jueves, 7 de abril de 2016

Steaua de Bucarest y su invicto de 119 partidos en Rumania

Estaba leyendo en RSSSF sobre los mayores invictos en la historia, y llegué al caso del Steaua de Bucarest, este equipo rumano con una gran y polémica historia. Este club alcanzó los 104 partidos invicto en la liga de Rumania entre 1986 y 1989, a los que tenemos que sumar 15 partidos por la copa nacional en ese periodo de tiempo, alcanzando la friolera de 119 encuentros sin conocer la derrota.

Un poco de historia de este club. Fue fundado en junio de 1947 por oficiales del Ejército Real rumano, que en aquellos años aún vivía bajo una monarquía. En realidad, en ese mismo año, cayó el Rey y fue reemplazado por un estado socialista, bajo la tutela de la Unión Soviética. En 1969 y hasta el 89, gobernaría el famoso (?) Ceaușescu. Pero volvamos al Steaua. Nació bajo el nombre de ASA Bucarest, pero al año siguiente pasó a ser el CSCA Bucarest. Debutó en la Divizia A (nombre en aquel entonces de la liga rumana) en la temporada 47/48, terminando 14°, y zafando del descenso por un punto. Esta fue su peor actuación en la historia de la liga. Para la temporada siguiente, ganaría su primer título, la Copa de Rumania.

En 1950 pasó a llamarse CCA Bucarest, y ganó su primera liga en 1951, repitiendo en el 52 y en el 53. En el 61, pasó a llamarse CSA Steaua. Actualmente, su vínculo con el ejército es decorativo, ya que se separó formalmente como club en 1998, más allá de que su estadio es propiedad del Ministerio de Interior rumano. Cuando el ejército y el club tomaron caminos separados, hubo otro cambio de nombre, y pasó a denominarse FC Steaua Bucarest.

Este club es el más grande en Rumania por varias razones. Primero, la mayoría de las encuestas dicen que es el club con más hinchas, por lejos. Segundo, jugó siempre en Primera División, es más, solo cuatro veces terminó por debajo del sexto puesto (!). Tercero, es el club con más ligas, copas, copas de la liga y supercopas ganadas, además de ser el único rumano en tener un título internacional.

Ahora vamos al tema del invicto. La temporada 85/86 fue bastante buena para los rumanos. Fueron campeones de la liga, segundos en la copa, y además, dieron la nota al ganar la Copa de Europa. El 7 de mayo del 86, le ganaron a Barcelona por 2-0 en los penales, tras igualar 0-0 en Sevilla. Que alegría para ellos. El 18 de junio, jugaron la última fecha de la liga, y fue derrota, 4-5 ante el Universitatea Craiova, que fue tercero en ese torneo. La semana siguiente, el 25 de junio, Steaua cayó en la final de la copa, 0-1 ante el Dinamo. Esa sería la última derrota en el país por mucho tiempo.

Pasaron las temporadas 86/87, 87/88, 88/89 sin que el Steaua supiera lo que era perder. Ni en liga ni en copa. Obviamente ganó todos los torneos en juego. Recién en la temporada 89/90 cayó en un partido. 9 de septiembre del 89, de local perdió 0-3 el clásico ante el Dinamo Bucarest (que sería el campeón de esa liga). 104 partidos por liga y 15 por copa sin perder. Nada mal. Veamos la lista.




Vale aclarar que Steaua si tuvo caídas a nivel internacional. Para empezar, perdió la Intercontinental del 86, jugada el 14 de diciembre de ese año, cayendo 0-1 ante River. En Europa, por la Copa de Europa, cayó eliminado ante el Anderlecht bélga por la segunda ronda en la edición 86/87 (0-3 y 1-0), aunque ganó la Supercopa 86, al vencer al Dinamo de Kiev por 1-0 en febrero del 87.

En la 87/88 alcanzó las semifinales. Primero, eliminó al MTK húngaro (4-0 y 0-2), luego se cargó al Omonia de Chipre (3-1 y 2-0), luego al Rangers escocés (2-0 y 1-2), para luego ser eliminado por el Benfica (0-0 y 0-2).

En la temporada 88/89, nuevamente llegaron a la final de Europa. Primero le ganaron al Sparta Praga checoslovaco (5-1 y 2-2), luego eliminaron al Spartak de Moscú soviético (3-0 y 2-1), para luego derrotar al Goteborg sueco (0-1 y 5-1). En semis golearon a Galatasaray (4-0 y 1-1). En la final se cruzaron con uno de los mejores equipos de la historia, el Milan de Sacchi, y allí, los italianos (cuyos mejores jugadores eran los holandeses, oh), ganaron 4-0.

O sea, podemos ver que mientras le duró el invicto de 119 partidos al Steaua a nivel local, a nivel internacional jugó 21 partidos, con 11 triunfos, siete derrotas y tres empates. Todavía bastante bien. Pero aún más, ninguna de las siete derrotas internacionales fueron en territorio rumano (sucedieron en Bélgica, Japón, Hungría, Escocia, Portugal, Suecia y España).

Actualmente, el Steaua acumula 26 ligas ganadas, 22 Copas de Rumania, una Copa de la Liga, seis Supercopas rumanas, una Copa de Europa y una Supercopa de Europa.

Algunos jugadores notables en este periodo de tiempo fueron:

  • Lucian Bălan (1985–1989 y 1990–1991), 102 partidos jugados, 5 goles.
  • Gavril Balint (1980–1990), 265 partidos jugados, 69 goles.
  • Ilie Bărbulescu (1984–1987), 77 partidos jugados, 3 goles.
  • Miodrag Belodedici (1982–1988 y 1998–2001), 235 partidos jugados, 21 goles.
  • László Bölöni (1984–1988), 97 partidos jugados, 24 goles.
  • Adrian Bumbescu (1984–1992), 188 partidos jugados, 4 goles.
  • Ilie Dumitrescu (1986–1987, 1988–1994 y 1998), 165 partidos jugados, 74 goles.
  • Gheorghe Hagi (1987–1990), 97 partidos jugados, 76 goles.
  • Ștefan Iovan (1981–1991 y 1992), 291 partidos jugados, 18 goles.
  • Marius Lăcătuș (1983–1990 y 1993–2000), 357 partidos jugados, 98 goles.
  • Mihail Majearu (1981–1988), 198 partidos jugados, 32 goles.
  • Daniel Minea (1980–1983 y 1988–1991), 103 partidos jugados, 10 goles.
  • Dan Petrescu (1985–1991), 95 partidos jugados, 28 goles.
  • Victor Pițurcă (1983–1989), 174 partidos jugados, 137 goles.
  • Iosif Rotariu (1986–1990 y 1997–1998), 135 partidos jugados, 39 goles.
  • Ilie Stan (1987–1995 y 1997), 187 partidos jugados, 59 goles.
  • Dumitru Stângaciu (1984–1988 y 1989–1995), 191 partidos jugados.
  • Tudorel Stoica (1975–1989 y 1990), 369 partidos jugados, 43 goles.
  • Nicolae Ungureanu (1987–1992), 136 partidos jugados, 10 goles.
En la final de Europa del 86 jugaron Helmuth Duckadam; Ştefan Iovan, Adrian Bumbescu, Miodrag Belodedici, Ilie Bărbulescu; Mihail Majearu, Lucian Bălan (Anghel Iordănescu), László Bölöni, Gavril Balint; Marius Lăcătuş, Victor Piţurcă (Marin Radu). En tanto, en la del 89, lo hicieron Silviu Lung; Dan Petrescu, Nicolae Ungureanu, Adrian Bumbescu, Ştefan Iovan; Tudorel Stoica, Daniel Minea, Gheorghe Hagi, Iosif Rotariu (Gavril Balint); Marius Lăcătuş, Victor Piţurcă.

Emerich Jenei fue el DT hasta octubre de 1986, cuando asumió como entrenador de la selección rumana. Allí asumió Anghel Iordănescu, que permaneció en el cargo hasta junio de 1990. El tal Iordănescu es nada más y nada menos que el máximo goleador del Steaua en la liga rumana, anotando 155 goles entre las temporadas 1968 y 1982 (además, anotó un gol en competencias internacionales). Iordănescu volvió al club en el 84 para ser el ayudante de Jenei, pero para la final de la Copa de Europa del 86, ingresó como jugador (!), y luego si, ante la partida del técnico, se hizo cargo del equipo. Tuvo un segundo paso como DT del Steaua, en la temporada 92/93. Entre 1993 y 1998, y 2002 y 2004, Iordănescu fue DT de Rumania, y en 2014 volvió a asumir como entrenador nacional.

Marius Lăcătuş, en tanto, es el máximo goleador histórico en competencias internacionales del Steaua, con 16 goles. Este acumula 98 goles en la liga y es el quinto con más goles en dicha competencia (y además fue presidente del club entre 2005 y 2007). Pițurcă, otro integrante de este selecto equipo, anotó 137 goles entre los años 83 y 89. El gran Hagi, crack entre los cracks, es el noveno máximo anotados histórico por liga, con los 76 goles antes nombrados. Tudorel Stoica es el jugador con más presencias en la historia del club, con 336 partidos jugados en la liga local.

Si contamos solo el récord de liga, de 104 partidos invicto, a nivel mundial hay un caso más notable. El ASEC Mimosas de Costa de Marfil estuvo 108 partidos sin derrotas en su liga entre 1989 y 1994. Pero no hay mucho dato de los resultados, y tampoco hay para sumar algún invicto de copas, que seguramente también acumuló. También para destacar el hecho de que el otro equipo fuerte de Rumania, el Dinamo de Bucarest, acumuló 47 partidos sin perder en la liga local entre el 26 de mayo de 1991 y el 26 de septiembre de 1992. Pero está claro que en Europa el récord es del Steaua.

Tras la revolución rumana de 1989, varios jugadores emigraron del club. Parecía que se venían malas épocas, pero no, ya que Steaua obtuvo seis campeonatos de forma consecutiva entre la temporada 92/93 y 97/98, igualando el récord que poseía el Chinezul Timişoara en la década de 1920 (además, ganaron tres copas de Rumania más). Además, Steaua es el único club rumano en llegar a la fase de grupos de la Champions League actual. Luego del 98, apareció la crisis, pero parece superada. Bah, supongo (?).

Era polémico el asunto de los jugadores. Steaua tenía los mejores, ¿pero porque? En el 47, el gobierno comunista estableció normas que indicaban que cada asociación deportiva iba a estar vinculada a una determinada forma de sindicato o de una institución gubernamental, según Wikipedoa (?). El fútbol profesional fue abolido, así que los futbolistas pasaban de un equipo a otro mediante acuerdos entre las instituciones de clubes de gobierno. Como Steaua era el club del Ejército, varios jóvenes fichaban aquí, ya que tenía ventajas como la oportunidad de una carrera más productiva y evadir el servicio militar obligatorio (!).

Hagi pasó del Sportul Studenţesc al Steaua para jugar el partido de la Supercopa de Europa del 87 justamente para evadir el servicio militar. Otro gran jugador rumano, Gheorghe Popescu, también pasó por el Steaua. En 1988 llegó procedente del Universitatea Craiova, pero aparentemente sin el consentimiento del club o del jugador, pero anda a decirle que no al equipo que era manejado por el hijo del dictador. Como fuese, regresó a su antiguo club después de un año.

¿Hijo del dictador? Valentin Ceauşescu, hijo adoptivo del dictador Nicolae, estuvo muy involucrado en la política del club. Nunca fue presidente, pero se decía que era muy importante a la hora de las decisiones. Muchos lo acusan de mover hilos (?) para asegurarse los mejores jugadores del país, o incluso arreglar torneos. Es particular lo que pasó en la final de la Copa 87/88. Jugaban Steaua contra Dinamo. Iban 1-1, cuando Gavril Balint anotó el 2-1 a los 45 del complemento, pero el gol fue anulado por fuera de juego. Como protesta, los muchachos del Steaua abandonaron el campo de juego, aparentemente por orden de Valentin Ceauşescu. ¿Que sucedió? Bueno, la federación rumana decidió convalidar el gol, darlo por ganador al Steaua por 2-1, a pesar de abandonar el encuentro, y declararlo campeón (!). Igualmente, en 1990, Steaua renunció al trofeo.

Para cerrar, imagenes de la goleada al MTK húngaro por 4-0 por la Copa de Europa 87/88:

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