domingo, 29 de enero de 2017

La inconclusa Copa Córdoba 2004

Partido de la Liga Cordobesa en 2013.
No hay fotos como la gente de la Copa Córdoba 2004.
Allá por 2003, la (por entonces) Asociación Cordobesa de Fútbol decidió crear una nueva competencia, algo totalmente novedoso, fresco y emocionante (?). Hablo de un torneo en formato de copa, a eliminación directa, con todos sus afiliados, que se distribuían entre tres divisionales. Para el nombre no se gastaron mucho, y en diciembre de 2003, la Copa Ciudad de Córdoba fue anunciada.

Marzo fue la hora señalada para darle comienzo al certamen. El sueño de los clubes más humildes era poder llegar a cruzarse con los poderosos, o sea, Belgrano, Talleres, Instituto. Aparte, la idea era generar un poco más de competencia además del torneo de liga, con el deseo de que sirviera para potenciar el nivel. Se decía que el campeón podría jugar un partido internacional en el Chateau Carreras, o quizás viajar a jugar al exterior. Un gran premio. Y para que los clubes grandes no descartaran el certamen, por reglamento se los obligó a tener que presentar ocho profesionales por partido.

El formato era dentro de todo simple. En la primera ronda, los 10 equipos de la Primera C se eliminarían entre si a ida y vuelta. Los cinco vencedores avanzarían a la segunda ronda para sumarse a los 11 clubes de la Primera B. Los ocho ganadores (también a dos partidos)se sumarían a ocho equipos de Primera A para disputar la tercera ronda. A partir de aquí, el torneo sería siempre a partido único. Avanzarían los ocho ganadores, y se volverían a eliminar en la cuarta ronda. Los cuatro ganadores avanzarían a la sexta ronda, mientras que los perdedores jugarían la quinta, de donde clasificarían dos equipos.

Entonces, en la sexta ronda tenemos cuatro equipos provenientes de la cuarta ronda y dos de la quinta. Aquí se sumarían Avellaneda, Escuela Presidente Roca (clasificados al Torneo Argentino B 2004), General Paz Juniors y Racing (ambos participantes del Argentino A 2003/04). De estos 10 equipos, avanzarían cinco a los cuartos de final, donde se sumarían Talleres (aún en Primera División), Belgrano e Instituto (los dos en la B Nacional). De ahí, el cuadro quedaba limpio hasta la final, que debía jugarse el 6 de julio, fecha del aniversario de la fundación de Córdoba.

La competencia fue anunciada con bombos y platillos en la sede de la ACF, con un acto que incluso fue transmitido en vivo por la LV2, una popular radio cordobesa. Miguel Flores, presidente de la Asociación desde 1986, encabezó todo el circo (?). Estaba todo listo.


El 6 de marzo de 2004, comenzó el certamen. Villa Azalais y Defensores Juveniles empataron 1-1, en lo que fue el primer partido (comenzó a las 16 horas, media hora antes que el resto). Atalaya-All Boys y Argentino Central-Atlántica tuvieron que suspenderse debido a las lluvias caídas, pero se completaron tres días después. Vale aclarar que luego de sorteado el torneo, Juvenil Barrio Comercial decidió no solo bajarse de este torneo, sino también de la Primera C, para solo competir en las categorías juveniles, por lo que Banfield avanzó directamente de fase.


El 13 de marzo se jugaron las revanchas. Al ya clasificado Banfield se sumaron Los Andes, Atlántica, Atalaya y Villa Azalais, que dio la nota con una gran goleada por 7-2. A los 33 minutos, Defensores Juveniles quedó con nueve jugadores, siendo la segunda roja para su arquero. Y como no había uno suplente, tuvo que atajar un jugador de campo. Así les fue.


El sábado 20 comenzó la segunda ronda. Ese día, Almirante Brown y CIBI sacaron ventaja. Al otro día se jugó el grueso de la etapa, sin muchos goles, salvo Villa Azalais, que nuevamente destacó no solo por golear a su rival, sino por ser el único equipo de la C que pudo imponerse a uno de la B.


El 27 y el 28 se jugaron las revanchas. Villa Azalais confirmó su gran momento al ser uno de los dos equipos de la C que alcanzaron la tercera ronda. Banfield fue el otro, y según dicen, el gol con el que sacó boleto fue tremendo. Brown de Malagueño goleó, Barrio Parque pasó por penales, y no mucho más para decir.


El 3 de abril se jugó la tercera ronda. A partir de esta instancia, todos los duelos serían a un partido. Aquí comenzaron a aparecer los equipos de la A, específicamente los que no jugaban ningún torneo de AFA o Consejo Federal en la temporada 2003/04. El histórico Unión San Vicente necesitó de los penales para superar a Brown de Malagueño. Libertad, Barrio Parque y Banco de Córdoba fueron los tres equipos de la B que superaron esta eliminatoria. Destacado lo de Banco, que eliminó por penales a un equipo que sería subcampeón del Clausura 2004 de la ACF y clasificaría al Torneo del Interior 2005. Los dos equipos de la C cayeron por la mínima.


Momento de la cuarta fase. Hasta ahora todo marchaba bien (?). El 10 de abril se jugaron dos partidos. Unión San Vicente fue el único que no necesitó penales, al vencer 1-0 a Lasallano en cancha de San Lorenzo. Ese mismo día, Las Palmas eliminó a Banco por penales. El sábado 17 fue tiempo de comenzar la temporada de la Primera A. Al día siguiente, todos nos angustíamos por una nueva internación de Maradona, pero por suerte zafó, y aún lo tenemos con nosotros, dandonós felicidad. El miércoles 21, en tanto, se jugaron los otros dos partidos de la cuarta ronda de esta Copa, en donde Universitario y MEDEA clasificaron por penales.


Era tiempo del repechaje, en donde los cuatro perdedores de la cuarta ronda lucharían por dos plazas en la sexta fase. El 28 de abril, ambos partidos se definieron por penales, con clasificación para Lasallano y para Libertad, que se convertía en el único equipo de la B en llegar a instancias tan lejanas.


Comienzan a aparecer los afistas, Racing, Juniors, Escuela y Avellaneda. El 19 de mayo, se dieron las clasificaciones de Escuela, Juniors, Universitario, y el sorprendente MEDEA, el equipo de los evangélicos (de hecho, MEDEA significa "Ministerio Evangélico Dios Es Amor"). Anteriormente, Racing no tuvo piedad con Libertad, puso todos sus profesionales, y lo goleó 5-0 el 8 de mayo.


Y llegamos a los cuartos de final, donde aparecieron los tres clubes más fuertes de Córdoba. Talleres atravesaba un momento maravilloso, peleando los primeros puestos en Primera División, y luchando por clasificar a copas internacionales. Pero a su vez, el promedio le estaba jugando una muy mala pasada, y su permanencia en la máxima categoría peligraba. Instituto, en tanto, había salido campeón del Apertura 2003 de la B Nacional, y tenía asegurado un lugar en la final por un ascenso a Primera. Pero su nivel durante 2004 era bastante flojo. En tanto, Belgrano había sido 2° en el torneo ganado por la Gloria, pero su presente en 2004 también era fulero.

El 25 de mayo, se dio el gran batacazo de la Copa Córdoba, ya que Escuela Presidente Roca logró eliminar por penales a Instituto. Ese mismo día, Talleres pasó ajustadamente a semifinales con un gol de tiro libre de David Vega. Al día siguiente, Belgrano fue quien selló su clasificación, al vencer 2-1 a Juniors con goles de Emmanuel Ossés (jugaría en Primera División en 2007) y Bruno Juárez. El 1° de junio, le tocó a Racing, que ganó por la mínima a MEDEA con gol de Cristian Rami a ocho minutos del final.


Tiempo de semifinales. El 9 de junio, Belgrano venció a Escuela por 1-0, con gol de Carlos Reartes. Según la crónica de La Voz del Interior (sin su archivo no podría haber hecho casi nada de esta entrada), Mario Bolatti, con 19 años, jugó ese partido. Hubo que esperar hasta el 23 para conocer al rival del celeste en la final. Y para alegría de los organizadores, Talleres le ganó 2-1 a Racing, y clasificó a la definición del certamen. La Academia comenzó ganando con gol de Rami. La T lo dio vuelta en el complemento, con goles de Darío González y Gonzalo Baroni.


Ya para esta altura, se sabía que era muy difícil jugar la final el 6 de julio, más considerando que por reglamento, tanto Belgrano como Talleres debían presentar muchos titulares. Por el lado de Belgrano no había mucho problema. La última fecha del Clausura 2003 de la B Nacional se jugó el 5 de junio, y el celeste quedó 6° en la general, lo que significó que quedó fuera del reducido por un lugar en una promoción, así que su temporada ya había terminado (no así Instituto, que el 12 y el 19 de junio jugó las finales por el ascenso ante Almagro, ganando la sería y de esa manera consiguiendo el titulo de campeón y el pasaje a Primera para la temporada 2004/05).

Distinto era el panorama de Talleres. El 26 de junio se jugó la 19° fecha del Clausura de Primera División. La T empató 0-0 con Quilmes, y a pesar de terminar 3° en el torneo y sexto en la general (lo que lo clasificaba a la Libertadores 2005), quedó 17° en los promedios, por lo que tuvo que jugar la promoción, y además, quedó descalificado en cuanto al acceso a torneos internacionales. Las fechas elegidas para la reválida fueron el 1° y el 4 de julio. Ya cuando Talleres le ganó a Racing las semifinales, los dirigentes propusieron jugar la final el 1° de agosto. Pero se veía difícil organizarse.

Talleres perdió 1-2 ambos partidos y descendió a la B Nacional. Y nunca estuvo interesado en jugar la final. Y la verdad, Belgrano tampoco. Para colmo, el 21 de julio, se armó el quilombo en la ACF. Miguel Flores, presidente de la entidad durante 18 años, renunció por diferencias con otros dirigentes, entre ellos, Emeterio Farías, vicepresidente primero, que asumió el cargo teóricamente hasta diciembre, cuando debería llamar a elecciones. Pero nadie se presentó, y lo confirmaron en el cargo, que ostenta ininterrumpidamente hasta el día de hoy (más de 12 años en el cargo). Flores luego se hizo cargo de la Comisión de Festejos del Centanario de Belgrano (2005), y falleció dos años después.

Retomando a la final, el 27 de julio se realizaría el sorteo de la B Nacional 2004/05. Si el duelo entre Belgrano y Talleres no era en las primeras fechas, jugarían la final el 7 u 8 de agosto (siendo que el torneo arrancaría el día 12 del mismo mes). El sorteo determinó el cruce para la fecha 11, o sea, el 23 de octubre. Farías se reunió con los dirigentes, pero no hubo acuerdo para jugar la final.

Pasó el tiempo, y llegó el 23 de octubre, el día del clásico cordobés. Pero la Copa Córdoba no estaba en juego. Ambos equipos llegaban con entrenadores interinos, ya que la fecha anterior renunciaron Leonardo Madelón en Talleres (curiosamente, hoy es el DT de Belgrano) y Marcelo Bonetto en el pirata. El partido lo ganó Belgrano 1-0. El celeste formó con Raúl Sanzotti; Gastón Turus, Sebastián Brusco, Hernán Medina y Sebastián Vezzani; Andrés Ríos, Adrián Avalos, Norberto Fernández y Ezequiel Arriola; Leonardo Torres y Maximiliano Bevaqua, mientras que en Talleres jugaron Catriel Orcellet; Facundo Erpen, Ramón Galarza, Hernán Biasotto y Nelson Benítez; Elvio Martínez, Emanuel Giménez y Darío González; Claudio Sarria; Carlos Bertola y Rodrigo Astudillo. Arriola anotó el único gol del partido, y se fueron expulsados Giménez y Medina, uno por lado.


¿Podemos decir que Belgrano ganó la Copa entonces? No, porque, reitero, no estaba en juego la final, sino que era el partido por la B Nacional. El 17 de octubre, o sea, una semana antes de este 1-0, se jugó el clásico pero en versión local, o sea, dentro de la Liga Cordobesa. No tengo el resultado final, pero se que lo ganó Talleres. Quizás me equivoque, pero llegué a esa conclusión prácticamente haciendo ecuaciones en base a la tabla de promedios de la Liga Cordobesa 2004.

El 25 de julio de 2005 (!), la Liga Cordobesa (en diciembre de 2004 cambió su nombre) se hartó y amenazó a Belgrano y a Talleres para que jugaran la final. Los dirigentes dijeron que programarían el partido para agosto, y que si no se jugaban podrían llegar a desafiliar a los clubes. Obvio que no paso nada. Luego vendría todo lo que pasó en estos años. Ascensos, descensos y levantamientos de las quiebras para ambos equipos, pero hoy por hoy están de nuevo en Primera División los dos juntos. También, al día de hoy, 29 de enero de 2017, la Copa Ciudad de Córdoba sigue inconclusa. Y parece que seguirá así.

Una curiosidad es que para esta Copa, las entradas populares tenían un valor de cinco pesos. En aquel entonces, una popular para un partido de Primera División costaba 10 pesos. El 31 de agosto de 2016, AFA anunció que una popular pasaba a costar $200. Algo de inflación, ¿no?

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