Los Nacionales, más allá de algún que otro cambio en el formato, consistían en torneos en que todos o la mayoría de los equipos del Torneo Metropolitano competían con equipos del interior. Al principio, estos jugaban un clasificatorio llamado Regional para acceder al Nacional. Con el tiempo, las ligas más fuertes comenzaron a tener plazas fijas, y el Regional fue disputado por equipos de asociaciones más débiles. Este torneo sirvió para observar algunos equipos y/o jugadores notables, aunque cierto es que la diferencia con los equipos de Buenos Aires eran muy marcadas. Los directamente afiliados tenían más capital económico, y al jugar todo el año en la máxima categoría y no en una liga, atraía más a los mejores jugadores.
A pesar de algunas notables actuaciones (por decir, Belgrano en el 71), tuvo que pasar un tiempo para ver un equipo del interior que pudiera pasar de fase. En 1974 Talleres logró llegar a la fase final, en lo que fue el comienzo de una era dorada para la institución, que también avanzó de ronda en 1975 y 1976. En 1977 llegó a la final, perdiendo por los goles de visitante ante Independiente (equipo presidido por Julio Humberto Grondona), a pesar de que su rival sufrió tres expulsiones. En el 78 también logró clasificar de ronda.
Talleres era un fenómeno, tenía un gran equipo, e incluso tres de sus jugadores disputaron el Mundial 78 (Galván, Valencia y Oviedo). Claro, la cuestión es que el Nacional duraba unos pocos meses, y el resto del tiempo, tanto Talleres como los otros equipos del interior disputaban los torneos de sus ligas locales, lo cual era una pedida económica. La T recurrió a giras por el mundo para conseguir dinero (llegando a jugar hasta en Zaire). De a poco se fue generando un movimiento entre los clubes de "tierra adentro" para cambiar esta situación, liderados por Amadeo Nuccetelli, presidente de Talleres. Así terminó naciendo la Liga del Interior, que amenazaba a nueva cisma en el fútbol argentino, como las que se vieron en 1914, 1919 y 1931.
Para ese entonces, Grondona ya había asumido en la AFA, y fue rápido de reflejos. El 15 de agosto de 1979 (tres meses después de asumir), Don Julio promulgó la resolución 1.309. Esta decía que aquel club indirectamente afiliado que hubiera alcanzado los playoffs del torneo en dos de las últimas tres ediciones de los Nacionales, se adjudicaba un lugar en los Metropolitanos. Hasta el momento, el único que cumplía con los requisitos era Talleres, el equipo de Nuccetelli (del 74 al 79 siempre pasó a la fase final de los Nacionales). Una resolución hecha a medida de Talleres en los escritorios de Viamonte (aunque con algo de justicia, digamos, considerando los resultados deportivos recientes). De esa manera, Grondona conseguía que la T (fenómeno de recaudación en esos años) jugara los torneos importantes, y de paso, que el hombre fuerte del interior desistiera en sus embates por cambios en el fútbol argentinos. Y se salió con la suya.
"No es la solución que buscamos para el fútbol argentino, pero al menos ayuda", dijo Nuccetelli. La 1.309 tuvo el apoyo de grandes aliados de Talleres en la Liga del Interior, como Belgrano, Instituto, Atlético Tucumán, San Martín de Tucumán, Gimnasia de Jujuy, Independiente Rivadavia de Mendoza, Central Norte de Salta, Altos Hornos Zapla de Jujuy o Central Córdoba de Santiago del Estero. A pesar de que quizás algunos se sintieron traicionados por el presidente de Talleres, todos aceptaron la medida, y parecía que la T jugaría el Metropolitano de 1980. Hasta que apareció la Liga Cordobesa.
El ente que manejaba el fútbol de Córdoba se sintió "avasallada" por la resolución 1.309. En asamblea extraordinaria se decidió no autorizar la participación ni de Talleres ni de cualquier otro equipo en los Metropolitanos de la AFA. Nueve clubes votaron a favor, mientras que Talleres, Belgrano e Instituto, los clubes más importantes de la ciudad, votaron en contra. La Liga Cordobesa no se oponía en realidad a que Talleres jugara el torneo, sino que quería que la plaza no fuese del club, sino de la Federación, y que todos los años se revalidara.
Aquí se dice que aparece la figura de Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército e hincha de la T (en 1976, un combinado de sus soldados jugaron un polémico amistoso contra Talleres). Pero en realidad, el mayor protagonista fue el brigadier Adolfo Sigwald, quien era el interventor federal de Córdoba. Una noche convocó de urgencia a las autoridades de la Liga Cordobesa y les dijo el siguiente mensaje: "No es una presión, pero es una obligación para con el interés de la gente que Talleres vaya al Metropolitano". Los dirigentes tenían resuelto no autorizar la participación de Talleres, pero se vieron ante una presión insostenible. Finalmente, la Liga aceptó que Talleres jugara los Metropolitanos. Semanas después, la institución fue intervenida por los militares.
La 1.309, a pesar de estar hecha a medida de Talleres, siguió vigente y benefició a otros dos cordobeses, Instituto (1981) y Racing (1982). Ningún otro equipo pudo aprovecharla. En 1985 se derogó, ante la nefasta reestructuración que se produjo, con la creación del Nacional B, y la muerte de gran parte del potencial del pujante fútbol del interior. San Martín de Tucumán fue el equipo que más cerca quedó de entrar a los Metropolitanos.
Hasta aquí, he sacado información de este, este, y este otro artículo de La Voz del Interior, de este post de Pelota Afuera, de esta nota de El Diario de la República, y de esta nota de Interior Futbolero. A continuación, les dejo el link al Excel en donde podrán ver las actuaciones de los equipos indirectamente afiliados en los Nacionales: AQUÍ.
Algunas cosas que podemos notar a partir de la 1.309:
- Al momento de decretarse la resolución, el único equipo que cumplía los requisitos era Talleres. Una "ley" hecha a medida, pero vale decir que se lo merecía. Al alcanzar las instancias finales desde el 74 al 79, quedó adentro del Metropolitano de 1980.
- Instituto llegó a las fases finales en el 80 y en el 81, por lo que clasificó al Metropolitano de 1981.
- Racing de Córdoba alcanzó las fases finales en el 80 y en el 82, por lo que fue ingresado al Metropolitano de 1982.
- Antes de 1977, solo Talleres (tres veces, 1974, 1975 y 1976), Gimnasia de Jujuy (en 1975) y Atlético Tucumán (1975 también) supieron lo que era pasar de fase.
- San Martín de Tucumán quedó ahí nomás. Alcanzó la fase final en el 82. En el 83, superó la fase de grupos, pero el formato de ese torneo determinaba que había otra fase de grupos después, y no pudo superarla.
- Loma Negra solo jugó dos Nacionales, en el 82 y 84, pero en el segundo logró llegar hasta los playoffs. Quedó cerca.
- Independiente Rivadavia clasificó a los playoffs en el 82, pero falló en el 80, mientras que Gimnasia de Jujuy lo logró en el 81, pero falló en el 80 y en el 82.
- ¿Atlético Tucumán? Clasificó a la fase final en el 79, pero en el 78, en el 80 y en el 81 falló.
En un momento parecía que se podía acomodar la historia para Belgrano. Había alcanzado la clasificación a los playoffos del Nacional en el 84, no así en el 85. Para el 86 se estaba preparando muy bien, de hecho salió campeón de la Liga Cordobesa y del Provincial. Pero se produjo la reestrucutación antes mencionada. Grondona, rápido de reflejos, sabía que los clubes ya se había armado, así que decidió que ese Regional fuese el último, pero tuviese el valor de coronar campeón a un equipo y clasificarlo a la Libertadores. Sobre la marcha se retractaron de lo último, y se decidió clasificar a los seis semifinalistas a la Liguilla Pre-Libertadores. Belgrano lo ganó, y a pesar de pésimo momento (jugando en la Liga y con Talleres, Instituto y Racing en Primera División), se convirtió en el primer cordobés en ganar un título de AFA, además de que alcanzó un invicto de 40 partidos entre Liga, Provincial y Regional, para luego caer ante Newell's en la Liguilla.
Luego, si, Belgrano fue elegido a dedo para representar a Córdoba en el nuevo torneo, llamado Nacional B. Con los tres clubes antes mencionados en Primera, y con el celeste siendo campeón local y del Regional, ni se perdió tiempo en un clasificatorio. Fue curioso, porque Belgrano se encontró jugando en el ascenso a pesar de que nunca había descendido. Pero claro, nunca clasificó tampoco a un lugar fijo en la máxima categoría. Pero el tiempo podría todo en su lugar. En la última foto podemos ver a Luis Galván, campeón del mundo en 1978 e ídolo absoluto de Talleres, con la camiseta de Belgrano. Este gran defensor jugó para el celeste el Nacional de 84, disputando los 10 partidos que el equipo jugó en el torneo. Galván jugó para Talleres entre 1970 y 1982 y en 1987, jugando 279 partidos, aparte de pasar por otros equipos, obvio, y de disputar 34 partidos en la selección argentina (titular en los Mundiales del 78 y del 82). La foto la saqué del blog A lo Belgrano. Y quizás me fui por las ramas, pero conté lo que me pareció importante. Hasta la próxima.
Muy buena la nota. Pero me permito una diferencia: el "apoyo" de la dictadura no apareció cuando la Liga se opuso a la 1309, sino que fue previo. De hecho, la CD de Belgrano se oponía desde el principio, no solo porque beneficiaba directamente a "los primos" sino porque aún pesaba la tradición "amateur" de que solo valía lo que se ganaba en la cancha y no en los escritorios.
ResponderEliminarLo que paso fue que el nefasto genocida Menéndez "convocó" a las autoridades de la CD del Pirata a una reunión al Comando del III Cuerpo (en el viejo camino a La Calera) y les hizo una apretada tal que uno de los miembros salió tan asustado que se volvió en bondi, olvidándose de que fue en auto...esta historia la contó uno de los protagonistas, a un estudiante de Historia que hizo una pasantía en la Biblioteca del Club, hace varios años.
No sabía lo de Sigwald, aunque suena muy creible. Y puede haber quedado olvidado por la fuerte identificación de la dictadura en Cba con Menéndez...gracias y saludos
Muy buen aporte, gracias.
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