra y solo cinco a favor. Si disputó varias eliminatorias de la Copa Asiática, siempre con resultados más negativos que otra cosa. Ah, jugó dos partidos ante Tibet en 2007, ganando 3-0 uno y empatando 2-2 el otro, pero obviamente no cuentan para FIFA. Y bueno, su rey (el hijo del que gobernaba en los tiempos del documental) aparentemente es el dirigente más apuesto del mundo, y su esposa no se queda atrás. ¿Aporta algo esto? No me importa (?).
Para que se hagan una idea de los números estos, Argentina jugó desde post-Mundial 2002 la friolera (?) de 217 partidos, más del doble que Bután y Montserrat juntos, aunque con los mismos resultados en cuanto a títulos (?).
Danza ceremonial post partido. |
En tanto, el conjunto americano casi siempre navegó en aguas profundas. Recién en 2006 entró al "top 200", ingresando y saliendo durante dos años, antes de volver a la realidad. En 2011 alcanzó su peor ubicación, 206° (último como antes, pero ahora con más equipos en FIFA). Pero en 2012 comenzó una escalada, que le permitiría llegar al puesto 174, y dos años después alcanzaría su máxima ubicación, el puesto 165°. Luego, a empezar a bajar. Cerró 2017 en el nivel (?) 201°, y actualmente comparte el 204° lugar con las Islas Vírgenes Británicas, con solo cuatro puntos, superando a los seis equipos colistas que no tienen unidades hoy por hoy en el ranking FIFA: Anguila, Bahamas, Eritrea, Somalia, Tonga y Turcas y Caicos.
Para que se hagan una idea, el ranking actualmente es liderado por Alemania, con 1.558 puntos, seguido por Brasil (1.431), Bélgica (1.298), Portugal (1.274) y Argentina (1.241), aunque claro, aún falta que salga la tabla actualizada con el mes de julio, con el Mundial consumido. La fecha será el 19 de julio.
En definitiva, este documental es una joyita, que exploró un mundo algo desconocido en aquel entonces. Hoy, en 2018, es mucho más fácil seguir a estas selecciones, pero aún así, ¿lo hacemos? No. Y quizás nos estamos perdiendo de muchas historias maravillosas. Será cuestión de que alguien las de a conocer. No, yo no (?).
Remera de un jugador de Montserrat en agradecimiento al pueblo de Bután por todo lo vivido, o algo así. (?) |
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